Hacienda anunció a última hora de la noche la visita de Montoro a Valencia para comunicar la llegada del FLA, mientras que Generalitat convocó a primera hora de la mañana una rueda de prensa para valorarlo
VALENCIA. En vísperas del 20-D el electoralismo contamina las instituciones y Valencia vuelve a colocarse en el centro de una campaña camuflada. El Consell y el Ministerio de Hacienda solaparon dos actos apresurados para tratar el mismo tema: la llegada del Fondo de Liquidez Autonómico a las arcas de la Generalitat.
De un lado, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aprovechó su efímero paso por la Comunitat para hacer campaña electoral aprovechando el anuncio de los 1.500 millones del FLA. De otro, el president de la Generalitat, Ximo Puig, y el titular autonómico de Hacienda, Vicent Soler, convocaron una rueda de prensa para valorar la visita de Montoro.
Hacienda comunicó la noche anterior al envío del FLA que el ministro ofrecería una rueda de prensa en la Delegación de Gobierno de la Comunitat para explicar el traspaso de fondos a las arcas autonómicas. Montoro, que llevaba casi un año sin visitar Valencia, tenía programado esa misma tarde un acto en Sevilla para explicar la misma medida, pero improvisó una visita horas antes en la Comunitat junto al delegado de Gobierno, Juan Carlos Moragues.
Poco antes, la misma mañana el Ejecutivo valenciano que lleva meses reclamando la llegada de los 1.553 millones del FLA, en claro intento de hacer oposición al acto del Ministerio, convocó a primera hora de la mañana y con apenas media hora de antelación, una rueda de prensa conjunta de Ximo Puig y el responsable autonómico de Hacienda, Vicent Soler.
Con apenas dos horas de de diferencia entre ambas convocatorias (la del Consell a las 10:30 y la de Hacienda a las 12) los líderes valencianos calificaron de "electoralista" la medida del Ejecutivo central y, de paso, aprovecharon para anunciar que este le exige el pago de 52'5 millones de intereses de demora de la deuda del IRPF.
El gobierno valenciano, que ha hecho de las necesidades económicas parte indispensable de su discurso, calificó la exigencia de la deuda como un "regalo de reyes" del Gobierno al Consell. Soler cargó tanto contra el PP del anterior Consell y contra el PP del actual Gobierno. El conseller explicó que la deuda extra que el Ejecutivo de Alberto Fabra "endosó" a la Generalitat no se limita a los más de 400 millones existentes actualmente - como consecuencia de no haber abonado a la Agencia Tributaria las cantidades por IRPF retenidas a los funcionarios- sino que, sumando los 52 millones de intereses, ascendería a 454 millones de euros. Siguiendo con los símiles navideños, el jefe del Consell criticó que Montoro venga a Valencia a utilizar el FLA como el "aguinaldo".
De este modo, la mañana se convirtió en un 'toma y daca' entre Ejecutivo nacional y autonómico, en la que los dirigentes aprovecharon el FLA para hacer su propia campaña.
Poco después de la convocatoria del Consell, el ministro de Hacienda fue interpelado por estos intereses que el Gobierno valenciano debe pagar antes del 5 de enero de 2016. Durante su hora y cuarto de intervención, Montoro explicó que esta reclamación "forma parte de una planificación de tesorería normal y corriente", que se debe a una renegociación del pago de la deuda del IRPF realizado en 2012.
El ministro de Hacienda aprovechó el acto aparentemente institucional para hacer valoración de la campaña electoral, opinando sobre las perspectivas del PP en la Comunitat -"primera fuerza en España y en la Comunitat" y rechazando pronunciarse un hipotético pacto con Ciudadanos.
Negó rotundamente Montoro que abonar el FLA a cuatro días de las elecciones generales fuera una medida electoralista, y explicó dirigiéndose al president de la Generalitat, que siempre se realizan las transferencias en estas fechas.
En total, el "aguinaldo" del Gobierno supone 7.043 millones de euros al conjunto de las comunidades autónomas, de las cuales la Comunitat es la segunda que más recibe, para hacer frente a más de 650.000 facturas.