la población menor de 16 años se concentra en los barrios más periféricos

Sant Pau, la Punta, Faitanar… dónde se asientan las nuevas familias de València

19/05/2024 - 

VALÈNCIA. La ciudad de València contaba al término de 2023 con cerca de 109.400 residentes de edades inferiores a los 16 años, una cifra que ha retrocedido más de un 6% en la última década pese a haber mostrado ahora su primer incremento en ocho ejercicios. De este modo, los últimos resultados del padrón municipal publicados días atrás por el Ayuntamiento de València evidencian una vez más el desplome de la natalidad, un problema que no obstante suele quedar oculto en las cifras globales de habitantes debido al saldo migratorio positivo que registra la capital de la Comunitat Valenciana.  

Así pues, y mientras que en 2014 los residentes más jóvenes suponían en su conjunto el 15% de la población de València, diez años después ese porcentaje se coloca pocas décimas por encima del 13%, el registro más bajo de lo que llevamos de siglo. Con ello, también las áreas de la ciudad en las que los menores de 16 años alcanzan un peso relevante se han reducido y están mucho más localizadas, lo que pone de manifiesto además hacia dónde se han desplazado, en mayor medida, las nuevas familias de la ciudad, aquellas que cuentan con hijos a su cargo nacidos a partir de 2008.

 

En concreto, muchas de las manzanas que hoy cuentan con altos porcentajes de vecinos de hasta 15 años están en barrios que no solo están lejos del centro, sino que en muchos casos marcan también los propios límites de la ciudad. Ocurre así al oeste con Sant Pau (Campanar) y Beniferri (Poblats de l’Oest), al sur con Faitanar (Poblats del Sud), al este con la Punta (Quatre Carreres) y al norte con Sant Llorenç (Rascanya) y Massarrojos (Poblats del Nord). Una realidad que ofrece pistas de por dónde trata de expandirse y crecer València, ya que varias de estas demarcaciones cuentan con algunas de las pocas promociones de vivienda de obra nueva de la capital, y de las dificultades que tienen las generaciones más jóvenes para acceder a un domicilio situado en sus calles más céntricas.

De hecho, y aunque el número de personas menores de 16 años ya comienza a mostrar allí algún síntoma de agotamiento, Sant Pau, en el distrito de Campanar, un barrio que colinda con la huerta y que ha experimentado un importante movimiento de grúas que le ha conducido a un gran crecimiento de su población, es por ahora el único donde la franja de edad más joven roza todavía el 20% del total de residentes. De hecho, en los bloques de viviendas que quedan enmarcados entre las avenidas Maestro Rodrigo y Cortes Valencianas uno de cada cuatro vecinos ha nacido en los últimos 15 años, en lo que supone una de las mayores concentraciones de personas de estas edades de toda la ciudad.

De esta manera, Sant Pau ha pasado de figurar por poco entre los cincuenta barrios con más habitantes de València a colarse hoy entre los quince con mayor número de vecinos. Y muy cerca de allí, en Beniferri, otra de las áreas que ha experimentado un gran dinamismo residencial, el porcentaje de menores de 15 años sobre el total de su población se queda en el 18,7%, un registro muy similar al que arrojaba dos décadas atrás, cuando su número de residentes era, en cambio, menos de la mitad del actual.

En esa misma zona de la capital valenciana, y aunque en su conjunto ya no figure entre los barrios con los porcentajes de jóvenes más relevantes en relación al total de su población, es Benicalap, en el distrito del mismo nombre, la zona que en términos absolutos cuenta hoy en día con un mayor número de niños y adolescentes: más de 6.500, un 14,8% de sus vecinos. Este registro alcanza máximos, eso sí, en los bloques de edificios enmarcados entre las avenidas del Levante UD y de Juan XXIII, a un lado, y las de los Hermanos Machado y de Ecuador, al otro, donde los menores de 16 años son más del 26% del total, la concentración más elevada para una sección censal en toda la ciudad.

Por lo que respecta al norte de València, Sant Llorenç, en Rascanya, es en términos generales el barrio que cuenta con la proporción de niños y adolescentes más alta, con un 17,8%. Al igual que en el caso anterior, esta área de la capital contaba en los albores de este siglo con algo más de 4.200 vecinos, mientras que más de veinte años después ronda los 14.500 habitantes. De hecho, y en una nueva muestra de los lugares por los que se amplía València, es en sus calles más alejadas, las que limitan con Tavernes Blanques y Alboraia y quedan detrás del estadio Ciutat de València, donde el porcentaje de menores de 16 años aumenta para aglutinar a una de cada cinco personas.

También entre los enclaves más rejuvenecidos se encuentran por supuesto barrios residenciales de pedanías como Massarrojos, que en 2001 contaba con 138 menores de hasta 15 años y ahora, duplicada su población, da cobijo a más de 2.600 de ellos. Mientras, justo en el lado opuesto de la ciudad, el desarrollo de Faitanar, colindante con Picanya y Paiporta, ha llevado a que más del 16% de sus residentes sean niños y adolescentes, un porcentaje que es tres puntos superior al que arrojaba en 2014 y también en 2004. Una transformación en la que podrían haber influido las perspectivas generadas en torno a nuevos proyectos urbanísticos como el de Sociópolis. A su vez, en el barrio colindante de Camí Real (Jesús) se alcanza igualmente un 16% de vecinos de entre 0 y 15 años.

Al este de la ciudad, en tres barrios que limitan entre ellos, como son Ciutat de les Arts i de les Ciències y la Punta (Quatre Carreres) y Penya-roja (Camins al Grau), se supera de nuevo el 16% de residentes menores de 16 años. Estas manzanas, quizás algo más céntricas sobre todo en lo que respecta al último caso, han demostrado ser así pues otro importante polo de atracción de población. De hecho, y si Penya-roja contaba hace veinte años con alrededor de 2.500 habitantes, ahora supera los 13.700, de los que más de 450 están edad escolar obligatoria.

Pero si de enclaves céntricos se trata, otra zona acomodada de València, como es el distrito del Pla del Real, donde se acumulan algunos de los alquileres más caros de la ciudad y varias de las rentas familiares más elevadas, es posible hallar tres barrios donde la proporción de niños de hasta 15 años no solo no ha caído notablemente en los últimos años, sino que como mínimo mejora los niveles de comienzos de siglo. Son Jaume Roig, Exposició y Ciutat Universitaria, al otro lado del paseo de la Alameda, y constituyen el núcleo más próximo al centro histórico con porcentajes de menores notables en relación al total de sus habitantes.

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