VALÈNCIA. Candidato de relleno como independiente, afiliado implicado, aspirante a la alcaldía, miembro de la Ejecutiva Nacional de su partido y alcalde local. Los cuatro primeros objetivos ya los ha alcanzado Francisco Gorrea en su cursus honorum -como dirían en la Roma republicana y también imperial- político. Para lograr el quinto le queda apenas un año.
Este concejal de Llíria, de precisamente la histórica Edeta romana, sorprendió hace escasas semanas al ser incorporado a la dirección del PSPV-PSOE que secretaría Diana Morant. Además, lo hizo asumiendo un área tan relevante como Función Pública, que abarca la supervisión y relación con todas las administraciones. No es la primera vez que llama la atención en política, aunque posiblemente sí la menos buscada
"Nunca te lo esperas, y menos si toda una ministra te propone que estés en su ejecutiva", señala para confirmar su "sorpresa" cuando recibió la llamada del secretario de organización, Vicent Mascarell, con el fin de integrarlo entre los 55 miembros del equipo más cercano de Morant, plagado de alcaldes y diputados con pedigrí. "Supongo que buscaron diferentes perfiles y el mío les encajo", concluye.
En la práctica podría generar esa sorpresa por no haber cumplido todavía tres años de concejal. Hace un trienio suplió a Manuel Civera, el alcalde de Llíria que lo ha sido todo en su carrera política. "Me senté con él cuando estudiaba Máster de Abogacía y me pidió que fuera en su lista. Yo era simpatizante de izquierdas y nunca lo había ocultado, pero no militante", recuerda.
Gorrea pasó de ir como independiente y de relleno en una lista a ascender progresivamente en el PSPV. El pasado mandato ocupó el séptimo lugar después de ejercer de asesor de su mentor político. Hasta que, en la alternancia con Compromís, Civera dejó el cargo, la lista corrió y lo relevó el flamante integrante de la Ejecutiva Nacional del PSPV.
Antes de este último hito autonómico dirigió las áreas de Cultura, Deportes y Fiestas. E incluso tuvo tiempo para enfrentarse a la propia portavoz de su partido, Fina Torrijo del Rey, en unas competidas primarias por liderar la candidatura socialista local. Venció por 48 votos a 21 dentro de una agrupación que ahora secretaría y que reúne a alrededor de 90 militantes. "Tengo muy buena relación con ella y mi puerta siempre está abierta a lo que quiera, como para el resto de afiliados", recalca.
Perdió un concejal en 2023 respecto a su antecesor y Pigmalión político, Manuel Civera, "aunque prácticamente igualamos los votos de 2019", matiza. El resultado de la suma con Compromís volvió a dar 11, lo justo para alcanzar la mayoría absoluta sobre el total de 21 y dejar a la vicepresidenta segunda de Diputación y candidata en Llíria por el PP, Reme Mazzorali, compuesta y sin alcaldía de nuevo pese a volver a ganar otra vez más las elecciones con holgura.
Ahora, como primer teniente de alcalde, asume Hacienda, Patrimonio y Fomento Económico, cargos que compagina con la secretaría general local del PSPV y ya con su flamante cargo de responsable de Función Pública en la Ejecutiva Nacional de su partido.
Si le sorprendió el nombramiento, no le resultó tan desconocida su misión pese a no tener una titulación o trayectoria excesivamente vinculada a ese ámbito. "La rama de Derecho puede encajar con muchos perfiles, y yo también he sido asesor del Ayuntamiento y militado en FSP de UGT", apunta.
Acaba de empezar con esta tarea. De hecho, la pasada semana participó en su primera reunión de Ejecutiva. "Comenzaré a reunirme con sindicatos, ver en qué marco nos movemos, cuáles son las necesidades de los trabajadores de la Administración Pública, a sentarme con la dirección de mi partido…", detalla como planes iniciales.
No obstante, su objetivo final consiste en ser alcalde de su municipio, Llíria, la capital de la comarca de Camp de Túria que ronda los 25.000 habitantes. De no alterarse el pacto de gobierno suscrito con Compromís, lo conseguirá el próximo 2025. "El relevo debe de ser natural porque nuestros proyectos, pactados, resultan similares. No creo que me cambie mucho la vida porque trabajaré igual para el pueblo", sostiene.
Este edetano de nacimiento subraya su buena relación con todos los clubes deportivos de la localidad y no se señala como perteneciente a uno especialmente. Y esa neutralidad la extiende a un tema tan sensible como la inclusión, o la simpatía, en alguna de las dos grandes sociedades musicales de la localidad. "Una parte de mi familia es de la Primitiva y otra de la Unión Musical; yo, de las dos, las mejores del mundo", remarca con exquisita neutralidad.
Expresa menos dudas al preguntarle por sus objetivos políticos, que podrían cambiar con la relación más estrecha que va a tener con la secretaria general del PSPV, Diana Morant, al haberse incorporado a su ejecutiva. "Yo estoy en el partido y me lo creo, pero lo primero, mi máxima ilusión, es ser alcalde de Llíria", enfatiza. Tendrá la oportunidad de conseguirlo en apenas un año, mientras se baquetea como cargo orgánico de relieve en la cúpula autonómica socialista