FRÁNCFORT (EFE). El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo hoy que la economía de la zona del euro "se ha acelerado más de lo esperado en la segunda mitad de 2017" y que hay que observar las implicaciones de la volatilidad del tipo de cambio del euro en la inflación. Previamente el Consejo de Gobierno mantuvo el tipo de interés al que presta a los bancos a una semana en el 0 % y también la posibilidad de prolongar los estímulos monetarios en la zona del euro después de septiembre.
El presidente del BCE enfatizó en que sólo subirá los tipos de interés una vez que haya concluido las compras de deuda. Draghi dijo que "el uso de lenguaje no refleja los términos de referencia acordados" en Washington en el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde se reconoció que el exceso de volatilidad puede tener efectos en el crecimiento, que no se devaluarán las divisas y que no se usará el tipo de cambio para tener ventajas comerciales. Draghi se refería a los comentarios del secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, que dijo en Davos que un dólar débil es bueno para EEUU en la medida que abre oportunidades en el comercio exterior.
No obstante, el banquero italiano insistió en que "no tenemos un objeto de tipo de cambio, que sí es importante para el crecimiento y la estabilidad de pecios". También consideró que "algunos movimientos del tipo de cambio del euro se justifican por la fortaleza de la economía pero la cuestión es si otros movimientos son causados por el lenguaje y la pregunta es ver su efecto en la inflación".
"La reciente volatilidad en el tipo de cambio representa una fuente de incertidumbre que requiere ser observada respecto a las posibles implicaciones para la estabilidad de precios a medio plazo", según Draghi. Añadió que "la información disponible confirma un ritmo robusto de expansión económica, que se aceleró más de lo esperado en la segunda mitad de 2017". Asimismo, Draghi se mostró convencido de que la inflación se dirigirá hacia el objetivo, que es una tasa algo por debajo del 2 %.
El presidente del BCE insistió en que es necesario "un amplio grado de estímulo monetario para que se creen presiones inflacionistas" y asegurar que la tasa de inflación vuelve a ese nivel. Advirtió de que "las presiones sobre los precios de la zona del euro siguen débiles y no han mostrado todavía señales convincentes de una tendencia al alza sostenida".