VALÈNCIA. 2021 será el año en el que empiecen las obras para la construcción del polideportivo proyectado en una de las naves del Parque Central de València más de dos años después de que el recinto se inaugurara para el público. Al menos así lo proyectan desde el gobierno municipal de la ciudad, cuya delegación de Deportes prevé adjudicar el contrato en la segunda mitad del próximo ejercicio.
El proyecto pasó en verano por la Comisión de Patrimonio municipal y el próximo paso será empezar la licitación, cuyo presupuesto base se antoja en unos 2,5 millones de euros y será una inversión plurianual. Parte de ellos, se empezarían a abonar en 2021. El concurso incluye la ejecución del proyecto inicial, de las obras complementarias así como la adecuación de las instalaciones de aire acondicionado, que darán servicio al resto de naves del parque.
Los trabajos de diseño del espacio ya fueron adjudicados en mayo de 2018 por unos 82.000 euros. Como publicó este diario, un imprevisto había retrasado el proyecto. Con el diseño ya avanzado, hubo que implementar modificaciones con motivo de la inclusión en la nave de las mencionadas instalaciones de suministro, inicialmente no previstas, según explicaban fuentes consistoriales.
Este espacio polideportivo es uno de los deberes que arrastra la administración local en el magnánimo parque, abierto a finales de 2018. El espacio cuenta con varias naves del arquitecto Demetrio Ribes, situadas en una de las entradas del parque. Sólo una de ellas se ha abierto al público, la que acoge los servicios de la Universitat Popular. El resto permanecen con el cerrojo echado: una prevista para usos sociales y juveniles, la de uso cultural -cuya apertura se esperaba para mayo, pero se ha retrasado-, y la que contendrá el mencionado polideportivo. El proyecto del espacio deportivo proyecta en dicha nave, la mayor de todas las del complejo, más de 4.200 metros cuadrados de suelo útil.
También el año que viene se quiere dar un nuevo impulso al nuevo pabellón de San Isidro, bloqueado desde el año pasado, incluyendo crédito para tal inversión. Se trata de una infraestructura exigida por los vecinos del barrio desde la pasada década y todavía no se ha hecho realidad. En 2017 se licitó la redacción del proyecto, que finalizó en 2019. Según aquel documento, tendrá una pista polideportiva y gradas para unas 200 personas, además de una sala multideporte con rocódromo. Desde entonces, no se ha empezado con las obras por falta de crédito.
En materia de inversiones precisamente, la Fundación Deportiva Municipal va a aumentar muy notoriamente su presupuesto. El organismo dependiente del consistorio aprobó a finales de octubre sus cuentas para el año que viene, y ascienden a 13,6 millones. Si este ejercicio contaban con unos 25.000 euros de inversiones reales, el año que viene dispondrá de 600.000 euros, dedicados a proyectos de construcción como los mencionados y al mantenimiento de instalaciones antiguas.
