El Ayuntamiento incluirá propuestas vecinales y del arquitecto Ezquiaga en el PAI de Benimaclet

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València trabaja en la concepción del futuro PAI de Benimaclet, después de que los tribunales hayan obligado al consistorio municipal a tramitar el programa de Metrovacesa. No obstante, esta decisión no supone que tenga que salir adelante el plan de la promotora, sino que, por derecho, se debe de iniciar el proceso administrativo del proyecto. Sin embargo, durante ese camino, la idea es redefinir el planteamiento e incluir propuestas tanto del arquitecto José María Ezquiaga como de los vecinos del barrio.

De hecho, la propia alcaldesa María José Catalá señaló hace unos días que se está en conversaciones con la compañía para incorporar y retocar su diseño sobre este sector urbanístico de la ciudad. "He de decir que en este momento lo que vamos a hacer es admitir el trámite. A partir de ahí, comienza un periodo de exposición al público, de alegaciones. Es decir, el Ayuntamiento no va a asumir íntegramente todo lo que diga Metrovacesa en Benimaclet. Se comienza la tramitación, se abre un proceso de exposición pública, de alegaciones en el que vamos a mejorar mucho este proyecto", remarcó la primera edil.

Y, parte de las nuevas propuestas que se quieren añadir, son las de Ezquiaga. El arquitecto madrileño, Premio Nacional y Europeo de Arquitectura, se adjudicó un contrato público por 230.000 euros del anterior equipo de gobierno, con el PSPV al frente de la Concejalía de Desarrollo Urbano, para dar una solución a este 'trozo' pendiente de desarrollar del' cap i casal'. Una alternativa que será tenida en consideración, al ser un encargo público. 

En concreto, su solución propone reducir las alturas de los edificios a un máximo de 8 plantas, eliminar las torres de edificios de 30 alturas cuyo diseño 'ejercía' de barrera con la huerta contigua al barrio, duplicar las zonas verdes y ampliar las dotaciones públicas: una escoleta infantil, un mercado municipal demandado por los vecinos del barrio, así como un campo de fútbol para el Sporting de Benimaclet, entre otros. 

También, ampliar las zonas verdes del barrio que pasarían de los 47.000 metros cuadrados que proyectó Metrovacesa a 95.000 a costa de eliminar los espacios ajardinados de uso privativo que proyectaba la promotora. En cambio, las dotaciones públicas se mantendrían en 32.000 metros cuadrados y, a pesar de mantener la edificabilidad, se triplicaría el suelo terciario de 20.000 metros cuadrados a casi 60.000 con el objetivo de que el barrio fuera atractivo para la instalación de empresas. 

Este planteamiento fue presentado este miércoles por la portavoz de los socialitas en el Ayuntamiento de València y exconcejala de Urbanismo, Sandra Gómez, algo que levantó ampollas en el seno del gobierno municipal, que consideró "muy grave" que un proyecto pagado por el Ayuntamiento lo presentara la portavoz del PSOE en la sede de su partido. Y más porque Gómez criticó que no se estuviera teniendo en cuenta este plan, que costó 230.000, pese a que el nuevo equipo de gobierno municipal lleva meses trabajando con el arquitecto. 

"Lo que no se va a hacer es estancar el PAI porque optar por esa medida es negativo para todos los vecinos de Benimaclet, para sus dotaciones públicas, para las zonas verdes que se precisen y, sobre todo, para dotar viviendas", incidió Catalá hace unos días. Por ello, y para conseguir el máximo consenso, también se quieren recoger las ideas de los vecinos para evitar el rechazo que el desarrollo de Metrovacesa provocó y que se materializó en la constitución de diferentes asociaciones opositoras al plan, como Cuidem Benimaclet, que durante años llevó a cabo una cruzada contra el proyecto. 

De esta forma, ahora el Ayuntamiento de Valencia debe iniciar el trámite del proyecto de Metrovacesa y, en ese proceso, se incluirán consideraciones del experto y vecinos, además de propuestas del propio consistorio junto a la empresa, propietaria de la mayoría del suelo. La compañía entonces deberá rehacer su propuesta y presentar una nueva alternativa. En caso de contar con el beneplácito municipal, con todos los informes y evaluaciones pertinentes a favor, el proyecto tendrá que ser aprobado en pleno municipal. 

"Ahora se comienza la tramitación y se abre un proceso de exposición pública y alegaciones en el que vamos a mejorar mucho este proyecto", incidió Catalá. El objetivo del nuevo equipo de gobierno, liderado por los 'populares' es acabar con la parálisis de una actuación urbanística que lleva bloqueada años en un momento de emergencia habitacional. 

Y es que Metrovacesa es el agente urbanizador del sector después de que el Ayuntamiento de València no recurriera la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que falló a favor de la promotora y que obligaba al consistorio a tramitar su proyecto. La compañía, propietaria del 40% del suelo, se alió con pequeños propietarios en Agrupación de Interés Urbanístico y juntos sumaban el 51% de la superficie total del PAI. 

Su propuesta contempla la construcción de 1.345 viviendas en los terrenos que lindan con la Ronda Nord, una superficie de 269.775 metros cuadrados. De ese total, la propuesta de la empresa pasa por destinar a usos públicos el 82% del suelo (equivalente a 220.217 metros cuadrados) y el 18% restante (49.478 metros cuadrados) a uso terciario y residencial. De estos últimos, el 10% se cederá al Ayuntamiento de València. 

No obstante, la anterior corporación municipal, formada por los socialistas y Compromís, tumbó su plan, lo que llevó a la empresa a recurrir la decisión y hace solo unos meses que los tribunales le dieron la razón. Sin embargo, no ha sido hasta estos últimos días cuando la sentencia no ha sido firme al vencer el plazo que tenía el consistorio para recurrir, un derecho que finalmente no ha ejercido.