VALÈNCIA. El transporte urbano de los municipios de España sigue a la espera de que el Gobierno central apruebe una línea de ayudas para amortiguar las pérdidas derivadas de la caída de ingresos y usuarios por la crisis del coronavirus. El Ministerio de Transportes ya negocia con el de Hacienda una línea de ayudas al transporte urbano municipal. Y entre las múltiples vías que se barajan, se encuentra la de desbloquear parte de los ahorros de los ayuntamientos para que puedan ser dedicados exclusivamente a este menester.
Según fuentes ministeriales, la pretensión fundamental pasa por constituir un fondo complementario de ayudas para los transportes municipales que han quedado fuera de la línea aprobada por el Consejo de Ministros para los transportes metropolitanos y autonómicos. Pero una de las herramientas que tiene a mano el Ejecutivo central, y sobre la que ya está echando el ojo, es permitir a los ayuntamientos usar sus propios ahorros para hacer frente al desajuste presupuestario de las empresas municipales de transporte.
Los principales ayuntamientos de España, entre ellos el de València, e incluso la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), ya han trasladado en reiteradas ocasiones la solicitud para poder emplear estos montantes. Eso sí, la petición era poder disponer libremente de la totalidad de estos remanentes, y no sólo de una parte y con la limitación para el transporte. "No sabemos a qué espera el Gobierno para desbloquearlos con la mayor flexibilidad posible", lamentan fuentes del equipo municipal de València en este sentido.
Se trata de cuantías que, a la postre, son resultado de las restricciones fijadas por las normas de estabilidad presupuestaria recogidas en la llamada 'Ley Montoro'. En València, por ejemplo, los ahorros amasados en 2019 ascienden a unos 60 millones de euros. El Gobierno de Pedro Sánchez ha permitido por el momento el uso del 20% para urgentes cuestiones sociales por la pandemia, pero el uso de los ahorros en su totalidad ha sido uno de los caballos de batalla de los ayuntamientos para hacer frente a esta crisis.
No fueron pocos los municipios que se soliviantaron con el planteamiento -casi lanzado a modo de 'globo sonda'- del Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero, de 'confiscar' todos los ahorros consistoriales para crear un fondo común y cubrir con él los gastos derivados de la pandemia. Ahora, el Ministerio de Transportes, encabezado por José Luis Ábalos, estudia con el departamento de Montero el desbloqueo de parte de estos ahorros para que puedan ser empleados exclusivamente en las empresas municipales de transportes.
Las urgencias del transporte urbano no son baladí. Sin ir más lejos, la delicada situación financiera de la EMT de València empujó a sus dirigentes a solicitar financiación a los bancos por valor de más de 27 millones de euros, dedicados en su mayoría a pagar las nóminas de los trabajadores de los próximos meses. La empresa municipal prevé una reducción de los ingresos de unos 27 millones de euros en la peor de las situaciones. Una delicada situación en la que se encuentran numerosas firmas municipales análogas.
El apremio por conseguir liquidez llevó al presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, y al propio alcalde de València, Joan Ribó, a criticar duramente los fondos del transporte autonómico e interurbano que aprobó el Ministerio de Transportes por 800 millones de euros este mismo martes, y que son independientes a los del transporte urbano, que todavía están en preparación. La principal preocupación de los dirigentes de Compromís en el consistorio era que los autobuses urbanos de Madrid y Barcelona -integrados en sus consorcios regionales- fueran a nutrirse de los mencionados fondos mientras que la EMT de València no podría acceder a ellos porque la Autoridad Metropolitana del Transporte de Valencia no era beneficiaria.
Según el Ministerio, dichos fondos son exclusivamente para cubrir pérdidas del transporte interurbano, de modo que los consorcios de Madrid y Barcelona percibirán las ayudas en relación a los ingresos tarifarios interurbanos de estos consorcios, siempre descontando las pérdidas del transporte urbano municipal.
El alcalde, sin embargo, alegaba que más allá de lo que se descontase, las autoridades metropolitanas de Barcelona y Madrid reparten las ayudas no sólo entre los transportes metropolitanos, sino también entre los urbanos, por mucho que la finalidad de las ayudas excluyera a estos últimos. De ahí que la pregunta del debate fuera: ¿Podrían los consorcios regionales de Madrid y Barcelona utilizar el dinero que perciban de este fondo autonómico para financiar el servicio urbano de autobuses?
La respuesta es sí. Fuentes de la EMT de Madrid consultadas por este diario confirman que aún están a la espera de ver cómo queda reflejada la medida en el decreto. Ahora bien, fuentes ministeriales conocedoras de los mecanismo habilitados aseguraron que, al final, la importancia no reside en la finalidad concreta -si transporte urbano o interurbano- de estas transferencias, dado que, teniendo en cuenta que llegará un fondo para las EMT, si los consorcios regionales dedican estas ayudas metropolitanas en las empresas municipales, dejarán de cubrir las pérdidas del transporte metropolitano. O en otras palabras: el agujero total que reste en las cuentas de cada consorcio tras aplicar estas ayudas -se repartan como se repartan entre ambos sectores- a la postre, será el mismo.
Otro debate que surgió durante este martes fue si el reparto de los fondos para el transporte interubrano aprobados era justo con la Comunitat Valenciana respecto a las otras grandes comunidades. En el reparto, la Comunitat Valenciana recibirá 40,9 millones de euros, el 5,11% de los 800 millones de euros totales, dinero que deberá gestionar la Generalitat a través de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Por su parte, Madrid recibirá 258 millones de euros, Barcelona 240 , y Andalucía obtendrá 92,3.
Para defender la equidad del reparto, el Ministerio explicó que el reparto se había realizado en función de los ingresos tarifarios de cada uno de los servicios. "Como el número de usuarios es mucho mayor en sus capitales -Madrid y Barcelona- que en otras; el déficit adicional provocado por la bajada de usuarios es mucho mayor en estas comunidades", defienden en el Ministerio: "A más viajeros, más déficit adicional y mayor compensación".
De esta manera, por ejemplo, el Gobierno ofreció datos recabados en 2017, según los cuales el consorcio de Madrid recaudaba 866 millones por ingresos tarifarios anuales, Catalunya unos 674 millones, y la Comunitat Valenciana 131 millones. Así, con estos datos orientativos, Madrid recibirá, por tanto, un 29,7% de sus ingresos aproximadamente, Catalunya un 35,6%, y València más de un 31%. Todo ello a nivel autonómico y metropolitano. Para el transporte urbano, habrá que esperar a la decisión del Gobierno.