La central hidroeléctrica y la Casa Abadía de Castelfabib
VALÈNCIA (EP). Dos monumentos valencianos, la central hidroeléctrica y la Casa Abadía, ambas en la localidad de Castelfabib, han entrado en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra y que recoge cerca de 900 monumentos españoles que "corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato".
Se trata de dos construcciones muy distintas y separadas en el tiempo, pero les une "el estado de abandono total en el que se encuentran y el riesgo que presentan de colapso", denuncia la asociación en un comunicado.
Las primeras referencias de la central hidroeléctrica de Castelfabib datan de 1904, cuando se aprueba un proyecto para su construcción en el río Ebrón. Esta concesión fue cambiando de manos y mejorando el aprovechamiento de aguas hasta que en 1914 los derechos recayeron en la Sociedad Teledinámica Turolense, con José Torán de la Rad a la cabeza.
Entre 1914 y 1915 se llevaron a cabo las obras para la construcción de una presa con el objetivo de tomar las aguas del río Ebrón. Del canal que conduciría el agua hasta la central hidroeléctrica, destacan un acueducto sobre el río y un embalse con un partidor al final del canal donde el agua se acumulaba antes de caer por el salto, llegando a la antigua central. Además, se edificó un almacén y otras construcciones auxiliares.
En el año 1984 se construyó una nueva central hidroeléctrica que sustituyó a la antigua, cesando esta su funcionamiento. En el año 1986 se derrumbó la antigua central, después de 70 años de vida. En la actualidad, solo se conserva el canal con su acueducto y el partidor, que aún utiliza la central nueva.
Asimismo, la tubería del salto fue sustituida en la década de los 80, conservándose solo la parte final de la original, así como el arranque del edificio principal de la antigua central y el edificio del almacén que, actualmente, este último, constituye el elemento más visible de la central original.
El resto más visible de la antigua central hidroeléctrica de Castielfabib es el almacén de la misma, del cual ha cedido aproximadamente un cuarto de su cubierta, amenazando ruina por las otras partes. Las ventanas están tapiadas y la puerta reventada.
Actualmente, el edificio está cercado por una malla metálica y el arco de la puerta de acceso se encuentra apuntalado. El antiguo almacén de la Central se construyó siguiendo el mismo estilo arquitectónico del edificio principal, siendo una muestra de lo que fue todo el conjunto.
En este, aún se conserva entre otros objetos pertenecientes a esta industria, una de las dos antiguas turbinas que tuvo la antigua central.
Del edificio principal solo queda la base de la construcción donde aún se aprecian los arranques de los grandes ventanales que iluminaban el interior de la construcción industrial, estando este rellenado con el material resultante del derrumbe realizado en 1986. El conjunto se encuentra en ruina progresiva.
"Si no se actúa pronto, --advierten-- corre el riesgo de desaparecer el escaso patrimonio industrial que tiene el municipio y la comarca".
Por su parte, la primera noticia que se conserva acerca de la casa abadía de Castielfabib es de 1647, cuando el mercader castielero Martín Cuenca Añón legó su propia vivienda para que sirviera de residencia al vicario perpetuo de la villa, estando esta habitada hasta la década de 1960.
Cuando la casa abadía quedó sin uso, después de que se marchara el último párroco que residió en la villa, se organizó un museo etnográfico que fue pionero en la comarca, gozando de una vida efímera. Desde entonces, la casa se encuentra "en un proceso de degradación y abandono", afirman desde Hispania Nostra.
La casa abadía de Castielfabib, también conocida como casa del Cura es una edificación previa al siglo XVII que se ubica sobre un promontorio rocoso que ejerce control visual sobre el valle del río Ebrón, pudiéndose situar sobre una de las torres del antiguo recinto amurallado de la villa.
Toda ella destaca por ser un gran exponente de la arquitectura vernácula de alto nivel social en la comarca. Está compuesta por tres volúmenes, el principal cuenta con la presencia de una versión singular y local de la tapia valenciana, donde ésta está reforzada con mampuestos y yeso. Su acceso principal es una sencilla puerta adintelada.
En su interior conserva elementos que muestran el gran nivel social que alcanzó esta vivienda, donde hay un horno de cocer pan, una de las pocas letrinas de la zona y muestras decorativas que se alejan de la realidad comarcal.
Está situada dentro del entorno de protección del Castillo y Murallas de Castielfabib, recogidas como Bien de interés cultural (BIC). Pese a ello, lamentan, "se encuentra en estado de abandono, sin ningún tipo de mantenimiento, existiendo desprendimientos en la cubierta de la galería".
El balcón sobre la puerta principal se encuentra en un estado pésimo, donde la estructura metálica apenas está sujeta al muro, y presenta pérdidas de tapia en la letrina y zonas próximas, concluyen.