Gabriel Echávarri, alcalde de AlicanteVALENCIA. El pulso entre la patronal Coepa, el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat sobre el plan a seguir para salvar a la organización se mantiene a pocos días de que finalice el plazo para renegociar su deuda o declarar el concurso de acreedores. Después de que su directiva anunciase el pasado lunes una ronda contactos institucionales para implicar a las administraciones en su rescate, el Ayuntamiento de Alicante, el actor principal de esa operación, ha vinculado su apoyo a Coepa a que se cumplan una serie de exigencias.
El Consistorio ya ha trasladado al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) sus condiciones para participar en la salvación de Coepa, una serie de imposiciones que supondrían la salida de la cúpula actual y la creación de una mesa de trabajo para el futuro de la patronal alicantina con participación de la administración local y autonómica.
En concreto, el Consistorio que encabeza el socialista Gabriel Echávarri plantea la dimisión en bloque del actual comité ejecutivo de Coepa, con su presidente Moisés Jiménez a la cabeza, y la creación de una gestora que pilotase la transición. El Consistorio no podría inconvenientes a que el vicepresidente Francisco Gómez asumiera la presidencia, pero de forma interina.
Uno de los puntos más destacados es la exigencia de redacción de unos nuevos estatutos para reintegrar a organizaciones que fueron expulsadas por los actuales gestores.
El caso más evidente es el de Cepyme Alicante. Su presidente, Cristóbal Navarro, está enfrentado desde hace años con los actuales gestores de Coepa, una guerra que está detrás de muchos de los problemas que arrastra Coepa.
Sin ir más lejos, fue Navarro quien instó al IVF a exigir a Coepa la devolución del crédito de 3 millones que le concedió para construir el centro de oficios, una reclamación que provocó la solicitud de preconcurso de la patronal.
Tras la reforma de los estatutos para readmitir a las organizaciones que han salido en los últimos años, como la mencionada Cepyme o Fempa (metal) y a otras como el lobby Ineca, el Ayuntamiento quiere que se convoquen elecciones a la presidencia con una cúpula al estilo de la patronal nacional CEOE, que su última renovación adelgazó su cúpula.
Se prevé crear una mesa de trabajo para el futuro de la patronal con presencia del Ayuntamiento y Generalitat
La última etapa en la transición hacia un nuevo modelo de organización empresarial sería la creación de mesa de trabajo para el futuro de la patronal alicantina, con presencia del Ayuntamiento y Generalitat. Esta sería uno de los puntos innegociables para que el Consistorio se implicase en la salvación de Coepa.
Tanto el Ayuntamiento como la Generalitat necesitan un pretexto político para justificar una salida que, en definitiva, implicaría el consumo de recursos públicos para mantener a flote una organización empresarial.
Moisés Jiménez. Foto: EVA MÁÑEZLa organización que preside Moisés Jiménez se acogió al preconcurso a principios de noviembre ante la amenaza de embargo de sus bienes por parte del IVF por el impago del préstamo del centro de formación. La patronal ha planteado a la Conselleria de Hacienda la devolución del inmueble a cambio de cancelar la deuda, solución que no fue aceptada.
El centro, construido sobre suelo municipal, lleva tiempo sin actividad. La alternativa planteada por el IVF para permitir a la patronal de Alicante librarse de la losa de la deuda pasa por que el Consistorio reclame la titularidad del suelo con el pretexto de que ya no se estarían cumpliendo los fines formativos para los que se cedió.
Tras ello, el IVF permitiría al Ayuntamiento la devolución de la deuda aparejada al edificio en condiciones más ventajosas de las que está dispuesto a aceptar en el caso de Coepa.
En relación al último órdago lanzado por los dirigentes de la patronal, el alcalde de Alicante manifestó este martes que Coepa "no ha tenido ningún contacto oficial, institucionalmente hablando, desde hace varios meses" con el Consistorio y ha lamentado que "nunca nadie" ha solicitado un encuentro con el equipo de Gobierno. Aún así, ha esperado que "el plan sea realmente serio y realista".
Desde Valencia, mientras tanto, se mira de reojo cuál puede ser el desenlace de los problemas por los que atraviesa Coepa, uno de sus socios fundadores. La eventual entrada en concurso de acreedores de la confederación alicantina tendría un impacto negativo sobre el resto de organizaciones empresariales, particularmente la autonómica Cierval, a la que debe medio millón de euros por cuotas impagadas.
