VALÈNCIA. (EP). El déficit de la Comunitat Valenciana subió hasta situarse en 375 millones de euros al cierre del pasado mes de abril, lo que supone el 0,32% del Producto Interior Bruto. Un mes antes estaba en 91 millones y el 0,16% del PIB de la región, mientras que en abril de 2018 registró 43 millones de superávit (0,04% del PIB), según los datos de ejecución presupuestaria publicados este jueves por el Ministerio de Hacienda.
A nivel nacional, el déficit del Estado se elevó hasta mayo un 7,7% en términos absolutos, hasta los 15.202 millones de euros, equivalentes al 1,21% del PIB, por encima del 1,17% del PIB registrado en el mismo periodo del año pasado, por el aumento del salario de los funcionarios y las pensiones.
En detalle, las únicas cuatro regiones que presentaron superávits fueron Asturias (+0,29% del PIB), Navarra (+0,73%), La Rioja (+0,21%) y País Vasco (+0,64%), aunque Cantabria se quedó muy cerca del equilibrio presupuestario (-0,01%).
El resto registraron déficits: Andalucía (-0,12%), Aragón (-0,26%), Baleares (-0,88%), Canarias (-0,43%), Castilla-La Mancha (-0,61%), Castilla y León (-0,24%), Cataluña (-0,29%), Extremadura (-0,57%), Galicia (-0,06%), Comunidad de Madrid (-0,22%), Murcia (-0,67%) y Comunitat Valenciana (-0,32%).
Por otro lado, el déficit del conjunto de las administraciones públicas --excluyendo las corporaciones locales y la ayuda financiera-- aumentó un 14,7% en el primer cuatrimestre del año, hasta los 7.316 millones de euros, lo que equivale al 0,58% del PIB, por encima del 0,53% del mismo periodo del año anterior.
El aumento del déficit del Estado en los cinco primeros meses del año se debe fundamentalmente al crecimiento de los ingresos no financieros del 1,3%, hasta los 70.019 millones de euros, frente a un aumento de los gastos del 2,4%, hasta los 85.221 millones de euros.
Hacienda señala que, al igual que en meses anteriores, se debe tener en cuenta que la subida de la remuneración de asalariados y de las pensiones de este ejercicio no tienen su equivalencia en 2018. El año pasado, los incrementos de ambas partidas se contabilizaron tras la aprobación de los Presupuestos en julio, por lo que Hacienda apunta que la comparativa será homogénea a partir de la segunda parte del año.
En el desglose de los datos del déficit público, la Administración Central alcanzó un déficit de 8.555 millones en los cinco primeros meses del año, el 0,68% del PIB.
De su lado, las comunidades autónomas registraron un déficit de 2.425 millones, un 21,6% superior a los 1.994 millones del mismo periodo del año anterior, ya que los gastos (+5,3), destacando la remuneración de asalariados (+6%) y las prestaciones sociales (+5,9%) superaron al alza de los recursos (+4,6%), principalmente por la mejora de los impuestos, que crecieron un 6,9%, hasta los 1.256 millones.
Mientras, los Fondos de la Seguridad Social obtuvieron un superávit del 0,29% del PIB, un 64,5% superior al de abril de 2018, tras elevar los recursos un 10,1%, gracias al fuerte incremento de las cotizaciones (+8,8%), siendo superior al aumento de los gastos (+7,7%).
En cuanto al déficit del Estado --excluyendo ayuda financiera y corporaciones locales y en este caso hasta el mes de mayo-- se situó en 15.202 millones de euros, un 7,7% más, equivalente al 1,21% del PIB, 0,04 puntos porcentuales más a nivel interanual.
No obstante, Hacienda ha publicado los primeros datos de ejecución presupuestaria de 2019 de las corporaciones locales, correspondientes al primer trimestre, cuando registraron un superávit de 119 millones (0,01% del PIB). Con estos datos, el déficit del conjunto de las administraciones públicos alcanzó los 3.864 millones de euros, un 4,2% menos, equivalentes al 0,31% del PIB, inferior al 0,33% del año pasado.
Respecto a los últimos datos del mes de abril, los ingresos en términos de caja subieron un 0,9%, en tanto que los gastos se elevaron un 0,5%.
Hasta mayo, la recaudación total en términos de caja subió un 0,9%, hasta 88.047 millones de euros, de los que 77.951 millones proceden de los ingresos impositivos y cotizaciones sociales. No obstante, en el mes de abril y por motivos de calendario en algunas comunidades autónomas se han desplazado al mes de mayo ingresos impositivos por un total estimado de 5.562 millones, de acuerdo con la información de la AEAT.
Dentro de los ingresos, los referidos a impuestos directos y cotizaciones sociales antes de descontar la participación de las administraciones territoriales en el IRPF, alcanzan en los cinco primeros meses del año una cifra de 35.667 millones, inferior en un 0,8% a la de igual periodo de 2018.
Esto es principalmente consecuencia del descenso del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica, que ha pasado de 717 millones a 10 millones, y del Impuesto sobre Sociedades en 561 millones (-32%) por el incremento de las devoluciones un 7,6%.
El IRPF, por el contrario, registra un aumento del 3,7%, con unos ingresos de 33.144 millones, debido, principalmente, a la evolución de las retenciones del trabajo que han crecido un 6,3% hasta alcanzar los 33.98 millones, a pesar del impacto del aumento de la reducción por rendimientos del trabajo y del reintegro de las prestaciones de maternidad y paternidad.
Por su parte, los ingresos totales por impuestos indirectos ascendieron entre enero y mayo a 42.284 millones, un 1,4% más que en el mismo periodo del año pasado. La recaudación neta del IVA en términos homogéneos se incrementó un 3,1%, hasta los 33.523 millones.
A su vez, la recaudación por impuestos especiales se elevó un 5,5%, hasta 8.542 millones, por el alza en cerveza (+4,7%), productos intermedios (+11,1%), labores del tabaco (+2,8%), hidrocarburos (+8,%) y electricidad (+3,9%).
Por el lado de los gastos, los pagos no financieros efectuados por el Estado a cierre de mayo se situaron en 58.571 millones, un 0,5% más que en el mismo período de 2018.
Los gastos de personal aumentaron un 7,9%, hasta 6.333 millones; los gastos corrientes en bienes y servicios subieron a 1.467 millones (+42,6%), y las transferencias corrientes se elevaron un 3,4%, hasta 35.741 millones. En cambio, los gastos financieros bajaron un 6,3%, hasta 11.499 millones.
Entre tanto, las transferencias de capital se redujeron un 11,3%, hasta 2.336 millones, y las inversiones reales disminuyeron un 36,8%, hasta 1.195 millones. Dentro de éstas, bajó la inversión civil (-9,1%), y dentro la del Ministerio de Fomento (-7%), junto a la inversión del Ministerio de Defensa (-56,1%).