VALÈNCIA. El conflicto entre la hostelería y el Ayuntamiento parece no arreciar a raiz de la declaración del barrio del Carmen como Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Desde diciembre, múltiples asociaciones del sector procedentes de los barrios afectados por las restricciones se han unido en una plataforma, denominada 'antiZAS' y que, no sólo no parece que haya rebajado la presión para cambiar de parecer a la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, sino que se ha propuesto recrudecer las protestas en período fallero.
'Se vende, razón Ayuntamiento' es la campaña que han puesto en marcha para denunciar la estrategia de "acoso y derribo" que, consideran, el consistorio está practicando contra el sector hostelero, del ocio y del pequeño comercio. Este miércoles se concentraron en el casco histórico y enfrente del Ayuntamiento. La plataforma está conformada por asociaciones de Xúquer, Woody, Juan Llorens, El Carmen y Russafa, que ponen sobre la mesa que la declaración de estas zonas como ZAS ha motivado el cierre de hasta 300 locales y ha costado el puesto de trabajo a 2.000 empleados.
Esta situación que, según han explicado desde la Plataforma, arrastran desde el anterior gobierno municipal del PP y que continúa ahora con el Govern de La Nau -conformada por Compromís, PSPV y València en Comú-, les ha llevado a emprender una serie de acciones reivindicativas. Por el momento ya han anunciado la presentación de un recurso contencioso-administrativo contra la última declaración ZAS, la del Carmen.
Pero, además, ya se reunieron con el Síndic de Greuges en enero para poner sobre la mesa la demonización que consideran se está haciendo del sector del ocio y la hosteleria. Ahora, han anunciado que presentarán más de 150 firmas ante el mismo Síndic para pedirle amparo "ante la indefensión" a la que dicen estar sometidos.
La campaña de protesta se han iniciado este martes con una marcha reivindicativa desde el barrio del Carmen hasta la Plaza del Ayuntamiento de València, donde buscan ganar visibilidad aprovechando la Mascletà de las Fallas. Los hosteleros denuncian que el Ayuntamiento está llevando a cabo "medidas que ponen en riesgo al sector".
El presidente de la asociación de comerciantes y hosteleros de Ciutat Vella 'Albarca', Jesús Ortega, llamó este miércoles la atención acerca de la "irregular aprobación de la ZAS del Camen" por "la inconsistencia de sus mediciones sonoras y el fraude de su modificación en el último pleno al incorporar 8 nuevos folios a la ordenanza que había". Ciertamente, tal y como contó este diario, las mediciones sonoras practicadas en el casco histórico no son concluyentes sobre la responsabilidad de las terrazas en los elevados niveles sonoros.
En ese sentido, Ortega calificó de "chapuzas" las formas con las que está procediendo el consistorio.eclarar zonas ZAS les "perjudica porque se está recortando el horario, con lo que las horas más productivas para cualquier sector de la hostelería que son las doce o doce y media de la noche tenemos que estar retirando las terrazas, cuando ahora mismo en el centro histórico o que más se trabaja son terrazas".
A su juicio, "no tiene sentido que se estén abriendo ahora tantos hoteles" y que "en lugar de invertir en cómo dar unos buenos servicios y mejores terrazas que atraigan a los turistas, siempre dentro de la normativa, lo único que hagan es atacarnos, reducir y castigarnos, cuando lo único que hacemos es crear puestos de trabajo y hacer que cuando venga la gente tenga unos buenos servicios".
Desde la plataforma AntiZAS, Ortega explicó que "hosteleros y comerciantes, todos estamos en contra del ruido. Nosotros somos vecinos también de València vivimos en el barrio, con lo cual nos afecta igual que a todos. Lo que no puede ser es que los únicos perjudicados y a los únicos que se criminalice por el ruido sea a los hosteleros".
En ese sentido, exigió que se haga "un buen estudio en el que se pueda saber exactamente de dónde viene cada ruido y a partir de ahí aplicar medidas". "Por ejemplo, ahora en Ruzafa se van a poner sonómetros, cuando llevamos diciendo hace un montón de tiempo que primero que nada se apliquen medidas para reducir el ruido, consensuadas entre vecinos y hosteleros" pero "no ha habido manera, directamente han puesto los sonómetros, que es el paso previo a poner una zona ZAS", ha lamentado.
Según el hostelero, "lo único que hacen es castigarnos, no hay ninguna medida realmente a favor ni del turismo, ni de la hostelería, ni del comercio".
Además, advirtió de que en el momento en que la pequeña hostelería acabe por marcharsoe por no poder trabajar, "lo que va a venir detrás, con los alquileres que se comen aquí, son franquicias". "Si queremos un centro lleno de franquicias y de gentes sin corazón y que no va a aportar nada ni a la hostelería ni a la gastronomía ni al comercio, vamos en el camino", ha sentenciado.