NUEVA YORK, (EP). Así se desprende de los resultados de un trabajo publicado en la revista 'American Journal of Epidemiology', que muestra además como los que toman café descafeinado también muestran una mayor supervivencia durante los 10 años que duró la investigación.
"El café contiene numerosos compuestos biológicamente activos, incluyendo ácidos fenólicos, potasio y cafeína", ha aseverado Erikka Loftfield, autora del estudio.
Los investigadores utilizaron datos de un estudio previo con 90.317 adultos sin cáncer ni antecedentes de enfermedad cardiovascular que fueron seguidos desde 1998 hasta 2009. Mediante cuestionarios informaron de su consumo de café durante ese periodo, al igual que del de otros alimentos, así como de diferentes detalles sobre su salud.
Al finalizar el estudio habían fallecido unos 8.700 participantes y, después de tener en cuenta otros factores como el tabaquismo, los autores vieron que los consumidores de café fueron menos propensos a morir durante el periodo de estudio.
De media, las personas que tomaban entre dos y tres tazas de café al día tenían aproximadamente un riesgo de muerte un 18 por ciento menor durante el seguimiento, en comparación con los que no bebían nada.
Además, el riesgo de muerte fue más bajo para los que tomaban entre cuatro o cinco tazas de café al día, con independencia de que fuera normal o descafeinado.
Los consumidores de café también tenían un menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, respiratorias, diabetes, neumonía, gripe o suicidio, pero no por cáncer, según constataron los investigadores.
"A pesar de que el consumo de café también ha sido relacionado con la incidencia de algunos tipos de cáncer, como el de hígado, en los estudios epidemiológicos no se observó una asociación entre el café y la mortalidad por esta enfermedad, lo que puede deberse a que el café reduce el riesgo de mortalidad de algunos tipos de cáncer, pero no a otros", ha explicado Loftfield.