VALÈNCIA. La crisis desatada en el Partido Popular parece tener una solución determinada que puede mitigar las heridas producidas por el enfrentamiento entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso: el aterrizaje como próximo líder del gallego Alberto Núñez Feijóo, que este viernes visita València, es el avalado de forma mayoritario en la formación, lo que al menos de cara al exterior, permite vislumbrar una salida del conflicto que no cause mayor desgaste a las siglas del necesario.
Ahora bien, esta elección del nuevo líder, que se ratificará en el congreso extraordinario convocado para el primer fin de semana de abril, también abre la puerta a que algunos críticos durmientes se hayan desperezado y decidan pasar a la actividad frente a decisiones adoptadas en el pasado en la Comunitat Valenciana.
En el caso de la provincia de Castellón, los críticos con la actual dirección provincial están reagrupados ante los cambios que se avecinan con la llegada de Feijóo a la dirección nacional. La renovación en la provincia más al norte de la Comunitat se hizo hace apenas unos meses y el liderazgo fue impuesto con una maniobra del exsecretario general nacional, Teodoro García Egea y cuyo objetivo final era restar aliados a la expresidenta regional Isabel Bonig.
Sin embargo, la crisis nacional ha caído como una losa en una dirección cuyo cemento aún no ha solidificado, ya que se estaba inmerso en la renovación de agrupaciones locales que servían, a la vez, para laminar a los críticos.
A ello se le añaden conflictos de envergadura como el de Onda, donde se ha impuesto una gestora; Almenara, que ha acabado con un portazo de la expresidenta y la bajada de decenas de afiliados; la división en Nules por las primarias; las heridas abiertas en Vinaròs, así como en varios municipios del Alto Mijares, Burriana o la Vall d’Uixó.
De hecho, el intento de celebrar primarias contra la elegida por Casado y Egea, Marta Barrachina para presidir el PP, evidenció también una corriente alternativa en las grandes ciudades como Castelló o Vila-real y durante este tiempo, los diferentes conflictos abiertos han creado un campo de cultivo de hostilidad contra Barrachina y su secretario general, Salvador Aguilella, así como el cordón umbilical que la dirección provincial tenía con Egea como es la senadora Salomé Pradas.
Aunque menos focalizadas a día de hoy, también existieron fuertes discrepancias en su día ante la imposición desde Madrid del alcalde de Gavarda, Vicente Mompó, como secretario provincial. El acuerdo alumbrado en su día se hizo a regañadientes por varias de las partes: en estos momentos, la situación es relativamente estable pero no son pocos los movimientos dentro del partido que apuntan a la creación de una corriente alternativa dentro de la formación popular en la provincia formada por en su día afines a Isabel Bonig, a la ex vicesecretaria de Organización Mari Carmen Contelles y a diversos grupos de agraviados en aquel proceso interno al que se llegó por imposición.
Esto, unido a algunos roces que Mompó ha sostenido desde su nombramiento con la secretaria general del PP, María José Catalá, dejan al presidente provincial como un dirigente sobre el que pesa cierta aura de desprotección a medio plazo.
A ello hay que unir los que ya públicamente han venido mostrando públicamente su rechazo al nuevo orden establecido en el PPCV desde Madrid, como el sector del alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, quien se presentó en las primarias frente a Mazón aunque con muy pocos respaldos, o colectivos como el de Foro Populares 2020, con históricos como Pedro Agramunt o Francisco Camps en sus filas.
En cuanto a la provincia de Alicante, de donde procede el líder regional, Carlos Mazón, la oposición interna está todavía 'verde' pero es cierto que el cambio de liderazgo en Madrid también ha provocado que las miradas se dirijan a personas que, ya en su día, habían mostrado reticencias a la imposición del nuevo líder del PPCV por parte de Génova.
Así, fuentes populares señalan al alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, como uno de los dirigentes que ha mostrado mayor independencia en esta etapa. Además, también podrían buscar espacio en esta situación afines al ex presidente provincial José Císcar y a la exlíder Isabel Bonig, como su ex secretaria general Eva Ortiz. Sobre esto, responsables del partido ven comarcas como la Marina Alta, l'Alcoià y el Comtat, como las que podrían aglutinar menor sintonía con el actual líder, Carlos Mazón.
Por otro lado, en la tarde noche de este jueves el Comité Organizador del Congreso extraordinario del PP (COC) proclamó a Feijóo como candidato único al congreso después de que se comprobara que la valenciana Alexia Herranz, no había logrado reunir los 100 avales necesarios para concurrir.
Según informó el presidente del COC, Esteban González Pons, de los 41 avales presentados por Herranz en la sede de València sólo 17 estaban "al corriente del pago de las cuotas". Además, la militante de Gandia aseguró haber presentado 120 en total sumando entregas en otros puntos de España, si bien desde el PP se aseguró que no había constancia de la entrega de ninguna de esas firmas.