El alcalde de Rafelbunyol, Fran López. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. El alcalde de Rafelbunyol, Fran López, renunció este domingo a que le fuera administrada la segunda dosis de la vacuna según informaron a este diario fuentes oficiales del PSPV preguntadas por este diario, justo el día en el que precisamente se procedía a la aplicación del compuesto en la residencia de su municipio.
Una decisión adoptada después de la polémica surgida con diversos alcaldes a los que le fue inyectada la primera dosis del compuesto de Pfizer debido a que había sobrantes en las jornadas de vacunación por distintas circunstancias.
En el caso de López, según él mismo explicó a este diario la pasada semana, acudió el primer día de vacunación -el 27 de diciembre- a la residencia de ancianos de su municipio, Rafelbunyol, como presidente del Consejo de Administración de la entidad pública. Tras vacunarse los residentes, trabajadores del centro y personal sanitario, se le ofreció recibir una dosis sobrante, que aceptó con el objetivo de "dar ejemplo" y animar así a superar las reticencias de algunas personas a recibirla.
Al conocerse y surgir las críticas, el alcalde admitió en Plaza Radio que, visto con perspectiva, su decisión no había sido acertada y pidió disculpas. No obstante, la Conselleria de Igualdad anunció una investigación para conocer los hechos en concreto, que se sumó a la abierta por la Conselleria de Sanidad tras conocerse el caso de los alcaldes de El Verger y de Els Poblets (pareja y también miembros del PSPV), también vacunados por existir dosis sobrantes.
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En esta línea, el PSPV-PSOE anunció la suspensión cautelar de militancia de los alcaldes 'vacunados' hasta que se aclaren los hechos dado que, cabe recordar, el protocolo marca que en esta primera tanda solo debían recibir la dosis los ancianos en residencias y los trabajadores del centro, a los que ahora se les han unido los sanitarios de primera línea. Unos grupos de riesgo entre los que no se encuentran estos alcaldes.
La decisión de no recibir la segunda dosis por parte de López tiene como consecuencia que pierde la posibilidad de resultar inmunizado ante el virus, dado que esta fase es esencial para que la vacuna sea efectiva. O lo que es lo mismo, la dosis que aquel primer día le fue inyectada para no ser desechada (una vez realizada la mezcla dura apenas unas horas), lo ha sido ahora al no proseguir el tratamiento.
Preguntada por este asunto el viernes, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, de Compromís, criticó duramente a los alcaldes: "Aquí nadie puede saltarse la cola para ponerse la vacuna", recalcó. En esta línea, su partido, junto al PP y Ciudadanos pidieron un pleno extraordinario en el municipio para solicitar la dimisión del alcalde.
No es el único caso el de estos primeros ediles. Este sábado se conoció que el alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, en este caso del PP, también se había vacunado durante el proceso de la residencia de su municipio.
