VALÈNCIA. El juicio celebrado contra el cirujano Luis Senís por presunta negligencia médica ha quedado visto para sentencia este jueves en una sesión donde el acusado declaró para negar que cometiera esta práctica. Al profesional, protagonista de diversas polémicas como la difusión de vídeos sexuales grabados por él en los lavabos de un quirófano o su detención por tráfico de drogas en 2019, se le atribuye un supuesto delito de lesiones causadas por imprudencia profesional después de practicarle una intervención a una paciente que presentaba un cuadro grave de infección cervical submaxilar izquierda y del suelo de la boca, a la cual no le extirpó un cálculo detectado de unos dos centímetros.
En su escrito de acusación, la Fiscalía explicaba que, debido a ello, la situación de la mujer, de 69 años en ese momento, se fue agravando y precisó de una nueva operación, además de quedarle varias secuelas. La afectada relató el miércoles que en 2015 empezó a tener dolor en la mandíbula y acudió a un médico al que ya conocía puesto que la intervino años atrás. Éste le recomendó y derivó a Senís, que le programó la operación en el hospital Virgen del Consuelo de Valencia en mayo de ese año. Después de darle el alta comenzó a tener "dolores muy fuertes, insoportables", por lo que acudió de nuevo al doctor y volvió a ingresar en el hospital tal como le indicó él. "Me dijo que era por una inflamación y que me iba a poner antibiótico. Nunca me comunicó que fuera grave", ha señalado.
Le dieron una vez más el alta, pero las molestias siguieron en aumento, así que recurrió al primer doctor al que visitó. "Fue él quien me dijo que me habían dejado el cálculo y una parte de la glándula y que había que volver a intervenir", ha indicado.
Así ocurrió en julio, después de lo cual, ha asegurado, mejoró. "Poco a poco se me fue yendo el dolor, pero he tenido muchas secuelas: lengua torcida, boca dormida, me quitaron dientes, no puedo comer bien... también estuve en tratamiento por depresión", ha comentado. Ese mismo mes decidió interponer la denuncia.
Durante su declaración, el doctor Senís explicó que lo que ocurrió es que cuando abrió para intervenir a la mujer encontró un campo quirúrgico mucho más complicado de lo que preveía debido a la infección que la paciente presentaba. Motivo por el que la operación adquirió una gran dificultad y, para evitar lesiones, decidió pararla y cerrar. Lo hizo, comentó, consciente de que le dejaba el cálculo que había de extirparle.
Lo sucedido se lo comunicó, dijo, al marido, aunque no a ella directamente. Expuso, igualmente, que la mujer estuvo bien las primeras semanas, pero posteriormente empezó con una infección, por lo que fue ingresada, tratada y seguida por él mismo, que fue a verla al hospital.
Otros médicos que comparecieron como testigos y también trataron a la paciente tras la operación expresaron que sufría una importante infección y que observaron su labio inferior izquierdo paralizado y la parte izquierda de la lengua totalmente insensible.
La Fiscalía se ha mantenido en su petición de que se imponga a Senís una multa de 13.500 euros y dos años de inhabilitación.