VALÈNCIA. (EP). La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha avanzado este miércoles que el Gobierno prevé reducir la emisión neta de deuda pública prevista para 2019 a 30.000 millones de euros, frente a los 35.000 millones inicialmente estimados, gracias a la buena evolución de los ingresos fiscales, la ejecución presupuestaria y el ahorro obtenido en la gestión del Tesoro.
Así lo ha adelantado durante su intervención en un desayuno informativo organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi), en el que la ministra ha explicado que los mayores ingresos fiscales y la gestión del Tesoro Público ha llevado al Gobierno a reducir en 5.000 millones la emisión neta de deuda pública para el ejercicio actual, por debajo de los 34.277 millones del año pasado.
Calviño ha destacado la "buena noticia" de la revisión realizada ayer, martes, por Eurostat que confirmó la reducción del déficit público de España del 3,1% al 2,5% en 2018, una décima por debajo de lo previsto por el Ministerio de Hacienda, y la disminución de un punto porcentual de la deuda pública, del 98,1% al 97,1% del PIB.
"España sale por fin diez años después del brazo correctivo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento por déficit excesivo y, por tanto, podemos decir que hemos dejado la crisis atrás", ha celebrado Calviño, quien cree que se pone de relieve la importancia de reducir el déficit y la deuda pública y el "compromiso" del Gobierno de Pedro Sánchez con la disciplina fiscal.
La titular de Economía ha defendido que los datos de Eurostat son "perfectamente ilustrativos" de la "buena gestión" de 2018, dado que el Gobierno ha aprovechado todos los ingresos adicionales y "cualquier margen" para ahorrar gastos y reducir deuda y déficit, como prevé seguir realizando.
En este sentido, ha recordado que el Ejecutivo prevé reducir el déficit del 2,48% del PIB registrado el año pasado al 2% este ejercicio, así como en un punto porcentual la deuda pública, hasta situarla en el 96% del PIB.
"Vamos a emitir 5.000 millones de euros menos de deuda este ejercicio", ha detallado, tras recordar que en el ejercicio 2018 ya se redujo dicha emisión en un nivel similar, por lo que se sigue la senda de ahorro en el marco de bajos tipos de interés y de disminuir el peso de la deuda pública sobre el PIB.
A este respecto, ha defendido que en los 10 meses de Gobierno socialista se ha "consolidado y reforzado" la confianza de los mercados internacionales, se han fijado los costes de financiación de deuda en mínimos históricos y se ha conseguido ahorrar 1.500 millones de euros en intereses de la deuda.
También ha resaltado los récord de demanda en los bonos a 10 y 15 años y que se haya empezado a atraer a inversores asiáticos de largo plazo que no invertían en deuda pública, en un contexto en el que la inversión extranjera directa se ha multiplicado por seis y la prima de riesgo se sitúa en el entorno de lo 110 puntos básicos.
Respecto a la evolución de la economía española, Calviño ha dicho que no es "ni optimista ni pesimista", sino "realista", por lo que ha calificado de "prudente" la previsión de crecimiento del 2,2% del Gobierno para este año, al situarse en la horquilla que marca el consenso de los organismos internacionales, de entre el 2,1% y el 2,4%.
No obstante, ha puntualizado que hay que analizar de aquí hasta junio si la "serie de incertidumbres" prevista se aclara para ver si hay que revisar o no las previsiones. "De momento, la previsión de crecimiento es robusta, superior a la zona euro y las principales economías, y permite tomar decisiones empresariales en un entorno relativamente positivo", ha agregado.
En cualquier caso, ha recordado que España creció un 2,6% el año pasado y que ha cerrado un ciclo económico, si bien todos los organismos coinciden en que seguirá registrando un crecimiento "dinámico y robusto", y los indicadores sobre el mercado laboral más recientes muestran una "gran capacidad" de crecimiento. De hecho, ha adelantado que la evolución del empleo en el primer trimestre ha sido "positiva", a un día de que el INE publique los datos de la EPA.
Según Calviño, España está "capeando la situación mejor de lo que cabía esperar" ante algunas incertidumbres como la desaceleración internacional, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China o el Brexit. Aunque algunos indicadores se deterioran "un poquito", como la balanza de pagos, otros siguen yendo "muy bien", como las ventas de grandes empresas y minoristas, ha resaltado.
Entre las principales incertidumbres, ha recalado en la evolución del petróleo, sobre la que hay que estar "muy atentos" al ser un elemento "muy determinante" para la economía española, aunque ha explicado que el FMI y el Banco Mundial prevén un precio medio del crudo de 66 dólares, inferior al que maneja el Gobierno en su cuadro macro.
También se ha referido a las negociaciones comerciales entre EE.UU y China, que considera que evolucionan "favorablemente", y a la desaceleración de la economía europea, si bien ha apuntado que los últimos indicadores apuntan a una recuperación del crecimiento de Alemania en la segunda parte del año.
La titular de Economía ha defendido que los desequilibrios exteriores no deben conducir a la "parálisis" sino aprovechar la buena marcha económica para desarrollar una política económica activa basada en "disciplina fiscal, políticas sociales y reformas estructurales".
A su juicio, el mercado Europeo sigue siendo la "principal oportunidad" para España, aunque ha abogado por impulsar relaciones comerciales, acuerdos en Latinoamérica y "mirar hacia África", ya que se prevén grandes inversiones y las empresas españolas tienen "grandes oportunidades" en el continente.