La resaca de las elecciones andaluzas desinfla el optimismo del infobarómetro del Govern de la Nau

VALÈNCIA. Si en el Pacte del Botànic el resultado de las elecciones andaluzas ha generado inquietud, en el Govern de la Nau, la coalición que rige el Ayuntamiento de València, la resaca de la noche electoral ha sido desazonadora hasta el punto de desinflar el moderado optimismo que ha proporcionado la nueva oleada del infobarómetro municipal. El concejal de Control Administrativo del Ayuntamiento de València, Carlos Galiana, fue el encargado este lunes de presentar los datos del nuevo estudio de opinión, en el que se repiten los índices de las primeras oleadas y donde el Govern de la Nau vuelve a conseguir un aprobado alto, un 5,6.

Este detalle, en principio positivo, ya que supone constatar una cierta estabilidad en la consideración popular, palidece ante el análisis de los resultados electorales de VOX. El mismo moderado optimismo, la misma buena nota con reparos que en anteriores oleadas, no significa ahora nada, aseguran personas cercanas al equipo de gobierno municipal. “El infobarómetro es papel mojado”, sostenían estas fuentes. Ni hay motivo para sacar pecho, apuntaban, ni el contexto invita a ello. De hecho, decían, la pregunta es más bien otra: ¿Bastará este aprobado a la coalición de izquierdas para volver a ganar las elecciones?

Joan, "simplista"; pero "con todo el cariño"

La semana se inició pues en clave andaluza, con dudas y análisis, algunos más acertados que otros. El alcalde de València, Joan Ribó, hizo el suyo propio y lo único que consiguió fue una réplica en redes sociales por parte de su compañera de gobierno y candidata del PSPV, Sandra Gómez, quien en un tuit describió como “simplista” su valoración; “con todo el cariño”, eso sí. Una opinión más o menos oportuna fue respondida con acritud en público; dos errores, ningún acierto, mucha incertidumbre... Se percibe nerviosismo.

De la honda preocupación da fe el hecho de que en la tarde noche del lunes el grupo municipal de Compromís celebró una reunión para analizar y reflexionar sobre la resaca de la noche electoral andaluza, trágica como un drama de Lorca, amarga e inesperada. Uno de los participantes en esta reunión aseguraba horas después salir “con la cabeza como un bombo”. Una reunión en la que los datos facilitados por la mañana por el concejal Galiana del Barómetro Municipal de Opinión Ciudadana, correspondiente a los meses de septiembre y octubre, apenas estuvieron sobre la mesa. ¿Papel mojado?; quizás no tanto.

Un aprobado que quizás no es suficiente

Y es que pese a ser cierto que pueda tener cierta irrelevancia el barómetro en el contexto actual, tiene también aspectos y resultados a tener en cuenta, más por lo que suponen de foto fija de la sociedad valenciana que por lo que se pueda inferir de ellos para el futuro. Así, el propio Galiana celebró en la rueda de prensa como la gestión del Govern de la Nau “continua siendo aprobada por las valencianas y los valencianos, se mantiene estable en su valoración”. La cuestión, ya se ha apuntado antes, es si será suficiente ese aprobado.

No sólo aprueba el Govern de la Nau. También el Pacte del Botànic. El estudio recoge también la valoración de la Generalitat, que se sitúa en el 5,4; mientras que la del Gobierno español, pese a situarse por debajo del aprobado, con un 4,6, experimenta un crecimiento respecto a la consulta anterior, que fue del 3,5 (antes del cambio de titularidad en el Ejecutivo central, tras la moción de censura aprobada en el Parlamento). Hay pues incluso un efecto Pedro Sánchez, aunque no basta para aprobar, y eso ya significa algo.

Los servicios municipales mejor valorados son las playas, las fiestas populares, l’Albufera y los mercados municipales (éstos últimos son los mejor valorados por sus usuarios de manera específica). De hecho, todos los servicios superan el aprobado, con calificaciones notablemente altas en casos como las playas o los festejos populares (7 puntos) o el Parque Natural de L’Albufera (6,8), y únicamente se sitúan por debajo de los 5 puntos los aparcamientos urbanos.

Parkings para la gente, ante las críticas

A este respecto, el concejal Galiana subrayó durante la presentación del barómetro que hay en marcha una iniciativa del Gobierno Municipal para dar respuesta a esta demanda ciudadana, y anunció la próxima habilitación de aparcamientos públicos en cuatro solares municipales: en las calles Flor de Mayo, en Quatre Carreres; Pere Delmonte, en Benicalap; Nino Bravo, junto a la Ciudad de la Justicia; y plaza Vicent Castell Marqués, en l’Olivereta. Son los cuatro primeros solares que la EMT convertirá en aparcamientos públicos, después de la encomienda que les hará la Concejalía de Movilidad antes de acabar el año.

Es de hecho Grezzi el que peor parado sale quizás del barómetro, como se encargó de insistir el Concejal de Ciudadanos, Narciso Estellés, quien resaltó datos como que el 34,1% de los valencianos consideran que la regulación del tránsito ha empeorado mientras que sólo un 6,6% nota alguna mejoría. O que más de la mitad de los valencianos (51,5%) critican el empeoramiento de los aparcamientos públicos y sólo un 6,9% perciben mejoras. Con todo, el tráfico y la movilidad no son las principales inquietudes de los ciudadanos: ese lugar lo ocupa el empleo.

Suspende en dos distritos

La encuesta municipal se ha realizado sobre un espectro de 2.300 personas, elegidas de manera aleatoria en 287 puntos de la ciudad, según cuotas de sexo, edad y relación con la actividad económica por distrito. Los avances de resultados para el total de la ciudad ya están publicados en la web municipal y este martes se subirá la información de las tabulaciones por distritos; el miércoles estarán los resultados por sexo y edad de las personas entrevistadas; y el viernes se tendrá acceso a los ficheros de microdatos.

La gestión municipal aprueba en la práctica mayoría de los distritos y pueblos de València: de los 19 distritos, 17 dan su aprobación a la gestión del gobierno local, con la única excepción de dos: Pobles de l’Oest y Extramuros, que suspenden a Ribó y sus socios de gobierno. Ciutat Vella, pese a las críticas, marca la nota máxima, con un 6,6. La encuesta recoge también datos sobre las principales preocupaciones colectivas y personales de los vecinos y vecinas, que vuelven a situar el paro en primer lugar, y desglosa la valoración de los distintos servicios públicos por parte tanto de quienes son usuarios como de quienes no.

La limpieza y el urbanismo repiten como los principales problemas que perciben los usuarios en las calles. Asimismo, el barómetro subraya la valoración positiva del vecindario sobre el nivel de seguridad en las calles, ya que casi el 49% considera que su barrio es más seguro que el resto de la ciudad. Y este último dato, dicen las fuentes consultadas, es más esperanzador de lo que podría parecer en un primer análisis.