MADRID. En primer lugar, deberíamos concretar qué entender por small cap (compañía de baja capitalización), pero la tarea no resulta fácil, pues no existe una definición oficial sobre los valores que delimitan la categoría entre grandes, medianas y pequeñas compañías. En España, se tienen en cuenta factores como el número de títulos efectivamente en circulación en el mercado o el volumen de contratación. En Estados Unidos, en general, entran dentro de este estrato las empresas con una capitalización inferior a los 1.000 millones de dólares.
Al margen de precisar una definición, creemos interesante enumerar algunas recomendaciones, así como riesgos y ventajas que para un inversor presenta acercarse a los valores de pequeña capitalización. Estudiar a conciencia la compañía: el negocio en el que opera, su base de clientes y proveedores, equipo gestor y su salud financiera. Resulta habitual, en este tipo de empresas con negocios incipientes, que el grado de endeudamiento sea alto, para poder desarrollar sus proyectos, e incluso estén en pérdidas.
Es un inconveniente el hecho de que tengan pocas recomendaciones por parte de los analistas y la información disponible sea menor, lo que supone un esfuerzo mucho mayor por parte del inversor que ha de hacer todo el trabajo. Nuestro consejo es que acuda a su asesor, la labor de un especialista cobra más importancia si cabe en este ámbito y no lo olvide nunca: diversifique.
La liquidez es menor, en muchas ocasiones escasa y puede resultar compleja la compra/venta, sobre todo si hablamos de tomar/deshacerse de una posición grande. Además, ese menor volumen propiciará una mayor volatilidad. Si decide entrar en una small cap, ha de asumir que puede sufrir fuertes oscilaciones en el precio sin que ocurra nada fundamental en la compañía, conviene que su horizonte temporal sea largo.
A cambio, en largos períodos de tiempo, el comportamiento en bolsa de las small caps es mejor que el de los blue chips (gran capitalización); suelen tener una alta correlación con el ciclo económico y pueden resultar atractivas en estos momentos donde en Europa aún nos encontramos al inicio de un ciclo expansivo.
Además, un nuevo cliente, contrato o producto puede impulsar sobremanera sus resultados y su cotización, algo que se ve diluido en una empresa grande y lo que resulta más importante; suelen copar nichos de negocio donde hay poca competencia, son especialistas y este es un factor que les puede proporcionar unos ingresos recurrentes.
CIE AUTOMOTIVE
Se trata de una empresa con una capitalización de 522 millones de euros de capitalización, que sube un 13% en el año frente al selectivo español Ibex 35 que se deja un 6,5%. La compañía está especializada en el proceso, diseño, fabricación y suministro de componentes para automoción. Goza de una diferenciación tecnológica importante así como una fuerte diversificación geográfica, de producto y clientes, su principal cliente sólo supone el 8% de sus ventas. La fortaleza de los márgenes y la generación de caja prevista, junto con la visibilidad que le otorgan los contratos ya firmados continúan haciendo de esta española una de las mejores empresas del sector.
MIQUEL Y COSTAS
Estamos ante una empresa de 467 millones de euros de capitalización, que se revaloriza en lo que va de ejercicio un 8%. El menor tamaño de esta papelera española frente a los grandes actores del sector le permite estar ajeno a la guerra que se centra en volúmenes y precio, centrando sus esfuerzos en la calidad del producto, papeles especiales, eficiencia y servicio. En este entorno tan complejo la compañía ha sido capaz de incrementar su cuota de mercado y aumentar sus márgenes. La recientemente estrenada fábrica, Terranova Papers, le posibilitará seguir creciendo y diversificando.
MOLESKINE
Su valor en bolsa es de 460 millones de euros de capitalización), que repunta en el año un 24% frente al 18% que cae la bolsa italiana. Esta marca milanesa engloba libretas de notas, bolsos, agendas, instrumentos y accesorios de escritura y lectura. En su faceta digital incluye aplicaciones para smartphones, tablets y la línea SMART Notebook. En sus divisiones de retail y comercio electrónico consigue crecimientos de doble dígito, sustentadas por una fuerte innovación en nuevos productos como el nuevo conjunto de herramientas para escribir, Smart Writing Set, que funciona en paralelo entre el mundo analógico y digital. En definitiva, fuerte crecimiento orgánico, sana posición financiera e inversión eficiente de capital.
RADNET INC.
Cuenta con una capitalización de 329 millones de dólares de capitalización, cuyo comportamiento en este 2016 refleja un avance del 14,7% frente al 7% del S&P. La compañía opera en EE UU en el sector healthcare y está especializada en laboratorios de investigación médica a través de soluciones en radiología. Sus ventas han crecido, desde 2012, un 50% (un ritmo en torno al 10% anual). En positivo, sus elevados márgenes y crecimiento. En negativo, una elevada deuda adquirida por las compras realizadas en los últimos años, uno de los inconvenientes que hemos comentado a la hora de pensar en inversiones en las compañías de baja capitalización. Su tecnología de imagen de alta calidad tiene una elevada demanda tanto por centros terapéuticos como por centros de salud y estética, un sector con elevado potencial de crecimiento.
Análisis de Virginia Pérez Palomino, responsable de renta variable de la sociedad de valores Tressis