VALÈNCIA. Uno de los compromisos más reiterados en los últimos años por parte del Govern del Botànic -formado por PSPV, Compromís y Unides Podem- es la reversión del Hospital de Dénia, actualmente bajo el control de Ribera Salud tras la reciente compra del 65% de acciones de DKV.
Así, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya anunció por primera vez en el Debate de Política General de 2016 su intención que este hospital pasara a ser de gestión pública, interrumpiendo así el modelo Alzira que lleva vigente desde su apertura en 2008. Un objetivo que, pese a ser reiterado públicamente en varias ocasiones por el jefe del Consell, y respaldado por sus socios en el Ejecutivo, Compromís y Unides Podem, no se ha llevado a cabo todavía.
En este sentido, el movimiento de Ribera Salud adquiriendo todo el paquete accionarial durante el mes de agosto ha complicado más aún el intento del Gobierno valenciano de acometer la citada reversión. De hecho, el último movimiento de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, se ha dirigido a impugnar el acuerdo alcanzado entre el grupo sanitario valenciano y la aseguradora DKV lo que ha elevado la tensión hasta el punto de desembocar, una vez más, en un nuevo conflicto judicial.
Una vehemencia en la reivindicación de la sanidad pública y de la propia reversión que la síndica de Podem, Pilar Lima, transmitió en su intervención del lunes en el Debate Política General, insistiendo precisamente en la necesidad de que el Hospital de Torrevieja -cuya concesión ya ha caducado- pero también Dénia, pasen a la gestión pública cuanto antes.
No obstante, esta posición apuntalada durante años sobre la reversión de Dénia no aparece con la misma firmeza en las propuestas de resolución conjuntas presentadas por el Botànic y firmadas por los portavoces Manolo Mata (PSPV), Fran Ferri (Compromís) y Pilar Lima (Podem).
"Completar la reversión del Departamento de Salud de Torrevieja, recuperando los servicios públicos privatizados y seguir avanzando por incorporar a la gestión pública directa el resto de las concesiones a medida que finalicen las concesiones en los departamentos de Dénia (2024), Manises (2024) y Elx-Crevillent (2025)", reza el apartado siete de las propuestas de resolución referentes a Sanidad.
Un enunciado que pone el acento sobre la incorporación al sistema público las concesiones pero cuando acabe el periodo establecido. Es decir, recuperar el servicio cuando llegue el momento, pero no revertirlo. En el caso tan proclamado de Dénia, por tanto, habría que esperar tres años más. Un momento en el cual ya se habrán celebrado las próximas elecciones autonómicas por lo que los partidos del Botànic podrían no seguir en el poder.
Desde los grupos firmantes de la propuesta, concretamente Compromís, puntualizan que la propuesta de resolución "no descarta nada". En este sentido, afirman que este enunciado es el "mínimo acordado" que viene marcado en el propio Pacto del Botánico, si bien esto no significa que se puedan dar "otras circunstancias según el caso".
No obstante, lo cierto es que desde el primer anuncio de reversión proclamado por Puig en 2016 y esta propuesta de resolución han pasado exactamente cinco años sin que se haya podido articular una fórmula para acometer el que era uno de los objetivos formulados por las distintas patas del Botànic prácticamente desde su llegada al poder.