Natxo Costa, director general de Comercio. Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. Las alegaciones de la Confederación de Empresarios del Comercio Valenciano (Cecoval) contra el reparto de ayudas de la Diputación de Valencia caen por el momento en saco roto. La organización presentó un escrito contra el criterio utilizado por la administración provincial al considerar que le restaba representatividad en favor de Unión Gremial, la organización de la que proviene el director general de Comercio de la Generalitat, Natxo Costa -que fue precisamente quien confeccionó el reparto de la discordia-.
Al recibir las alegaciones de Cecoval, la Diputación solicitó un informe a la Conselleria de Economía Sostenible, Industria y Comercio para que argumentara el criterio utilizado por el director general. Y en este escrito, firmado por el el subdirector general de Comercio y Consumo, el departamento ha validado el criterio de Costa.
(VER EL INFORME COMPLETO DE LA SUBDIRECCIÓN GENERAL DE COMERCIO)
Con este documento sobre la mesa, PSPV, Compromís, València en Comú, Esquerra Unida y los 'no adscritos' votaron en la Comisión de Hacienda a favor de desestimar la reclamación de Cecoval -que solo obtuvo el respaldo del PP-. Ahora solo le resta convencer a los grupos para que cambien el signo de su voto en la votación en el pleno -cose que se antoja poco probable- o defender sus intereses en los tribunales, tal y como advirtió que haría.
Como informó este diario, Cecoval considera que Natxo Costa podría haber prevaricado en beneficio de Unió Gremial, su antigua organización, y contempla emprender acciones legales contra él si no rectifica. La organización entiende que el dirigente se extralimitó en sus competencias al emitir un dictamen que, según entienden, invade el ámbito de actuación de otra dirección general de la misma conselleria: la de Trabajo.
La certificación en cuestión sobre la representatividad de cada una de las asociaciones del comercio fue elaborada por el propio Costa a instancias de una PNL de Podemos aprobada en Les Corts, pero además fue remitida posteriormente a la Diputación de Valencia a petición de esta administración -que la había pedido para fijar el reparto de sus nuevas ayudas al sector, con un presupuesto de 200.000 euros-.
Según el director general, la certificación siguió los parámetros que le marcó el parlamento autonómico para medir "la representatividad a efectos del reparto de subvenciones públicas al comercio". "Establecieron que se tuviera en cuenta, para calcular la representatividad de cada asociación, tanto el número de entidades como el de empresas adscritas a esas entidades que componen cada asociación", detalló el director general a este diario.
Para elaborar la mencionada certificación acudió a la documentación de las ayudas de la Generalitat a los comercios, en las que las empresas solicitantes debían especificar la asociación o asociaciones de las que forman parte. Y con estas cifras confeccionó el documento, que le otorga un 58,65% de la representatividad del sector a la patronal Covaco, un 27,86% a Unió Gremial -la organización de la que proviene Costa- y un 13,49% a Cecoval, que quedó relegada a la última posición.
Al conocer el reparto, Cecoval, que se considera la entidad más representativa del sector, trasladó una consulta a la directora general de Trabajo, Cristina Moreno, para tener constancia por escrito de que, en efecto, la dirigente -a quien consideran competente- no había remitido información alguna sobre la representatividad de las asociaciones del pequeño comercio.
Con dicha información la patronal adscrita a la CEV elaboró el duro escrito de alegaciones contra el reparto, pero lejos de dar marcha atrás, tanto Economía como la Diputación se reafirman en sus decisiones y el conflicto se recrudece.
