La alcaldesa (Compromís), Yolanda Balaguer, y la vicealcaldesa (PSOE), Ana Morell. Fotos: Ajuntament d'OlivaVALÈNCIA. La palabra ‘coalición’, según del Diccionario de la Real Academia Española, se define como la "unión transitoria de personas, grupos políticos o países con un interés determinado". En los últimos años, superadas las fronteras del bipartidismo, diversas formaciones, normalmente con ideologías afines, han pactado para gobernar tras no haber alcanzado la mayoría absoluta. Se espera de estos pactos una buena gestión que carezca de discrepancias entre los partidos que la firman; pero cuando las hay, aparecen las dudas: ¿fractura? ¿crisis?
Recientemente, estas últimas preguntas han caído sobre la coalición de gobierno entre Compromís y el PSPV-PSOE en Oliva. El origen de las fricciones viene del pasado mes de marzo. La alcaldesa, Yolanda Balaguer, y su equipo intentaron sacar adelante un plan para invertir parte de los 9 millones de euros del dinero que Oliva tiene ahorrado. Se llevaron a cabo dos comisiones, pero sin éxito. Finalmente, el asunto se trasladó al pleno municipal que se celebró la semana pasada. Ocurrió lo que ya se esperaba: abstención de los socialistas ━socios de gobierno con la vicealcaldesa, Ana Morell, como alcaldable━ y voto en contra de la oposición (Projecte Oliva, PP y Ciudadanos) que impidieron sacar adelante la propuesta de Compromís.
Las reacciones ante esta situación no tardaron en llegar. Desde Projecte Oliva ━encabezados por Yolanda Pastor, que repite como candidata este año en las elecciones municipales━ exigían la aprobación de las cuentas y la plantilla 2023 en un acto de "responsabilidad presupuestaria". Desde Compromís, a través de sus redes sociales, emitieron un comunicado en el que señalaban que con la negativa del resto de miembros del plenario se "ponen en riesgo los servicios básicos de Oliva, priorizando intereses electorales en lugar del bienestar de los ciudadanos".
No es la primera vez que se alarga la aprobación de los presupuestos y de la plantilla en este municipio. El año pasado, se sacaron adelante a mitad de junio. En ese momento, los socios de gobierno señalaban hacia las dificultades de la crisis económica derivada de la pandemia y el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania; este año se apunta hacia las elecciones. Desde el comunicado de Compromís, pedían al resto de la corporación que actuara con "responsabilidad y dejara de lado los intereses electorales".
Queda un mes para los comicios municipales del 28 de mayo. Cada partido está siguiendo su propia estrategia de precampaña, algunos más avanzados que otros. En el caso de Oliva, los socialistas han acelerado, en la esfera comunicativa, su camino electoral y realizaron el acto de presentación de la candidatura el pasado sábado. Por contra, partidos como Compromís o Projecte Oliva han esperado algo más para desvelar sus proyectos electorales.
Uno de los focos de atención para el 28M en el municipio olivense está precisamente en estos tres partidos. En 2019, Projecte Oliva consiguió el mayor número de votos, 3.100. Sin embargo, Compromís (2.841 votos) y PSPV-PSOE (2.417 papeletas), segunda y tercera fuerza más votada, se hicieron finalmente con la administración pública de Oliva. La situación actual en el gobierno de coalición abre la pregunta: ¿repetirán pacto si es necesario?
En época preelectoral, cada movimiento, decisión o desacuerdo que tengan las formaciones políticas puede encender las alarmas. En el caso de Oliva, ante las recientes discrepancias entre los socios de gobierno, se ha hablado de crisis y fractura. Sin embargo, si volverán a aparecer pactos de gobierno o no es una pregunta que, probablemente, no se resuelva hasta que se sumen los votos y se obtengan los resultados. Lo que sí está claro es que ambas formaciones quieren conseguir la mayoría absoluta.
