Este castellonense lleva ya casi tres décadas en el mundo bursátil. Su secreto: mucha formación y no hacer caso de los cantos de sirena que ofrecen milagros económicos sin riesgo ni esfuerzo
VALÈNCIA.-Eduardo Bolinches Martínez (Segorbe, 1972) lleva casi tres décadas a pie de obra en los mercados financieros. Diplomado en Ciencias Empresariales por la Universitat Jaume I de Castellón, inició su trayectoria profesional en la extinta sociedad de valores Corporación de Agentes de Cambio y Bolsa, pasando por Benito y Monjardin SV, Fibanc, Mediolanum y desde 2003 es asesor financiero independiente.
Fundador y director de Bolsacash.com no tardó mucho en mostrar su interés personal y profesional por este mundillo. Desde los diecisiete años ha acudido a numerosos cursos de toda índole relacionados con los mercados financieros, impartidos por multitud de entidades como universidades, el Instituto MEFF y la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF).
Unas jornadas de puertas abiertas en la Universidad de Castellón sobre bolsa le llevaron a apuntarse. «El curso fue fabuloso y no solo me despertó mucho interés a mí sino que todos los alumnos fuimos en masa a la única sociedad de valores y bolsa que había en Castellón... El destino quiso que un mes después estuviera trabajando en dicha sociedad. Luego proliferaron muchas más, pero desgraciadamente, a fecha de hoy, solo sobrevive una», se lamenta este colaborador habitual de un buen número de medios de comunicación, cuya válvula de escape de su intenso día a día es «el bricolaje de todo tipo».
A la hora de invertir tiene claro que se necesita «una base sólida y esta se consigue con un tablero bien grueso, que es la formación, apoyado en sus cuatro patas disciplinarias: análisis técnico, análisis fundamental, gestión monetaria y gestión del riesgo». Porque, de lo contrario, la probabilidad de quedarse en el camino es muy elevada. «He conocido a un par de miles de inversores peleándose día a día en el mercado y hoy se pueden contar con los dedos de las manos los que siguen en la brecha».
Bolinches, que también imparte cursos de trading y forex, recuerda tres cosas a tener en cuenta antes de ‘tradear’ en los mercados: formación, disciplina y mucha humildad. «Hay que ser consciente de que eres una gacelilla, que acudes al mercado diariamente a beber tu cantidad diaria de agua con todas las precauciones que se deben tener en la jungla financiera. Debes dejar tu ego y avaricia fuera del despacho para evitar morir financieramente hablando».
Sobre la proliferación de los robo advisors o sistemas automatizados es claro y contundente: «A la gente lo único que le importa es ganar dinero con el menor riesgo posible, siendo esta variable la que condiciona realmente el producto elegido por el inversor. Qué duda cabe que es el producto de moda, pero sospecho que los inversores se darán cuenta que lo que aparentemente es un sistema personalizado, lo que hay detrás, no es más que una infraestructura diseñada para las masas donde, con mayor o menor acierto, al igual que sucede con los asesores y analistas, te recomienda una determinada estrategia».
Pero ¿se puede vivir del trading? Si se cuenta con el suficiente capital, formación, experiencia y disciplina, sin lugar a dudas se puede. El problema radica cuando te lo planteas con una cuenta de 30.000 euros tras haber realizado un curso de trading de una semana de duración o llevas tres meses operando en una cuenta demo del broker de turno. Estás cavando tu tumba».
Desde hace muchos años, a la hora de operar en bolsa se centra en las siete primeras cotizadas del Ibex 35 por capitalización, mientras que el resto de activos con los que trabaja son índices como el propio Ibex 35, Dax 30, S&P 500 y «luego amplío a los principales pares de divisas, donde la fiabilidad del análisis técnico es brutal en comparación con el resto de activos».
Desde su atalaya atisba que la cultura financiera de los castellonenses ha cambiado mucho —y a mejor— en los últimos años. «La labor divulgativa de los distintos entes en Castellón encabezados por la Universitat Jaume I es envidiable». Sin embargo, echa de menos las salas de bolsa que abundaban hace veinte años en la ciudad de la Plana: «En la década de los noventa el producto estrella eran las acciones. Todos se aglutinaban en las diferentes salas de bolsa que había en la ciudad. Luego se pasó a los warrants y posteriormente a los futuros. La irrupción de los brokers online dejó en desuso las salas de bolsa y actualmente todo el mundo opera desde casa y las pocas salas de bolsa que hay son más centros de encuentro para charlar con amigos y pasar el rato que para operar».
Su recomendación a los novatos es que «tengan mucha paciencia, que se formen bien y adquieran los conocimientos necesarios para dominar el análisis técnico y desarrollar un sistema de trading coherente con su disponibilidad para el seguimiento del mercado». Y también, «hacer caso omiso a lo que vean y lean en internet al respecto de ‘Alcanza tu independencia financiera’, ‘Multiplica tu dinero’, ‘Sácate un sueldo’, etc.».
Por último, preguntado sobre las recomendaciones de compra que le daría a los lectores de Plaza, Bolinches lo tiene claro: «Lo de siempre, es decir, valores con gran peso dentro del Ibex 35, y solo me sentiría con vocación ‘largoplacista’ en Banco Santander, Inditex o Repsol, siempre y cuando mantengan cierres sostenidos por encima de los 10.700 puntos».
* Este artículo se publicó originalmente en el número 36 (octubre) de la revista Plaza