Foto: EUROPA PRESSVALÈNCIA. El Palau de la Música encara los últimos flecos de sus obras, que finalmente, a pesar de las declaraciones de la concejala Gloria Tello, que esperaba que se pudieran acabar “incluso antes”, se entregarán en tiempo y forma. Las nuevas actuaciones, dirigidas a mejorar la eficiencia energética, y que supusieron un aumento de coste de 958.000 euros, no parece que vayan a suponer un retraso en los planes iniciales del Ayuntamiento: que las obras durarÁn 15 meses. Así, la constructora encargada de una de las obras fundamentales de esta legislatura, retirará los andamios en julio.
Pero más importante que saber cuándo acaban las obras, es saber cuánto reabrirá. Este mes de junio se cumplirán cuatro años del desprendimiento de parte del techo de la Sala Joaquín Rodrigo que inició este largo proceso. Ahora, fuentes oficiales del Palau confirman que la fiesta de reinauguración será el primer concierto de la temporada 2023/2024, en el mes de octubre. Así será tras descartar definitivamente la programación del Festival de Jazz en ningún espacio del Palau. El festival será el último gran evento del Palau que se celebrará forzosamente fuera de él, y seguirá estando en el Teatro Principal. Esta era la gran duda, puesto que era precisamente en julio cuando se iban a entregar las obras.
Durante todo el proceso de construcción, a preguntas de la prensa, la concejala Tello recordaba que “los plazos de ejecución son términos máximos y habitualmente, las empresas los consiguen acortar”. De hecho, un debate habitual del corrillo era la pregunta si, en periodo electoral, se podría reinaugurar, algo que bien averiguo, dando como respuesta que al ser una rehabilitación y no una obra nueva no habría ningún problema.
El pasado mes de enero, en la última visita de la concejala y al alcalde a las obras, esta ya señaló que "se tiene pensado que la nueva temporada se empiece en esta casa", dado que "la programación del Palau es como un curso escolar que va de octubre a julio y se tiene pensado que aproximadamente en octubre se empiece la próxima temporada completamente aquí”. Los planes, de manera oficial, se confirman y se ajustan a ese calendario, que no era el deseado, por otra parte, por que una obra que ha tenido un importante coste político podría ser reivindicado por un nuevo concejal o concejala si el Ayuntamiento cambia de color político o de caras.
Alexander Liebreich, director de la Orquesta de València, por su parte, aterrizó en València en otoño de 2021 ya soñando con la reapertura. En las entrevistas individuales de presentación en los medios desveló incluso que tenía pensado parte del programa de esa “gran fiesta”.
El Festival de Jazz cerrará la etapa más complicada de la vida del Palau de la Música. Fue precisamente su edición en 2019, programada aún en la Sala Rodrigo, el primer evento que se tuvo que trasladar forzosamente, en este caso, de la sala Rodrigo a la sala Iturbi del mismo edificio. Tras estos conciertos, llegaría el agosto de decidir la clausura total y de reubicar toda la temporada, ya confeccionada, en otros espacios de la ciudad.
Ahora, la próxima temporada ya se encara como la primera de la normalidad normalidad. Y es que, a la crisis de públicos de la pandemia —que afectó especialmente al Palau porque su público abonado tiene una edad media alta— se le sumó que el traslado a varias sedes diferentes ha provocado todo un cambio de era en el consumo y venta de abonos.
Poco más de cuatro años después de su cierre (Fernando Giner, de Ciudadanos, recuerda constantemente que ha estado más tiempo reformándose que construyéndose), el Palau encara su renacimiento. Por el medio, la tensión de la situación crítica del pryecto artístico ha dejado mella en la plantilla, que reconoce que el cierre y sus consecuencias ha generado tensión y hartazgo durante estos años.
