El chófer también firma la pérdida de dos años y medio del carné de conducir, lo que implica que deberá volver a sacárselo
VALENCIA. El accidente sufrido en marzo de 2014 por un autobús escolar que cubría el trayecto entre Dos Aguas y Buñol con 21 alumnos y una monitora ya tiene sentencia. El conductor aceptó este jueves una pena de cuatro meses y 16 días de cárcel por un delito de imprudencia grave tras el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía con las partes.
La caída de los niños fue de 23 metros y, El acuerdo también implica la retirada del carné de conducir del chófer por un período de dos años y seis meses, lo que le obligará a obtenerlo de nuevo.
El juicio, señalado en el Juzgado de Lo Penal Número 8 de Valencia no llegó a celebrarse ya que el chófer y la compañía aseguradora llegaron a un acuerdo con la Fiscalía. Dicho acuerdo se produjo porque las indemnizaciones a los heridos, cerca de 100.000 euros, estaban todas cubiertas desde el principio de la instrucción judicial.
Tal y como solicitaba la Fiscal del caso en su escrito de calificación de los hechos, el conductor del autobús aceptó que “el accidente se debió a la falta de atención a la conducción y al estado de somnolencia del conductor en el momento del siniestro”.
En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía de Valencia detalló que el conductor circulaba a 48 kilómetros por hora pese a que había una limitación de velocidad de 40 y que invadió el carril contrario de circulación hasta chocar contra la valla de seguridad y salirse de la carretera "sin percatarse del peligro ni en consecuencia realizar maniobra alguna para evitarlo". Tampoco se hallaron signos de frenada en la calzada.
Varios de los jóvenes y la monitora resultaron heridos de diversa consideración, tres de ellos graves, que permanecieron varios días hospitalizados en La Fe y el Clínico de Valencia. El tiempo de recuperación en algunos casos superó los 200 días, según reflejó el juez en su auto de incoación de procedimiento abreviado.
Al chófer, por entonces concejal socialista en Turís y excandidato a la alcaldía por el mismo partido en las elecciones municipales de 2011, se le retiró el carnet de manera cautelar desde febrero de 2015.
Tras ello, la compañía del grupo Transvia recolocó al chófer como jefe de tráfico en Autobuses Buñol. Pocos días después del accidente, se negó a declarar ante el juez instructor de la causa porque aún no estaba disponible el informe técnico definitivo sobre el accidente.
En el momento del accidente, la Conselleria de Gobernación informó de que el autobús de la marca MAN era del año 2008 y había pasado la ITV tres semanas antes del accidente. Contaba con todas las medidas en materia de seguridad y los asientos iban equipados de cinturón de seguridad, según la misma fuente.
