MADRID, (EP). La fotoexposición excesiva, el daño solar, las enfermedades de transmisión sexual y el acné son algunos de los problemas más frecuentes en la piel del adolescente, siendo el acné el que más preocupa ya que "constituye el 24 por ciento de las consultas dermatológicas, ocupando el primer puesto de las consultas realizadas por pacientes adolescentes", ha asegurado el miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Barabash Neila.
El 78 por ciento de la población padecerá acné a lo largo de su vida, siendo la edad máxima de prevalencia de la enfermedad entre los 14 y 16 años. El problema, según ha explicado, es que el 40 por ciento de los adolescentes se siente acomplejado, y al 49 por ciento les impide una relación fluida con el sexo opuesto.
Además, ha asegurado que hasta un 32 por ciento de las mujeres adolescentes reconocen que el acné les preocupa bastante o mucho y que este porcentaje desciende hasta el 17 por ciento cuando se trata de la respuesta que dan los varones adolescentes.
Por ello, y con motivo del Día Internacional de la Juventud, el 12 de agosto, desde la AEDV han ofrecido una serie de recomendaciones para tratar el acné juvenil. Según la edad y la gravedad del cuadro clínico, se pueden utilizar desde tratamientos tópicos hasta sistémicos como antibióticos o retinoides orales.
Es necesario, ha explicado el experto, acudir a un dermatólogo profesional porque existen muchos mitos sobre el acné como que la exposición solar no mejora esta patología o que el chocolate y las comidas grasas pueden causar el acné. De hecho, estudios científicos no han encontrado evidencias de que algún alimento produzca o empeore el acné. La principal recomendación es seguir una dieta equilibrada, sana y variada, rica en frutas y verduras.
"La mayor parte de la radiación solar acumulada se recibe antes de los 19 años de edad, etapa en que estar bronceado es visto socialmente como signo de belleza. Este concepto ha dado lugar a que los adolescentes se sometan a exposiciones largas y frecuentes al sol por el desconocimiento que tienen de los daños que pueden ocasionar en la piel", ha advertido el doctor Neila.
Sin embargo, prosigue, "las quemaduras solares a estas edades comportan un riesgo elevado de desarrollo de cáncer de piel en la vida adulta, especialmente melanoma, y un envejecimiento prematuro", y es que hasta el 75 por ciento de los adolescentes entre 13 y 17 años reconocen quemaduras solares en el último verano.
Según el doctor, el problema en los adolescentes reside en que mantienen prácticas sexuales sin recordar que existe riesgo de contagio de enfermedades que no pueden ser fácilmente curables como el SIDA, la sífilis o la hepatitis B, entre otras.
En este sentido, "uno de cada 4 adolescentes va a padecer una ETS antes de terminar el bachillerato". Además, ha informado de que los jóvenes entre 15 y 24 años representan el 50 por ciento de las personas que son diagnosticadas de ETS cada año, y uno de cada 4 adolescentes porta el virus del papiloma humano.
Los factores de riesgo que se asocian a este problema son el sexo sin protección, las relaciones sexuales a edades tempranas, el sistema inmune y la falta de madurez del cuello del útero o el uso de alcohol y drogas.
Por otra parte, el experto ha profundizado en otras dermatosis que se desarrollan en la misma franja de edad como la dermatitis seborreica, la alopecia androgenética y la hiperhidrosis. Respecto a la primera, afecta del 2 al 5 por ciento de adolescentes y se caracteriza por una erupción eritematopapulosa y por la presencia de escamas grasas y amarillentas.
La alopecia y la hiperhidrosis son dos patologías relacionadas con el cambio hormonal puberal. La primera está presente hasta en el 15 por ciento de los adolescentes, mientras que la segunda alcanza una prevalencia hasta el 1,6 por ciento entre los jóvenes.
Por último, los piercings y tatuajes son factores de riesgo que afectan a la piel. Las complicaciones más vistas con los tatuajes permanentes son la fotosensibilidad, reacción a cuerpo extraño, hipersensibilidad e infecciones. Por otra parte, hasta un 43 por ciento de los piercings tienen complicaciones (más que los tatuajes), la mayoría de causa infecciosa.