VALÈNCIA (EFE/Óscar Tomasi). Las consecuencias económicas de la invasión rusa a Ucrania serán notables incluso en el caso de que se llegue a un alto el fuego y ralentizarán el crecimiento de España, penalizado por la subida de los precios del crudo y el gas, pero también por el menor dinamismo de otros socios europeos.
El diagnóstico es compartido por diferentes analistas y expertos consultados por EFE, que dan por descontado que algunas de las sanciones a Moscú se alargarán en el tiempo aunque se ponga freno a la escalada militar y se alcance un acuerdo.
El Gobierno tiene previsto actualizar sus proyecciones macroeconómicas antes de que finalice abril. Hasta ahora, su previsión apunta a una subida del PIB del 7 % en 2022, una cifra que está desfasada y ya era contestada por la mayoría de servicios de estudios, que situaban antes del conflicto el crecimiento del país entre el 5 y el 6 %.
De momento, entidades como Standard & Poor's y la Cámara de Comercio de España ya han comenzado a revisar sus predicciones: la primera ha rebajado su estimación 8 décimas, del 6,2 al 5,4 %, y la segunda la ha recortado en 1,2 puntos, del 5,5 al 4,3 %.
Estas primeras rebajas se sustentan en un cuadro macroeconómico que ha cambiado sobremanera respecto al que manejaba el Gobierno cuando diseñó sus presupuestos para 2022, especialmente en cuanto al precio del crudo.
Las proyecciones del Ejecutivo se basaban en un barril de Brent -la referencia en Europa- en el entorno de los 60 dólares, cuando en lo que va de 2022 ha cotizado de media en 94 dólares, un 50 % por encima, con momentos álgidos en los que llegó a rozar los 140.
Las previsiones de la Cámara de Comercio toman como base por ejemplo que por cada diez dólares que sube el barril respecto a lo estimado inicialmente, el impacto en el PIB español es de medio punto menos.
El tipo de cambio que tomaba como referencia el Ejecutivo era de 1,2 dólares por euro, mientras que desde que comenzó la invasión -el pasado 24 de febrero- ha caído hasta 1,08 dólares esta semana, situándose en niveles de mayo de 2020, en pleno confinamiento.
De momento el euríbor a tres meses sigue en el entorno del 0,5 %, pero también hay cambios en la cotización de la deuda española a diez años, que ronda ahora el 1,3 %, lejos del 0,9 % que figuraba en el cuadro macro del Gobierno.
"Hay una serie de tendencias de fondo, y son las mismas para todos los analistas. Se espera una apreciación del dólar, una desaceleración del crecimiento del PIB en la Unión Europea, un mayor precio del barril de petróleo, una subida de los tipos... Y todo esto combinado a la vez", desgrana el director del servicio de estudios de la Cámara de España, Raúl Mínguez.
Mínguez recuerda que la relación de España con Rusia y Ucrania dista de ser especialmente intensa, pero sí lo es para otros socios europeos clave como es el caso de Alemania, Polonia o República Checa, con los que el país mantiene relaciones más estrechas no solo a nivel puramente comercial, sino también debido a la llegada de turistas de estas nacionalidades.
El economista jefe para España del BBVA Research, Miguel Cardoso, subraya a EFE que incluso en el caso de que Rusia y Ucrania alcancen un acuerdo "es difícil que a corto plazo haya una revisión de las sanciones sobre Moscú, por lo que los precios del gas y del petróleo seguirán siendo altos durante un tiempo prolongado".
"Esto no se deshace de un día para otro así como así, las sanciones impuestas son únicas teniendo en cuenta el tamaño del país", recalca.
En este sentido, insiste en el impacto de la subida del barril de Brent, ya que España presenta un déficit energético de unos 20.000 millones de euros anuales, cifra que se ve agravada de forma sustancial si el precio aumenta.
"Con un crecimiento de 80 a 100 dólares el barril, de un 25 %, el impacto en el crecimiento sería de un punto o punto y medio menos de PIB", calcula.
Del lado positivo, Cardoso considera importante que España alargara el pasado año los vencimientos de deuda -por encima de los ocho años-, ya que renovarla ahora saldría más caro, y defiende que la posibilidad de volver a recuperar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y otros instrumentos permitirían que el impacto en los ingresos fiscales del Estado sea bajo.
En su opinión, la decisión del Consejo Europeo del próximo 24 y 25 de marzo será clave para ver cómo se aborda la subida de los precios de la electricidad, un tema que para la industria y ciertos sectores tiene una importancia "dramática"; pase lo que pase, pronostica que la UE se verá obligada a acelerar su transición energética.