VALENCIA. “Este gobierno tiene que arreglar con estrategias las ocurrencias del gobierno anterior, porque este gobierno funciona por estrategias y no por ocurrencias”, aseguró este viernes la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, al plantear la “ruina en diferido que ha dejado el PP” con el Plan Especial de Apoyo a la Inversión Productiva en Municipios de la Comunitat Valenciana (PIP), un plan creado en 2009 y cuantificado en 1.020 millones de euros.
El Plan debía haberse extinguido en 2011, pero no fue así porque nunca llegó a estar ejecutado por completo aunque el gobierno popular lo prorrogase durante cinco años más. Tras 7 años de vigencia, estaba previsto que se liquidarse el 31 de diciembre de 2016. No obstante, el Consell consideró este viernes su liquidación al constatar que hubieron faltas de control tanto en contrataciones como en la incorporación de información a la plataforma informática que la gestiona.
En su día, el ex presidente de la Generalitat, Francisco Camps, destacó la “apuesta” de su Consell por dinamizar los municipios valencianos a través de este plan haciendo un “histórico esfuerzo inversor” como garantía de “calidad de vida y vertebración territorial”.
En la inauguración de la rehabilitación del Palacete de San Antón de Segorbe, destacó que ese plan les había permitido a él y a su gobierno preocuparse “de los pequeños detalles que al final solventan la calidad de vida de muchas personas” destacando el “importante esfuerzo” inversor para que los municipios valencianos pudieran poner en marcha proyectos que les permitieran “seguir creciendo y creando riqueza y bienestar” asegurando que los municipios de la Comunitat eran “prioritarios” para el Consell.
Pese a que este viernes el Consell trató de precisar cuál era el montante real de las obras ejecutadas y las que a día de hoy siguen estando pendientes de ejecución, no les fue posible citar una cifra por la “lentitud” con la que se tramitaron “las certificaciones de obras emitidas por parte de consellerias y ayuntamientos”, afirmó Mónica Oltra.
Aún así, la vicepresidenta de la Generalitat pudo asegurar que siguen habiendo obras por ejecutar, obras en las que no se hicieron las inspecciones pertinentes, e incluso planteó que, durante la vigencia de este plan durante el gobierno popular, algunas empresas tuvieron que abandonar los proyectos y otras llegaron a quebrar. “Un Plan que aparte de errores, ha tenido horrores que se pueden visitar. Se pueden ir a visitar esqueletos de edificios inacabados”, apuntó Oltra.
“Horrores” como la “Nueva Biblioteca Municipal de Aspe”, una obra estimada en más de 3 millones de euros y que iba a tener una extensión de 4.000 metros cuadrados en un municipio cuya población supera por poco los 20.000 habitantes y que tiene apenas 70 km de superficie.
No obstante, la liquidación del plan no será efectiva hasta junio de 2019, por lo que el decreto permitirá regular la posibilidad de que los municipios que no hayan podido ejecutar de forma parcial o total sus proyectos, puedan solicitar formalmente la realización de nuevas obras, “para que no se vean afectados” en relación a los que sí han llegado a acometerlos. Solicitud que tendrán que presentar los ayuntamientos en un plazo máximo de 40 días tras la publicación del decreto en el DOCV.