Una vez que hemos pasado por un largo periodo de confinamiento en el cual el proceso educativo debió ser llevado de manera digital, estando todos detrás de un ordenador, nos ha llegado el momento de volver a la presencialidad, a darle vida a unos espacios que estuvieron dormidos mientras todos nos cuidábamos, y a los cuales les toca ahora despertar y brindar un ambiente de aprendizaje adecuado a docentes y estudiantes.
La educación como otras muchas cosas ha evolucionado y se está transformando, siendo los elementos básicos a la hora de enfrentar dicha transformación: el cambio de método en la enseñanza, una nueva organización de los centros y los espacios físicos donde los alumnos pasan varias horas en el desarrollo de su aprendizaje y en los que vemos que en buena parte necesitan una mejora o adecuación, para poder cumplir con las nuevas exigencias del tiempo actual.
El espacio educativo está compuesto por un conjunto de elementos que determinan la distribución básica del centro, son un conjunto de aspectos que conforman el ambiente de aprendizaje de los alumnos, representa un habita que ofrece oportunidades de desarrollo, que le permite al estudiante explotar su creatividad y lograr su formación, de allí que sea altamente relevante su buen diseño y construcción.
Pudiéramos decir que el hogar es el lugar más importante para nuestros hijos, pero, ¿qué hay de aquel lugar a donde los enviamos desde muy pequeñitos?, ese lugar en el que pasan muchas horas de su vida, desarrollando su creatividad, autonomía, socialización, concentración, sus risas y amistades, trabajando y aprendiendo. De allí que estos sean espacios muy importantes, tanto como lo es el hogar.
Dos de los objetivos principales que poseen los docentes y centros escolares son, motivar el aprendizaje y conseguir 'emocionar' el cerebro de los estudiantes para el aprendizaje. No es necesario ser un experto en la materia para saber que todos nos sentimos mejor y por tanto rendimos más, cuando nos encontramos en un espacio físico con un buen diseño, que nos brinda seguridad y nos hace sentir a gusto. De allí que sea fundamental lograr que los espacios educativos sean acogedores y motivantes, para promover una buena educación.
Los espacios escolares influyen mucho en el modelo de aprendizaje: nuevas tecnologías, nuevas metodologías, mobiliario escolar, luz, elementos decorativos, entre otros. El aula se ha convertido en un elemento importante para el proceso de aprendizaje, de allí que deba ser un espacio cómodo y flexible en el que no sea incómodo pasar buena parte del tiempo.
El aula es un elemento más de la actividad docente, que pide ser diseñada y reestructurada, así como organizada adecuadamente para adaptarnos a las nuevas exigencias metodológicas y tecnológicas. Aunque esto es algo obvio, muchas veces pasa desapercibido y se descuida, olvidándose por completo su importancia y el rol que juega para cada alumno.
Los centros educativos comienzan ahora una nueva etapa de transformación, son actualmente lugares en donde los colores, la luz y la calidad del aire juegan un papel esencial. Esto, además de dar un mejor aspecto, contribuye al incremento del rendimiento académico, lo cual está avalado por estudios científicos, así como también se ha demostrado una mayor implicación del alumnado en las aulas diseñadas para el aprendizaje activo, en lugar de las aulas tradicionales. Con todo esto, se logra mejores calificaciones, disminuye el ausentismo, y se eleva la capacidad creativa.
Los espacios educativos permiten que el alumno encuentre su lugar para poder desarrollar a su máximo potencial el aprendizaje, proceso en el cual, él es ahora el protagonista. Tomando esto en cuenta, el diseño de las aulas en algunas partes del mundo ha cambiado. En España también está cambiando luego de muchos años en el que habían permanecido invariables, aunque va a paso discreto quedándole aún cierto camino por recorrer.
Cabe destacar que si bien es cierto que el aprendizaje y la creatividad pueden suceder en cualquier lugar, un espacio bien diseñado, que sea acogedor e innovador, le otorga un valor añadido a la educación y facilita que esta sea de calidad, ya que se ha demostrado que la arquitectura va de la mano con el modelo pedagógico a emplear.
Invertir en las construcciones escolares tiene efectos en la calidad educativa, ya que como se ha dejado claro, estos son espacios para la creación, la socialización, la creatividad, el aprendizaje… representando una extensión del hogar. La inversión en infraestructura educativa contribuye a mejorar la calidad de la educación, promoviendo una mayor igualdad de oportunidades, lo cual reduce la desigualdad y conlleva a la mejora del desempeño económico productivo de un país.
Así vemos como es de importante y significativo incorporar el diseño a la agenda de los centros educativos de València, lo cual es el objetivo de las actividades que el Ayuntamiento y València Capital Mundial del Diseño 2022 han organizado desde este mes de febrero y durante todo el año para llegar a jóvenes, niños y niñas. El programa incluye exposiciones, talleres, festivales y cómics. Este proyecto, en el cual se tiene mucha ilusión por sus prometedores resultados ha sido presentado por la concejala de Educación, Maite Ibáñez, y el director de València Capital Mundial del Diseño 2022, Xavi Calvo.
La regidora ha recordado que a todo esto hay añadir las iniciativas impulsadas desde la Concejalía de Educación para introducir el diseño en las aulas, remarcando "la importancia de llevar el diseño a las aulas para que los escolares sean conocedores de su valor en lo cotidiano, en el bienestar, en la sostenibilidad", y "alejar el concepto de elitismo que tiene". Por su parte, Xavi Calvo ha resaltado la alianza entre el Ayuntamiento y València Capital Mundial del Diseño 2022 para poner en marcha este innovador programa didáctico con el fin de "permear a la ciudadanía y a la educación". Para Calvo, "debe haber una educación también en diseño, porque convivimos con el diseño".
Es así como vemos la relevancia de las construcciones en la educación, lo relevante de su diseño, el cual forma parte de nuestras vidas ya que todo lo que nos rodea ha sido diseñado por y para algo, y que bonito cuando el diseño es potenciado en las escuelas, la extensión del hogar en donde se forja la generación del futuro, quienes finalmente le darán expansión y sustento a las naciones.
Pedro Adalid es doctor en Educación y profesor universitario de Políticas de Calidad Educativa y Planes de Mejora