CASTELLÓN. La Generalitat Valenciana está a punto de poner en marcha la línea de ayudas que permitirán a las empresas valencianas acceder a financiación para compensar los sobrecostes asumidos por el bloqueo comercial de Argelia a los productos españoles. La Conselleria de Economía, que dirige Rafa Climent, ultima la convocatoria anual de 13 millones de euros ayudas a empresas para la internacionalización, que este año ampliará su radio de acción precisamente para hacer frente al impacto económico de la decisión del país magrebí de frenar las exportaciones españolas tras el conflicto diplomático por el Sáhara Occidental.
El embargo aprobado por Argelia la pasada primavera ha contraído notablemente las operaciones españolas, valencianas y especialmente castellonenses, donde el clúster cerámico, y en concreto los sectores de las fritas y esmaltes y la maquinaria tenía en el país africano un mercado importante: cerca del 20% de ventas al extranjero de fritas, esmaltes y maquinaria iba hacia Argelia, según datos de las patronales. Por ello, las compañías reclamaron al Gobierno de España, que dirige Pedro Sánchez, medidas para compensar las pérdidas provocadas por el giro en la postura española sobre el Sáhara, y que motivó la ruptura con Argelia. No fue así.
Por ello, y teniendo en cuenta que la valenciana era una de las economías más afectadas por la interrupción comercial, la Generalitat Valenciana anunció ayudas para que las compañías de la Comunitat pudieran compensar parte de los sobrecostes inesperados y sobrevenidos, provocados durante aquellos meses de inestabilidad, por lo que en esta convocatoria de ayudas para la internacionalización se incluye también la "situación coyuntural particular" provocada por el embargo.
Concretamente, la Generalitat financiará "gastos no corrientes e imprevisibles" como el gasto de devolución de contenedores, "gastos extras de ocupaciones y estadía en los puertos", gastos por cancelaciones de despacho, por movimiento y remoción de contenedores, u otros gastos no corrientes e imprevisibles similares a los anteriores que se produjeran desde que se inició el conflicto, el 9 de junio, hasta el mes de septiembre del año pasado. Por ello, las facturas presentadas deberán corresponder a este período temporal.
Estos gastos financiables por el conflicto con Argelia se suman a los que todos los años se subvencionan para apoyar a los gastos de promoción internacional, que serán subvencionables desde el 1 de julio de 2022 hasta el 31 de mayo de 2023, según la convocatoria que prepara la Conselleria y que previsiblemente se publicará en los próximos días.
La línea de subvenciones asciende a 13 millones de euros y las compañías podrán aportar facturas por máximo de 100.000 euros correspondientes a los tipos de costes mencionados, y la Generalitat Valenciana subvencionará hasta el 50% del importe total. Las compañías podrán solicitarlas entre el 27 de marzo y el 9 de junio, ambos inclusive.
"Cuando tuvo lugar el Brexit nos adelantamos a las necesidades de las empresas para sufragar gastos derivados de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y ahora hacemos lo propio con la crisis por Argelia", explica en ese sentido la directora general de Internacionalización, Mari Parra, quien insiste que esta ha sido "una de las demandas que las empresas hicieron al estado pero el Ministerio les trasladó que no iba a hacer nada en materia económica". Por ello, subraya Parra, la Conselleria se puso "a trabajar" para incluir esas necesidades en la convocatoria anual de subvenciones para la internacionalización de empresas.
Tras anunciarse la interrupción de las operaciones comerciales entre Argelia y España, el gobierno central acudió a pedir amparo a la Unión Europea por vulnerarse los acuerdos comerciales, pero desde entonces no ha habido noticias sobre grandes avances diplomáticos para desbloquear el conflicto, aunque Argelia ha trasladado que estudiará "caso por caso". Con todo, según publicaba este miércoles El periódico de España, el Ejecutivo negocia con Bruselas otro plan de ayudas por el bloqueo tras haberse desplomado un 84% las exportaciones hacia el país magrebí.