VALÈNCIA. Los propietarios de más de medio centenar de solares repartidos por toda la ciudad de València han recibido o recibirán próximamente una orden de edificación del Ayuntamiento. La concejalía de Urbanismo ha detectado que, al menos, 62 solares baldíos del Cap i Casal cumplen los requisitos para empezar a ser urbanizados, por lo que ha dictado la orden para que los dueños empiecen el proceso de construcción en 34 de ellos. En los 28 restantes, ya se tramita la instrucción.
La delegación municipal de Urbanismo puso en marcha en febrero de 2019, cuando dirigía el departamento el edil Vicent Sarrià, un Registro de Solares público y accesible con la finalidad de movilizar los solares baldíos con los que cuenta la ciudad. La intención última es mejorar el parque de vivienda de la ciudad ante el incremento de los precios que ha experimentado el mercado en los últimos años, tanto en régimen de alquiler como de compraventa.
Eso se puede hacer por varias vías. La política del equipo de gobierno es que la ciudad crezca "hacia dentro", en lugar de expandirse en detrimento de la huerta periurbana. Esto es: que los vacíos urbanos que existen se vayan edificando para completar la urbanización de los barrios sin necesidad de que la ciudad crezca más allá de sus fronteras. Y el registro de solares permite forzar a la construcción en estos emplazamientos, bien por sus propietarios, bien por terceros.
Así, el consistorio contabilizó en toda València 174 parcelas vacías que podían ser susceptibles de estar inscritas en el registro, de las cuales resultó que tras el estudio pormenorizado, 44 no cumplían con los requisitos: bien se encuentran en Unidades de Ejecución, bien no se pueden edificar, o bien ya tienen licencia en trámite. Por ello, los esfuerzos se han centrado en los vacíos restantes.
En la concejalía de Urbanismo, que ahora dirige Sandra Gómez, explican que el procedimiento para que el consistorio registre una propiedad en este listado no es sencilla. El Ayuntamiento manda una orden de construcción a los propietarios con solares o edificios en mal estado que no hayan actuado durante años. Los dueños tienen tres opciones. Por un lado, pueden cumplir la orden y pedir licencia; o mostrar su voluntad de construir de forma concertada mediante un convenio con un promotor. En este caso, el solar queda inscrito en el registro para que los promotores puedan postularse para ejecutar un proyecto con los dueños.
Para evitar que los propietarios pudieran solicitar la licencia con el fin de evitar el registro y que finalmente las obras se demoraran en exceso o no se llevaran a cabo, el consistorio introdujo un cambio en la regulación. Con ella, los propietarios que piden la licencia deben ingresar el 5% del coste de la obra en forma de garantía. Cuantía que perderían en caso de no proceder a la construcción del edificio. De esta manera, explican en el consistorio, se evita "que se pidan licencias que luego no se materializan para evitar la inscripción".
La última opción para los propietarios es negarse a cumplir con la orden de edificación o rehabilitación. Una actitud que no libra a los dueños de construir, dado que el Ayuntamiento inscribe el solar en el registro para la edificación forzosa e incluso puede suponer la sustitución del propietario, la expropiación o la venta forzosa. Al final, antes o después, la parcela se edificará.
Además de las 62 órdenes de edificación que ya se han dictado o están tramitándose, el Ayuntamiento ya ha conseguido movilizar mediante esta vía 29 solares, que han pedido la licencia de construcción. Casi una treintena de mellas en València que están en vías de transformarse en edificios. Por el momento, en sólo 5 casos se ha llegado al caso de que el propietario ha rechazado edificar y tendrá que ser un tercero el que lo haga. Mientras, el registro de solares, que puede consultarse por internet de manera sencilla, cuenta con 42 parcelas a la espera de promotor. Son tanto solares como edificios necesitados de rehabilitación.