VALÈNCIA. La comisión de investigación del caso Azud se encuentra ya descartada en Les Corts Valencianes salvo sorpresa de última hora ante la incapacidad de los grupos de activarla y con la disolución de la Cámara a la vuelta de la esquina. Especialmente relevante para ponerla en marcha era el papel de Ciudadanos y de Compromís. Pero el acercamiento de los primeros al PSPV y el poco interés real de los segundos en ponerla en marcha han sido el combo perfecto para dejarla de lado.
En junio de 2021, todas las formaciones menos Vox aprobaron la creación de la comisión a propuesta de la formación naranja, aunque acordaron que los trabajos se iniciarían tras el levantamiento del secreto de sumario. Algo que sólo ha ocurrido de manera parcial con dos de las siete piezas separadas en las que se divide esta causa, centrada en una presunta trama de cobro de mordidas a cambio de adjudicaciones públicas de diversos proyectos, mayoritariamente urbanísticos, en varias administraciones durante 15 años (entre 1999 y 2013). Políticos del PP y del PSPV, además de empresarios, habrían participado en ella. Hasta la fecha, alrededor de 60 personas están imputadas y se apunta a los posibles delitos de tráfico de influencias, prevaricación, cohecho, falsedad documental, blanqueo de capitales, asociación ilícita y organización criminal.
La última parte conocida de la investigación es la que desgrana una posible financiación ilegal del PSPV para las tres citas electorales de 2007 y 2008. Tras lo cual el PPCV decidió pasar a la acción aunque la causa salpica de lleno a excargos de este partido. Los populares pidieron el pasado diciembre que se iniciara la comisión a la mayor celeridad posible. Ante la espera desde entonces, registró otra petición de creación de una comisión que será incluida seguramente en el llamado 'pleno escoba' que se celebrará la última semana de marzo.
Con los socialistas absolutamente desinteresados en que comenzaran los trabajos, la pelota se encontraba especialmente en el tejado de Ciudadanos y Compromís. Los primeros como los que pilotaron la propuesta y los segundos como posible apoyo. Y aunque ambos han estado semanas asegurando que son partidarios de la comisión, lo cierto es que no ha habido avances.
La portavoz de los naranjas en Les Corts, Mamen Peris, quien apuntó que le había recordado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en su reunión que había que poner en marcha la comisión, no parece que se haya movido demasiado. Al contrario, ha protagonizado un acercamiento a los socialistas en cuestiones como la reforma de la ley electoral o la negociación de los órganos estatutarios de la Comunitat Valenciana y la presidencia de À Punt.
Por su parte, la coalición se abrió a apoyar la comisión en enero. Su portavoz en Les Corts, Papi Robles, habló de que fuera "real" y se pactara un calendario de comparecencias, también de aquellos del PP que aparecen como el exvicealcalde de València Alfonso Grau, el abogado José María Corbín o el diputado Jorge Bellver. Compromís quería hablar con la formación naranja para acordar los términos y, entonces, ver qué posición tomaban los populares y sus socios del PSPV. Pero las conversaciones no han tenido lugar y desde Compromís se han mantenido a la espera de que Ciudadanos se dirija a ellos sin tampoco mover demasiado el asunto.
Mientras esto no ocurría, durante las últimas semanas se llegó a producir un acercamiento entre la coalición y el PP –que ambos grupos calificaron de "conversaciones informales"– para tratar de negociar el plan de trabajo. Pero nunca se concretaron ni siquiera nombres de posibles comparecientes.
Los populares creen que, en este tiempo, algo ha ocurrido y la posición de Compromís ha cambiado y no se muestran tan dispuestos como al principio. En la coalición, que siempre se ha movido en la indecisión en este asunto, lo niegan. La realidad es que, finalmente, no se hará nada. Además, con un tiempo que jugaba en contra ante un final de la legislatura muy próximo. La comisión iba a servir de poco a estas alturas más que para evidenciar las posiciones de los partidos en la predisposición a llevarla a cabo.