VALÊNCIA, (EFE). El coordinador de la Unidad de Cardiopatía Congénita del Adulto del Hospital La Fe de València, Joaquín Rueda, ha destacado que cerca del 90 % de las personas que nacen con una cardiopatía congénita llega a la vida adulta, pero muchos de ellos lo hace tras ser intervenidos en varias ocasiones.
"Las cardiopatías congénitas son la anomalía congénita más frecuente del corazón", ha asegurado Rueda tras ser preguntado por la enfermedad que sufría la exministra de Defensa, Carme Chacón, fallecida el pasado fin de semana en su domicilio de Madrid.
Según el experto, hay más de cien tipos de cardiopatías congénitas "con mucha diferencia en cuanto a su gravedad y en cuento a las posibilidades posteriores de reparaciones quirúrgicas y de pronóstico cuando el afectado se hace adulto".
A su juicio, es "impresionante" lo ocurrido con las cardiopatías congénitas, ya que hace 50 años solo un 20 ó un 25 por ciento de las personas que nacía con esta dolencia llegaba a una vida adulta, mientras que ahora "estamos hablando de más del 85 %".
"Prácticamente el 90 % de las personas que nacen con una cardiopatía congénita llega a la vida adulta", pero muchos de ellos lo hacen tras ser sometidos a "varias intervenciones" y con la posibilidad de "requerir muchas más" operaciones, ha afirmado.
Según Rueda "hablamos de personas que deben seguir un control periódico y dentro de unos centros especializados" porque la complejidad de estas enfermedades "puede ser muy grande".
El experto ha indicado que cuando uno nace con una cardiopatía congénita, sobre todo si es de complejidad moderada o alta -casi el 50 % de todas- "podemos hablar de una enfermedad crónica".
"Se puede hacer una vida mas o menos normal pero requiere de unos controles porque está expuesto a requerir múltiples cirugías e incluso la necesidad de ponerle un marcapasos u otros dispositivos como un desfibrilador que prolongue su vida y calidad de vida", agrega Rueda.
Según el experto, hablar de "corazón al revés", una expresión que usó Carme Chacón para hablar de la cardiopatía congénita que sufría, puede ser "muchas cosas. Hay muchas posibilidades y es una manera coloquial que puede encuadrar a muchas cardiopatías".
Ha indicado que a veces "hablamos de trasposiciones de grandes vasos cuando la salida de la aorta y la pulmonar la hace a partir de ventrículos que no son los que deberían de ser. Es decir, la aorta sale del ventrículo derecho y la pulmonar sale del ventrículo izquierdo".
Según ha indicado, una de las complicaciones de las cardiopatías congénitas es que el corazón "vaya muy lento, que se produzcan bloqueos, o al revés, que haya taquicardias que pueden llegar a ser muy graves".
Joaquín Rueda ha destacado que los afectados por cardiopatías congénitas "son un grupo de personas que han sido sometidas a una cirugía o corrección de niño, a unos cuidados impresionantes, y se ha conseguido, y hay que comentarlo con mucho orgullo, unas supervivencias altísimas".
"Tenemos que poner mucho énfasis en que este logro se mantenga y que las personas en edad adulta sean controladas en centros que tengan experiencia, puedan dar una asistencia profesional y que ese pronóstico que tienen mucho mejor en edad joven, se pueda prolongar ya en adulto", ha dicho.
También ha indicado que hay personas a las que se le puede diagnosticar la cardiopatía congénita en edad adulta y es importante que esos pacientes sean vistos por especialistas.
A su juicio, es importante que cuando son niños que están controlados por cardiólogos pediatras, haya una transferencia de la cardiología pediátrica a la cardiología de adultos en centros especializados.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones