Gonzalo Catalá, a la izquierda, en su nombramiento como coordinador del PP en la Vall d´Albaida por parte de Vicent Mompó.VALÈNCIA. Lidera la tercera generación de granjeros de su familia en Pinet, municipio que, con sus 160 habitantes, está situado en el corazón del Paraje Natural El Surar. Esta pequeña localidad constituye una especie de islote urbano entre la Safor y la Vall d´Albaida, aunque geográficamente se halla ubicado en esta última comarca.
Desde el pasado mes de junio la dirige Gonzalo Catalá Mahiques. Hasta entonces, en los tres pasados mandatos, había compaginado su labor de granjero con la de primer teniente de alcalde, por detrás de Juan Ramón Chismol. A partir del 17 de junio, y retirado Chismol, lo hace con la de máximo munícipe en un hemiciclo en el que su partido, el PP, dispone de los cinco concejales en liza.
Y desde hace poco más de un mes ha sumado una nueva tarea a sus quehaceres políticos, la de coordinador comarcal de su formación en la Vall d´Albaida. El presidente de su partido, Vicent Mompó, ha cambiado la mitad de las direcciones en las comarcas con la vista puesta ya en afrontar los comicios de 2027. Y esas variaciones han encumbrado a Catalá.
En la Vall el PP tiene 13 alcaldías de 34 municipios que configuran la comarca. No obstante, al igual que para el PSPV, le queda lejano el reto de acercarse al gobierno de su capital, Ontinyent, dirigido por el partido comarcalista Ens Uneix, con su alcalde, Jorge Rodríguez, a la cabeza.
Catalá observa esa panorámica electoral desde su granja de pollos y cerdos, una tarea en la que coincide con gran parte de sus convecinos. "Seremos unas 35 granjas familiares en el término municipal. Supone un elemento básico para la economía local. Comenzó hace unos 50 años, con nuestros antepasados", apunta el granjero, secretario de una peña futbolera y miembro de comparsa.
Su negocio ocupa gran parte de su tiempo. Al ayuntamiento le dedica el viernes con más intensidad y el resto de la semana cuando resulta necesario, más vía telefónica. La única trabajadora administrativa del consistorio se encarga del día a día. La figura de secretaría y arquitecto son itinerantes, compartidas con otras poblaciones.
Pese a la reducida disponibilidad económica de la casa consistorial, con subvenciones y ayudas afronta proyectos importantes para el municipio, como la rehabilitación de su propio centro administrativo o la edificación de un nuevo consultorio auxiliar.
Intenta impulsarlo como punto turístico en el ámbito rural. Ubicado a un centenar de kilómetros de Valencia, destaca de Pinet, desde su punto de vista de vecino, esa riqueza natural. "Es un lugar idóneo para cicloturismo, escalada, senderismo… para disfrutar del paisaje y del lugar", apunta al ser preguntado al respecto.
Sus labores profesionales como granjero y su escaso currículum como alcalde no los ve un inconveniente para hacerse cargo de la coordinación comarcal del PP con el objetivo de ganar más alcaldías. "Buscaré el bien de toda la comarca", insiste, para añadir que, desde su óptica, "la política es vocacional".
"No cobro ni del Ayuntamiento", refrenda de este modo su anterior afirmación. Acto seguido alude a un hecho determinante en su opinión, sobre todo en el ámbito provincial. "La política actual es diferente", argumenta, para, a continuación, reflexionar, que "¡cómo lo diría! No es política pija ni del cuento, sino de pueblo, de trabajo diario".
En esta línea no duda en citar como ejemplos al propio Mompó -alcalde de Gavarda, municipio de interior también y que supera por escaso margen el millar de habitantes- y "a Natalia" -Enguix-, teniente de alcalde de Ontinyent, principal ciudad de la Vall d´Albaida con el 40% de los alrededor de 90.000 habitantes de la comarca y vicepresidenta primera de la Diputación de Valencia.
Mompó preside el PP provincial, mientras que Enguix representa la expansión de Ens Uneix, el partido comarcalista nacido, precisamente, en la Vall d´Albaida. En esta comarca una veintena de sus 34 municipios se sitúa por debajo del millar de moradores. Ese dato refleja su reducida población.
Otro detalle también muy elocuente consiste en que aglutina a dos de las tres poblaciones con menos de cien habitantes de toda la provincia. Se trata de Carrícola y Sempere. La tercera, La Puebla de San Miguel, se encuentra en el lado contrario, hacia el norte, en el Rincón de Ademuz.
En medio de la naturaleza, al sur de la provincia y con parajes tranquilos, constituye un lugar propicio para promover un negocio como el que dirige el alcalde de Pinet. Gonzalo Catalá ejerce de granjero mientras piensa en las obras del futuro consultorio y planifica la expansión de su partido por la Vall d´Albaida, donde en las últimas elecciones se quedó a una docena de votos de conseguir el único diputado comarcal.
El actual, con el escaño en manos de Ens Uneix, ha decantado la Diputación de Valencia. Por tanto, no resulta baladí conseguir más o menos alcaldías, misión encomendada por el PP a Catalá para inclinar ese diputado decisivo.
