VALÈNCIA. La portavoz de los socialitas en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez, dio a conocer este miércoles el diseño urbanístico que había previsto para el PAI de Benimaclet Este realizado por el arquitecto José María Ezquiaga. Un encargo que el equipo de gobierno anterior, con el PSPV al frente de la Concejalía de Desarrollo Urbano, realizó al Premio Nacional y Europeo de Arquitectura hace un año por un importe de 230.000 euros con la intención de dar solución para este PAI.
La propuesta, sin embargo, choca con el planeamiento que en su día realizó Metrovacesa, propietaria del 40% del suelo. La compañía se alió con pequeños propietarios en Agrupación de Interés Urbanístico y juntos sumaban el 51% de la superficie total del PAI. Su propuesta, rechazada por la anterior corporación municipal, formada por los socialistas y Compromís, contemplaba la construcción de 1.345 viviendas en los terrenos que lindan con la Ronda Nord, una superficie de 269.775 metros cuadrados. De ese total, la propuesta de la empresa pasa por destinar a usos públicos el 82% del suelo (equivalente a 220.217 metros cuadrados) y el 18% restante (49.478 metros cuadrados) a uso terciario y residencial. De estos últimos, el 10% se cederá al Ayuntamiento de València.
Sin embargo, el redactado y diseño alternativo del plan dado a conocer este miércoles propone reducir las alturas de los edificios a un máximo de 8 plantas, eliminar las torres de edificios de 30 alturas cuyo diseño 'ejercía' de barrera con la huerta contigua al barrio, duplicar las zonas verdes y ampliar las dotaciones públicas: una escoleta infantil, un mercado municipal demandado por los vecinos del barrio, así como un campo de fútbol para el Sporting de Benimaclet, entre otros.
En cifras, la propuesta presentada este miércoles y que Gómez aseguró que Catalá tiene "sobre la mesa desde hace tres meses" -cuando se recibió el proyecto que se había encargado al arquitecto-, supone reducir la red viaria que plantea Metrovacesa de 61.000 metros cuadrados a 32.000, dado que se eliminarían los múltiples viales entre las torres de edificios para acceder de forma rápida a la Ronda Norte. También evitaría la creación de la futura Avenida Valladolid.
En este sentido, las zonas verdes pasarían de 47.000 metros cuadrados a 95.000 a costa de eliminar los espacios ajardinados de uso privativo que proyectaba Metrovacesa; las dotaciones públicas se mantendrían en 32.000 metros cuadrados y, a pesar de mantener la edificabilidad, triplicarían la terciaria de 20.000 metros cuadrados a casi 60.000 con el objetivo de que el barrio fuera atractivo para la instalación de empresas.
En este sentido, la concejala del PSPV y exresponsable de Desarrollo Urbano en el consistorio instó a Catalá a tomar este plan, ya que es una propuesta que se adapta a las exigencias del cambio climático y al urbanismo sostenible. Asimismo, consideró que el nuevo equipo de gobierno debe tener en cuenta la inversión que se realizó en su día -230.000 euros para las arcas públicas- para contratar "servicios profesionales que pudieran dar una solución al barrio" y expuso que este no es un proyecto de PSPV o Compromís, sino que ha sido diseñado por un arquitecto y urbanista desde un punto de vista profesional y no partidista.
Como avanzó este diario, Metrovacesa ha recuperado la gestión urbanística del PAI de Benimaclet después de que el Ayuntamiento de València no recurriera la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que falló a favor de la promotora y que obligaba al consistorio a tramitar el proyecto de la compañía. Los magistrados, en su escrito, rechazaron el argumento del consistorio de excluirlo en base a la nueva filosofía de urbanismo postcovid al señalar que no había hechos nuevos que motivaran esta decisión.
Además, subrayaron que los nuevos criterios urbanísticos que defendía la corporación municipal eran "totalmente diferentes" a los que se tuvieron en cuenta en el momento en el que la compañía presentó su iniciativa y recibió el visto bueno municipal. Unos argumentos que la nueva alcaldesa de València, María José Catalá, apeló para defender la decisión de no recurrir. "Los recursos se presentan cuando desde los equipos jurídicos se ve posibilidad de que se prosperen", señaló para considerar "errática" la postura de la corporación anterior respecto del desarrollo urbanístico.
Por tanto, ahora se deberá trabajar con la promotora para definir el futuro del Benimaclet, tal y como han dejado claro los tribunales. "A partir de ahí comienza un periodo de exposición al público, de alegaciones. Es decir, el Ayuntamiento no va a asumir íntegramente todo lo que diga Metrovacesa en Benimaclet. Se comienza la tramitación, se abre un proceso de exposición pública, de alegaciones en el que vamos a mejorar mucho este proyecto", subrayó hace unos días la primera edil.
Tras la rueda de prensa de Gómez, el gobierno municipal consideró "muy grave" que un proyecto pagado por el Ayuntamiento lo presentara la portavoz del PSOE en la sede del partido. "Desde el gobierno se le ha pedido a Gómez que diga cuánta documentación se ha llevado a la sede del PSOE desde el Ayuntamiento", criticó el concejal de Urbanismo, Juan Giner. En este sentido, el edil explicó que a Ezquiaga "lo ha contratado la administración pública y no el partido socialista".