VALÈNCIA. Dominio, un colectivo valenciano que desde septiembre de 2018 ha organizado varios encuentros dedicados a la música electrónica más experimental, el formato audiovisual, y la filosofía de experiencia underground. Se trata de una veintena de personas ligadas a la creación musical o a la escena de la ciudad de València, que quisieron dar un impulso a ciertos artistas creando espacios ad hoc para sus propuestas, alejadas de los formatos habituales de música en directo. Todo esto con una estética y una organización especialmente cuidada. Ahora, han decidido dar un paso adelante y lanzarse a la edición de música con su primer lanzamiento, el segundo tema del productor residente en Madrid Adiós Adiós, Distance. "Con este single, Adiós Adiós nos precipita a la contemplación sonora de un dramático desastre técnico que sitúa entre paréntesis un espectáculo de danza y belleza ritual cuya aparición culmina únicamente para regresar a la agonía", reza la descripción del tema, que ya está disponible a través de Soundcloud.
"La decisión ha sido bastante natural y espontánea. Casi todos los integrantes de Dominio hacemos música o nos vinculamos con la escena musical de Valencia. Hasta ahora hemos organizado eventos y dado visibilidad a distintos artistas pero nos apetece también apostar por las propuestas locales y nacionales. En cierto modo, el paso a la edición ya estaba implícito desde el principio en el contenido audiovisual que subimos a nuestra cuenta de instagram, cuya primera intención era la de compartir ideas musicales rápidas a modo de experimentación y aprendizaje, reivindicando así el potencial creativo local", comentan desde Dominio, que se definen como un colectivo "horizontal, plural, abierto y autogestionado".
Distance, autoproducido por Adiós Adiós y masterizado por oottrroo, es un buen ejemplo de los que busca ser Dominio: una constante exploración sonora y artística, por encima del producto fácil o bailable. En sus eventos ha habido desde una actuación con audiovisuales hasta una sesión de meditación. Una marca que fluye en función del camino en el que cada artista esté embarcado.
El sello no será ajeno a este camino: "siguiendo el contenido audiovisual que hemos aportado hasta ahora, así como los varios eventos organizados, nos centraremos en todo lo relacionado con la sonoridad electrónica desde ambient o noise a drone y propuestas experimentales o más cercanas a la música club, con un especial énfasis en la música local, pero plenamente abiertos a propuestas venidas de fuera", comentan desde el colectivo. La plataforma de venta será Bandcamp y la venta directa en los eventos, y no se limitan a vender sólo en digital o en físico, según explican a este diario.
Esta nueva plataforma no será un camino diferente al seguido hasta ahora, sino otra forma de seguir sirviendo como plataforma de los artistas: "Hemos comenzado esta iniciativa en parte como registro de lo que ocurre en los eventos y como medio para comunicarnos y entablar redes con otros sellos que tienen un imaginario similar. Tenemos más lanzamientos en mente pero todavía no hemos cerrado próximas fechas para ello", comenta y aclaran que el sello "no restará sino que sumará" al trabajo que se está haciendo en los eventos, y anuncian que próximamente se conocerá la cuarta edición de Dominio.
El paso adelante dado por Dominio y su propia existencia es una de las pocas buenas noticias que ha tenido la escena en un año que se ha saldado con dos cierres importantes: el de Umbral, que bajó la persiana, y el de La Carbonera, cuyo cierre aún se dice temporal. Dos locales importante para la escena electrónica de la ciudad, que solo compensa anímicamente la apertura de Nvcli. La tradición musical y las periferias sonoras en València siempre han estado presentes en el imaginario cultural, aunque parece que la ciudad siempre acoge esta escena, muchos de los proyectos que intentan darle continuidad acaban diluyéndose antes de los esperado.
La resistencia underground sigue en pie gracias al trabajo de colectivos como Dominio, que no desisten: "Nuestra intención es la de generar un espacio para propuestas en torno al arte sonoro, la música y la performance alejadas del flujo mercantilista del tiempo y del ocio y que no tendrían cabida en otros espacios con los que cuenta actualmente nuestra ciudad. Creemos que es necesario crear un punto de encuentro que además refleje las propuestas más vanguardistas surgidas en el entorno de internet pero que trascienda el espacio digital. Y pensamos que su existencia es ahora más necesaria que nunca teniendo en cuenta el cierre de Umbral y la escasez de espacios de este tipo, aunque seguimos contando con otros que también nos dan libertad como CSA La Residencia o Nvcli. Si la ciudad sigue descuidando sus mejores salas y a la gente con iniciativa que se lanza sin miedo a construir cultura desde la inquietud y la curiosidad y sobre todo desde el amor, Dominio se desplazará hasta las azoteas de las casas y pincharemos hasta que los vecinos suban y nos estropeen los juguetes para hacer música", sentencian.
Valencia Techno Culture, Las Naves y València Capital del Disseny teorizan subjetivamente los puntos en común entre arquitectura y música. Los patrones fríos son golpes de bajos, a falta de clubs, la ciudad entera puede ser una fiesta