VALENCIA (E. PASTOR/EP). El director general en funciones del Consorcio Valencia 2007, órgano gestor de la Marina Real de Valencia, ha presentado su renuncia a las competencias de gestión ordinaria que asumió tras la dimisión de Pablo Landecho en el mes de mayo. Fernando Soriano vuelve ahora a su puesto como director financiero del Consorcio.
Soriano entiende que la situación actual es extraordinaria ya que el Consorcio Valencia 2007 tiene embargos que le impiden cobrar el alquiler del Veles e Vents y el de Edem y Lanzadera, lo que resta margen de maniobra. A esto se suma que el Estado no quiere poner su firma para licitar contratos ordinarios como la limpieza o seguridad.
Ribó ya apuntó a la "nula negociación" del Gobierno central con este banco para evitar dicha sentencia y buscar una salida al pago de dicha deuda. En este sentido, han lamentado que el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, "no haya llevado a cabo esa negociación" para evitar el pleito que ha dado lugar a la decisión que avala el cobro de la deuda por parte del banco a través del embargo de los ingresos del Consorcio.
Ahora, presidente del órgano, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, deberá proponer un nuevo director general que tome las riendas del Consorcio Valencia 2007. En esta ocasión, al ser aprobado por dos tercios, tendrán suficiente con los votos del Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat para decidir quién estará al mando.
Desde el Ayuntamiento de Valencia critican que el Ejecutivo central "ha boicoteado esta entidad y la Marina Real" y han insistido en que la situación económica en la que está el Consorcio hace que quede "sin capacidad de gestión" dado que "todo el dinero que entra está embargado".
"No se puede gestionar nada", han subrayado las mismas fuentes, que han confiado en que pueda haber un "nuevo Gobierno" en España que "sea sensible con Valencia" y que contribuya a lograr una "solución".
Este domingo 21 de julio en La Marina de València tendrán lugar los cuatro conciertos completos programados por el festival
Dado la gran crisis por la que atraviesa el papel, las bibliotecas tienen los días contados. ¿La solución? Salvaguardar la comunidad creando un nuevo espacio de ocio alternativo, descanso y aprendizaje