La fuente ya había sido rehabilitada por valor de medio millón de euros, y el color de la pintura se había perdido
VALÈNCIA. Tres fueron los años que el Ayuntamiento de València invirtió en rehabilitar la fuente del Palau de la Música. Entre 2016 y 2019 se llevaron a cabo obras por valor de medio millón de euros para que la fuente volviera a lucir el rojo intenso del proyecto inicial del arquitecto Ricardo Bofill.
En la última intervención de dicha rehabilitación la fuente se limpió a fondo y se repararon las bombas de impulsión, todo ello por valor de 9.800 euros. Sin embargo, como ya contaba este diario el pasado febrero, la fuente no tardó en perder la intensidad de un rojo que tanto había costado.
Fuentes de la concejalía de Ecología Urbana y la vicealcaldía de València, dirigida por el edil Sergi Campillo, indicaron que la fuente "se encuentra sucia pero continúa el rojo", si bien admitieron que el color "se lo va comiendo el sol". Ante esta problemática, el Ayuntamiento de València se planteaba diversas soluciones.
En varias ocasiones se han llevado a cabo actuaciones de vaciado para limpiar el fondo, pero se trata de un sistema "muy ineficiente, con un esfuerzo inversor muy alto", así que la concejalía se planteaba modificar este sistema si no se encontraba otra alternativa.
Ahora la intención de la Concejalía, según fuentes de la misma, es poner en marcha una nueva rehabilitación integral para que este problema no se vuelva a dar. Se trata, sin embargo, de una intención a medio plazo, cuando se tenga dinero para acometer tal actuación. Las anteriores obras, que se desarrollaron a lo largo de tres años, costaron medio millón de euros, además de los casi 10.000 euros de su posterior pintura, que, como se vio solo cinco meses después, no sirvieron de mucho.
En diversas ocasiones se ha hecho hincapié desde la concejalía de Ecología Urbana en el hecho de que la fuente del Palau es una de las zonas que más visitas recibe de la ciudad y que, por lo tanto, el gobierno local trabaja por sostenerla y preservarla. Sin embargo, lo cierto es que presenta diversas deficiencias que la oposición no tarda demasiado en señalar.
La concejal del PP, Julia Climent, señaló que la zona del Palau "es uno de los principales lugares de encuentro y esparcimiento de la ciudad de Valencia" pero lamentó "el mal estado de conservación y limpieza en que se encuentra el pavimento que rodea este entorno, así como su fuente y alrededores". Algo que es, a su juicio, "muy evidente y apreciable". En este sentido, la edil recordó que faltan losas del pavimento y las que permanecen están en su mayoría rotas y agrietadas, "implicando un peligro para los visitantes y usuarios".
En este sentido, recordó que "el Ayuntamiento está obligado a mantener y conservar el patrimonio cultural y artístico de la ciudad, así como su entorno", por lo que instó al gobierno municipal de Compromís y PSPV a "resolver urgentemente todas las deficiencias que presenta el suelo de este enclave emblemático de la ciudad". Exigió, pues, "una actuación urgente y coordinada de las delegaciones competentes para que se proceda a su restauración".