VALENCIA, (EFE). "Parece que me he cepillado las Torres Gemelas", ha sido la frase con la que Álvaro Pérez, "El Bigotes", ha manifestado hoy su malestar por los 37 años de cárcel a los que se enfrenta por los contratos otorgados a empresas de Gürtel con motivo la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en 2006.
Emulando a la popular Belén Esteban cuando dijo aquello de "ni que fuera yo Bin Laden", "El Bigotes" se ha preguntado así "cómo es posible" que le pidan esa pena "por esto del Papa" cuando "a seis tíos que se juntan, matan a un tío a patadas, se lo cepillan y les cae un añito y medio, cojonudamente bien le guardan el puesto de trabajo". "Es de locos", ha dicho.
El propietario de la empresa Orange Market se refería al caso en el que seis mossos d'esquadra acusados de matar a Juan Andrés Benítez en el Raval de Barcelona en 2013 eludieron recientemente la prisión al conformarse con una pena de dos años de cárcel.
Ha pedido por ello a los periodistas que le han abordado en la Audiencia Nacional, donde ha acudido a que se le notificara el auto de apertura de juicio oral por esta causa, si le podían explicar ellos o "los tertulianos que todo lo saben" cómo puede explicarle "esto" a su hijo de 15 años.
En cuanto a las acusaciones contra él, ha asegurado que "ni el Ejército, ni la UDEF, ni la UCO, ni nadie ha conseguido demostrar que yo me haya llevado un puto duro jamás en la vida".
También ha estado hoy en la Audiencia Nacional para este mismo trámite, el considerado número 2 de la trama Gürtel Pablo Crespo, que al igual que "El Bigotes" se enfrenta a 37 años de cárcel y al pago de una fianza de 15 millones.
Este ha ironizado con la decena de piezas separadas en las que se ha dividido el caso Gürtel, apuntando que con eso lo que a lo mejor "están buscando" es "a ver si nos morimos por el camino" para "no llegar a juicios" en los que "seguramente que lo que se va a demostrar es que están plagados de falsedades".
En cuanto a la visita del Papa, ha explicado que su participación consistió en "negociar todo lo que fueron los contratos" y ha asegurado que en el juicio se podrá demostrar que lo que pagó la televisión pública valenciana (RTVV) por las pantallas "es lo que tenía que pagar. Cosa que todavía nadie se ha preocupado de comprobar", ha lamentado.
Ha dicho también que lo que su empeño desde el inicio de esta causa ha sido "rebatir las tesis fantásticas y especulativas de la UDEF, más propias de Edgar Allan Poe" y ha lamentado el seguidismo que han hecho de sus informes tanto la Fiscalía como el juez instructor.
El primero en llegar a la Audiencia para recoger el auto ha sido el expresidente de las Cortes valencianas y exdirector general de la Policía, Juan Cotino, que se enfrenta a una petición fiscal de 11 años de cárcel y 4,3 millones fianza civil.
"No he robado en mi vida ni he permitido con mi consentimiento que nadie robara", ha señalado a los periodistas a los que ha anunciado que por ello tiene previsto recurrir la resolución que hoy se le ha notificado porque "los autos están para aceptarlos o para recurrirlos, por tanto, como yo no lo acepto pues lo recurriré".
Ha bromeado también con uno de los presuntos regalos que le hizo la trama Gürtel por los contratos que obtuvo para organizar los actos de la visita del Papa. "Cuando encuentre el chaquetón ese que dicen que me han regalado de 300 euros... a partir de ahí empezaré a contestar", ha respondido a las preguntas de los periodistas.
"Tanto es falso lo del chaquetón como lo otro. Yo en la vida, se lo he dicho muchas veces, cuando uno hace cualquier gestión en la vida, y yo he estado en muchos sitios, pues uno puede hacer cosas mal hechas, pero no he robado en mi vida", ha insistido.
El procedimiento por el que se ha acordado llevarles a juicio a ellos tres y a otras 20 personas gira en torno a la contratación irregular de las pantallas y megafonía con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI, por lo que se les acusa de delitos de asociación ilícita, prevaricación, malversación, fraude, falsedad, contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales y cohecho.
"El mecanismo ideado y utilizado por los acusados para que RTVV, fuera de su labor informativa y de retransmisión del evento, asumiera formalmente este gasto", que supuso "un ilícito desembolso de 7.493.600 euros" y permitió "el enriquecimiento" de los miembros de llamado grupo Correa, fue un convenio entre la televisión valenciana y la Fundación V Encuentro Mundial de la Familia.
La Audiencia Nacional no ve ningún delito en la actuación del expresidente de la Generalitat respecto a las adjudicaciones y contrataciones con la trama; la sentencia absuelve a Alicia de Miguel, Manuel Cervera, Luis Rosado y David Serra, aunque condena a varios cargos del Consell