El currículum educativo a debate

Actualmente en los países con los sistemas educativos más fortalecidos, se ha observado que la atención educativa ha virado desde la  pedagogía centrada en la figura del profesor y principalmente orientada a los exámenes, hacia una pedagogía  educativa centrada en el alumnado  y orientada a las diferentes metodologías de aprendizaje.

Esta nueva pedagogía  tiene como objetivo inculcar en los estudiantes capacidades para un aprendizaje significativo y permanente donde prime un conocimiento mayor de  sí mismos y genere en ellos un  pensamiento crítico, creativo e independiente.

Las reformas curriculares deben poner énfasis en reconstruir el modelo educativo, en aprender a aprender, con el propósito de desarrollar en los estudiantes la flexibilidad y adaptabilidad en concordancia al ritmo de las demandas dinámicas de la globalización, de  los cambios económicos y el mercado laboral, que han llevado a establecer  estas nuevas metas.

Algunos países que ya han apostado por esta reforma curricular, han reducido el plan de estudios establecido, y cambiado el enfoque de la adquisición de conocimientos, hacia un desarrollo competencial.

En este sentido y atendiendo a la actual crisis mundial producida por la COVID19, algunos agentes educativos apuestan  por otorgar a los centros educativos un currículo más reducido para el próximo curso escolar 2020-2021 con el objetivo de dejar espacios para repasar el tercer trimestre del presente curso escolar, y de paso lograr alinearse con los países que ya han aplicado una reducción significativa de su currículo desde hace tiempo como, Japón y Singapur, quienes han demostrado como sus alumnos lideran las pruebas internacionales diagnósticas de competencias.

Estamos en un momento de  reinventarnos, de desarrollar las capacidades, de aprender a aprender y a emprender, de adaptarse a todo tipo de cambios, y de lograr hacer más con menos.

Tiempos en los que es necesario que el alumnado cambie su enfoque del ¿qué sé?, y se pregunte ¿qué puedo hacer con lo que sé?, y para lograrlo, se propone un cambio curricular más centrado y simplificado, en el que se proponga un aprendizaje integrado basado en la resolución de problemas, el aprendizaje experimental o aprender haciendo, y las actividades que involucren investigación y debates en grupos.

muchos son los cambios que se deben realizar en el modelo educativo para poder ajustarlo a los necesidades actuales

En este orden de ideas, hay que ser conscientes que las evaluaciones serán ahora un poco más complejas, porque el alumnado está aprendiendo a aprender en lugar de simplemente memorizar información. Evaluar el aprendizaje que está basado en procesos, como el razonamiento o las habilidades interpersonales, es un poco difícil de definir.

Este enfoque requiere más formación por parte del docente, y mayor compromiso por parte de los padres, para comprender y brindar apoyo a este proceso de cambio del aprendizaje, de los contenidos a las competencias.

Para que esta transformación tenga lugar por completo y puedan verse resultados en un tiempo mediato, se necesita un compromiso político sostenido, un alineamiento institucional, un apoyo profesional continuo para los docentes que incluya la formación en la aplicación de las pruebas basadas en competencias, y el acompañamiento a las familias.

Atendiendo a esta situación, muchos son los cambios que se deben realizar en el modelo educativo para poder ajustarlo a los necesidades actuales y a las demandas del alumnado en  esta nueva era. Lograr todo esto, representa todo un desafío  y toda una oportunidad en estos momentos de crisis mundial.

Pedro Adalid Ruiz es doctor en educación y profesor universitario en la Universidad CEU Cardenal Herrera