VALÈNCIA. El alquiler se ha convertido en un mercado al alza, principalmente por el difícil acceso que tienen muchos colectivos para acceder a la compra de una vivienda. Pero también por el crecimiento del teletrabajo y la posibilidad de residir en otras ciudades. Y, sin embargo, la oferta sigue siendo escasa y poco profesionalizada en la mayoría de capitales españolas. De hecho, en España solo el 10% del parque inmobiliario está disponible para alquiler, mientras que en Francia es del 27%; en Alemania, el 17%; y en Italia, el 18%. Un déficit respecto a una demanda in crescendo que ha llevado a muchos inversores a detectar oportunidades en este segmento.
Por ello, el HUB de Inversión Inmobiliaria -que agrupa a las firmas Callaghan Inmobiliaria, Edify, Priority, Bricks&People, Haux T y Colibid- ha lanzado ahora Bricken, una compañía dirigida a inversores que busquen "un respaldo en el ladrillo y en el alquiler para generar rentas recurrentes", explica Carlos Peiró Rees, CEO del HUB. Así, la firma se dedicará a la búsqueda de activos de segunda mano, su reforma y gestión ofreciendo al propietario rentabilidades anuales de hasta el 6%.
"El problema que detectamos es que están llegando muchos fondos internacionales e inversores particulares que no encuentran productos adecuados para invertir. Por ello, en Bricken buscamos inmuebles con precios que se ajusten a los intereses del comprador y nos encargamos de la reforma y decoración para revalorizar el activo, así como de la gestión de los alquileres para que el propietario se despreocupe, recibiendo solo la renta mensual", remarca Peiró.
Y es que en los últimos meses, desde el HUB de Inversión Inmobiliaria están detectando la llegada de mucho capital extranjero con 'apetito' en el alquiler. "València es una de las ciudades más rentables de Europa, con valores de hasta el 6% y, a la vez, es de las que menor coste tiene por metro cuadrado, unos 1.800 euros. Por tanto, es muy atractiva para la inversión", remarca el empresario. De hecho, ese interés fue uno de los motivos que les llevó a montar la compañía.
"El alquiler es una modalidad de residencia que va creciendo porque soluciona el problema del acceso a la vivienda. Pero, también, cada vez son más los nómadas digitales que llegan a la ciudad para trabajar durante periodos concretos y no tienen oferta de calidad", señala. Así, el negocio está dirigido tanto a fondos como a family offices y particulares que busquen generar un patrimonio. Por ello, la compañía ofrece tres tipos de portfolios en función de las necesidades del inversor.
Por un lado, está la 'cartera rentabilidad' para aquellos que buscan altas rentabilidades de entre el 8-9%, con inmuebles ubicados en el extrarradio de la ciudad. Por otro, la 'cartera valor', enfocada a aquellos a generar patrimonio con menores rentas pero más sólidas y rentabilidad de entre el 2-3% con activos en zonas más prime. Finalmente, está la opción que llaman 'equilibrio', donde se busca una localización concreta con presupuestos que van desde los 250.000 euros, reforma incluida, para rentabilidades del 5-6%.
Para la búsqueda de las viviendas, Bricken recurre al big data y a la amplia red de expertos del Hub de Inversión Inmobiliaria, aunque ya han conformado un equipo de cinco profesionales. Su actual volumen de inmuebles fluctúa porque, pese a la actual coyuntura, el mercado sigue muy dinámico, señala Peiró. Tanto es así que su idea es arrancar en València, pero antes de final de año dar el salto a Madrid y Barcelona.
"Al final se trata de ofrecer las máximas rentabilidades. Nosotros lo gestionamos todo: la compra, la reforma y la explotación garantizando al propietario la renta mensual a principios de mes", subraya. Un porcentaje de la misma se lo queda la compañía por la gestión. "Nuestro objetivo con Bricken es profesionalizar el mercado del alquiler porque en los próximos años va a seguir creciendo", remarca.
Para dar una mayor transparencia y seguridad a los inversores, la compañía está desarrollando una aplicación digital para que en todo momento puedan comprobar si ha habido incidencias en la vivienda, aunque de su mantenimiento se ocupará la empresa gestora.
"En el actual contexto de incertidumbre económica, el ladrillo vuelve a ser un valor refugio y ha recuperado la confianza de la gente. Por ello, creemos que es ahora una oportunidad de invertir en un mercado que irá al alza en los próximos años por la falta de oferta profesionalizada en el mercado y por la dificultad que tienen muchos colectivos para acceder a la compra", concluye Peiró.