Llega la primera aula multisensorial valenciana en un colegio público

VALÈNCIA, (EP). La primera aula multisensorial pública valenciana, ubicada en el CEIP San Luis de Buñol, cuenta con una ayuda de 4.500 euros de proyectos de investigación e innovación educativa en centros docentes sostenidos con fondos públicos para el curso 2016-2017, convocados por la Dirección General de Política Educativa.

El conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha visitado este lunes el aula multisensorial, que constituye la primera de estas características ubicada en un centro público del territorio valenciano.

El aula, puesta en marcha durante este curso escolar, es una apuesta innovadora y creativa basada en las pedagogías de integración de Montessori, Waldof y Ayres, y en la sensibilización sensorial. "Se trata de un proyecto para prevenir y mejorar las dificultades en la educación", según ha informado la Generalitat.

Finalidad pedagógica

Las aulas multisensoriales se utilizan habitualmente en centros de Educación Especial con el fin de proporcionar apoyo terapéutico positivo al alumnado de estos centros. No obstante, aunque tendrá preferencia en su uso el alumnado de Educación Infantil y de Necesidades Educativas Especiales, el aula podrá ser utilizada por todo el alumnado del centro.

La idea de disponer de un aula de estas características surgió del profesorado de Infantil del centro, formado en nuevas pedagogías. Actualmente, todos los profesores están formándose para poder trabajar en el desarrollo de la sensibilidad del alumnado y en los beneficios que ofrece para los procesos de enseñanza-aprendizaje.

La principal finalidad de las aulas multisensoriales es que el alumnado tenga la oportunidad de estar expuesto a estímulos controlados con un doble objetivo: adquirir una serie de aprendizajes mediante el descubrimiento y desarrollar el máximo potencial de sus habilidades escolares, sociales e intelectuales.

Entre las principales ventajas destaca la potenciación de las relaciones positivas entre alumnos o con los profesores, al reducirse el estrés y la rigidez típica de los centros educativos; la mejora en la coordinación y la concentración; la estimulación del pensamiento lógico; y, además, favorecen la comunicación no verbal y el bienestar emocional y el equilibrio psicológico.