VALÈNCIA. El Hospital General de València prevé que la nueva resonancia pendiente de instalar tras el desmontaje de una de las máquinas de Eresa esté operativa en julio. Así lo apuntan desde el departamento, donde la gerencia dio la orden a la compañía el pasado 1 de marzo de retirar la primera de sus máquinas instaladas en el centro.
Desde entonces la compañía lleva desmontando el aparato, por lo que en el hospital disponen de una resonancia menos cuyos pacientes son derivados a las instalaciones externas de Eresa. Según explican desde el departamento, esta dilatación en el desmontaje se ha dado por cuestiones estructurales, debido al refuerzo de un forjado.
Cabe recordar que, con la paralización de esta máquina, siete trabajadores quedaron en el limbo al no querer subrogarse el centro público en Eresa por no realizarse un traspaso de la maquinaria que, según el hospital, la empresa nunca contempló ceder. Ahora, el consorcio tiene previsto montar dos resonancias y dos TAC para internalizar el servicio, que si no cambia el rumbo finalizará con la salida de todos los trabajadores de la empresa si un juez no dice lo contrario.
Mientras, el consorcio también ha licitado un concurso de refuerzo para absorber la lista de espera que no puedan atender con sus servicios propios y que actualmente también se estaba derivando a las instalaciones de Eresa a Campanar.
El consorcio publicaba la licitación dividida en dos lotes con un presupuesto base de 2,9 millones de euros para TAC y resonancias. Estos servicios se están prestando por Eresa a través de enriquecimiento injusto desde el pasado 24 de julio en el caso del TAC y del 8 de enero de 2018 en el caso de las resonancias.
En la memoria justificativa de la licitación se apunta a la insuficiencia de medios para abordar el servicio por la administración debido al proceso de internalización que actualmente tiene en marcha el hospital debido al proceso desmontaje de los equipos actuales y a la instalación de los nuevos equipos con las obras de adecuación necesarias, lo que supondrá que durante un tiempo estén inactivas.
"Esto supone que temporalmente se reduzca el equipo disponible (recursos humanos y materiales) y por tanto, el número de exploraciones a realizar en el Hospital y aunque actualmente ya se están realizando exploraciones fuera del mismo, todavía existe la necesidad de contratar la prestación con carácter complementario a su realización con los recursos y medios propios hasta la definitiva internacionalización del servicio de TC y RM", explicaban.