BRUSELAS. El plan de respuesta a la crisis del coronavirus incluirá una lista de gastos concretos y un plazo determinado como condición para acceder a las ayudas de la Unión Europea, según manifestaron fuentes del Consejo Europeo en rueda de prensa. Los Ministros de economía y finanzas de la zona euro debatirán el viernes durante la reunión del Eurogrupo los instrumentos financieros adecuados para hacer frente a la crisis pandémica sobre la base del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). La Comisión Europea y el Parlamento pretenden, de otro lado, un Plan e Recuperación a siete años que coincida con el Marco financiero Plurianual de la Unión Europea (UE).
El objeto es llegar a un acuerdo con la propuesta del Plan de Recuperación que prepara la Comisión Europea a petición de los líderes del Consejo, tras su última cumbre. Los jefes de Estado y presidentes de Gobierno de los Estados miembros de la Unión no llegaron a un acuerdo para hacer frente a la pandemia a finales de abril. Algunos de sus miembros exigían una condicionalidad que los países del sur, más afectados por el virus, no estaban dispuestos a aceptar, ya que pasaba por una excesiva condicionalidad al utilizar los instrumentos financieros del MEDE.
Sobre la base del mandato otorgado por los miembros del Consejo Europeo en la videoconferencia del 23 de abril, los ministros debatirán las principales características del instrumento de apoyo a la crisis pandémica del MEDE y las evaluaciones iniciales de elegibilidad. El objetivo es hacer que el instrumento sea operativo para el próximo 1 de junio, según lo solicitado por los líderes.
Las propuestas que se pondrán sobre la mesa el viernes pasan por un plan de respuesta al virus que incluiría una plantilla con concreción de un listado de gastos y un plazo determinado de devolución de las ayudas. Esta condición es difícil que sea aceptada por los países del sur, liderados por Francia, España, Italia y Portugal, que se niegan a la devolución de la futura duda y sólo aceptarían el pago de intereses.
Además, este plan de respuesta implicaría también un proceso de vigilancia del uso correcto de las ayudas para hacer frente a la pandemia y no para saldar deudas de la pasada crisis financiera de 2008.
En este sentido, el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, ha declarado a través de Twitter que la emergencia sanitaria impondrá un “alto coste” en la economía de la zona del euro, de acuerdo con el pronóstico realizado por la Comisión Europea esta primavera. “No podemos esquivar el virus, pero podemos aliviar su golpe en los ciudadanos y las empresas europeas. La forma en que salgamos de esta crisis es parte de la elecciones que tendremos que hacer”, expresaba el portugués Centeno, cuyo gobierno forma parte del grupo de países del sur que defiende unas ayudas financieras sin condicionalidad.
El presidente del Eurogrupo se posicionaba con la Comisión y su plan de recuperación a largo plazo. Y añadía en su timeline que “el camino a seguir es duplicar nuestra agenda de crecimiento sostenible con un considerable Plan de Recuperación de la UE, que distribuya los costes de la crisis a lo largo del tiempo para todos los Estados miembros y complemente los esfuerzos nacionales".
Además, Centeno señalaba el peligro de la desaparición del euro y del mercado único, las dos esencia de la Unión Europea, de no hacer frente “juntos” a esta crisis, como ocurrió con la anterior, que hizo tambalear la eurozona. Por ello, manifestó, “necesitamos recuperar todas nuestras economías y cerrar el déficit de inversión de 850.000 millones de euros identificado por la Comisión, para proteger el mercado único y la unión monetaria, asegurando que salgamos de esta crisis más fuertes y, lo que es más importante, que salgamos juntos”.
Por último, añadió la necesidad de que las propuestas del Consejo en torno al MEDE y los de la Comisión converjan. “El viernes, en la reunión del Eurogrupo, revisaremos la situación económica en función de la situación actual. Los pronósticos de la Comisión pretenden ponerse de acuerdo sobre las principales características del MEDE, como herramienta de la crisis pandémica, que estaría operativa antes del 1 de junio”, puntualizó en un tweet.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, también apeló a la unión de los Estados miembros en una proyecto solidario, tras reunirse con el grupo de contacto del Marco Financiero Plurianual del Parlamento Europeo. “Ahora es el momento de poner en marcha medidas valientes y ambiciosas con el respaldo del presupuesto europeo. El Parlamento quiere desempeñar un papel de liderazgo en este proceso junto con las demás instituciones y contribuir a que sea el mejor instrumento posible para ayudar a la economía europea y a sus ciudadanos. Es urgente llegar a un acuerdo sobre el Plan de Recuperación y el próximo presupuesto plurianual”, declaró Sassoli.
Para el presidente de la Eurocámara, que también pertenece a un país del sur, Italia, ”el paquete de recuperación debe ser sustancial y debe tener sumar y añadir valor dentro del un sólido y fuerte marco de financiero plurianual”. Es decir, coincide con la propuesta de la Comisión, que apuesta por una solución solidaria y conjunta a la crisis económica que derivará de la pandemia. “No debemos perder de vista nuestras inversiones y objetivos estratégicos a largo plazo. La crisis ha aumentado el desequilibrio entre las regiones europeas y el plan de recuperación debería ayudar a corregir este desequilibrio”, insistió Sassoli.
Y añadido la necesidad de actuar con urgencia al afirmar que ”los recursos tienen que estar a disposición para nuestros Estados así como para las empresas y las y los trabajadores afectados. El tiempo es esencial”.
Además, se postuló para colaborar en la redacción del Plan con las propuestas del Parlamento, que está siendo muy activo en esta crisis. “Como autoridad presupuestaria, el Parlamento debe participar en el la elaboración del plan de recuperación. También examinaremos la propuesta revisada del marco financiero y reiteramos la necesidad de un plan de contingencia”, comentó. E insistió en que “los miembros del parlamento deben tener voz y voto sobre donde se invierten los fondos, ya que representan a las y los ciudadanos y el bien común”.
Por último, Sassoli mostró de nuevo su apoyo a la Comisión, al explicar que ”el aumento de los recursos propios, anunciado por la Comisión, es un buen punto de partida, pero debería ser permanente e ir acompañado de nuevos recursos propios que siguen siendo un requisito previo para cualquier acuerdo sobre el marco financiero multianual”. En este sentido, añadió que ”esta crisis ha impactado con fuerza en todo el territorio europeo y debemos proteger a los más débiles”.