LONDRES (EP). El ministro de Educación británico, Damian Hinds, ha asegurado este domingo que la primera ministra, Theresa May, no tiene ni la más mínima intención de convocar un segundo referéndum sobre el Brexit a pesar de la debilidad que está exhibiendo a la hora de conseguir la aprobación de su plan de salida de la UE, pactado con las autoridades de Bruselas, y del descontento de buena parte de la población británica. "Un segundo referéndum causaría división. La gente ya ha votado, ya hemos tenido ese referéndum y ahora tenemos que ponernos manos a la obra para aplicarlo", ha comentado en declaraciones recogidas por Sky News, donde describió el acuerdo de retirada como un pacto "equilibrado" que el Parlamento británico debería aprobar.
Hinds sale además al paso de una información publicada ayer por el diario 'The Times' en la que daba a conocer que mayoría del gabinete de May, cree que el pacto está "muerto", y que ya no descartaban por completo la posibilidad de celebrar un nuevo plebiscito. Las fuentes del periódico describían un gabinete de ministros completamente fragmentado en múltiples frentes. Uno de ellos, el liderado por el ministro de Finanzas, Philip Hammond, es el que más se está acercando a la posibilidad de recomendar un nuevo referéndum, aunque mantiene que esa sería la última opción, cuando "todas las demás fueran agotadas".
Los también ministros David Lidington (ministro del Gabinete), David Gauke (Justicia), Amber Rudd (Trabajo), y Greg Clark (Negocios) apoyarían esta decisión pero también apostarían por otra solución viable que no implicara volver a plantear la cuestión al pueblo británico. Sea como fuere, las fuentes del 'Times' daban casi por imposible que May pueda conseguir mejoras adicionales a lo ya pactado, por lo que la primera ministra ya estaría anticipando que el Parlamento derribe su plan para devolver la pelota a Bruselas.
"May perdería, pero al menos los eurodiputados se verían obligados a enfrentarse a las opciones disponibles: ningún acuerdo, un acuerdo al estilo de Noruega, por el que Reino Unido se incorporaría a la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) como vínculo secundario con la UE, o bien el segundo referéndum", según el medio.
Mientras, el Partido Laborista en la oposición espera forzar una votación del Acuerdo de Retirada pactado entre Bruselas y Londres en cuestión de días. "La semana próxima vamos a utilizar todos los mecanismos que tengamos a nuestra disposición para intentar forzar al Gobierno para que presente el acuerdo para que se vote antes de Navidad", ha explicado el coordinador de elecciones laborista, Andrew Gwynne, en declaraciones a la BBC.
Casi de inmediato, el ministro de Comercio, Liam Fox, ha salido al paso de estas declaraciones y ha señalado Año Nuevo como posible fecha sobre la decisión que tomará el Gobierno al respecto. En concreto, Fox ha señalado que las negociaciones con Bruselas para lograr nuevas "garantías" sobre el acuerdo pueden llevar tiempo.
"La primera ministra va a informar mañana de los avances. Se reunirá con el Consejo de Ministros el martes. Está muy claro que la UE entiende cuál es el problema y ahora es cuestión de lograr un mecanismo de operación del 'backstop' y acabar con las inquietudes sin anular todo el Acuerdo de Retirada", ha argumentado en un programa de la BBC. "Ocurrirá después de Navidad. No va a pasar esta semana. Va a ser rápido. Ocurrirá en algún momento del Año Nuevo", ha asegurado en su intervención.