CASO EMARSA

El informático asegura que Cuesta le dijo “paga si quieres trabajar en Emarsa, si no a la calle”

Sebastián García apunta a Enrique Crespo como el cabecilla de la trama y explica que le hacían hacer facturas falsas para justificar la salida de dinero que según él se repartían Cuesta, Crespo, Morenilla y Bernácer

9/05/2017 - 

València. El informático de Emarsa ha confesado. En el primer día de declaraciones y tras ratificarse nueve conformidades de culpabilidad, le llegó el turno de declarar a Sebastián García. Durante el turno de preguntas de la Fiscalía, García apuntó al exalcalde de Manises, Enrique Crespo, como cabecilla de la trama que saqueó la depuradora de Pinedo, tachó al exgerente de la empresa Esteban Cuesta de ser “la marioneta que repartía el dinero” entre Crespo, Morenilla, Bernácer y el propio Cuesta.

A este respecto, el investigado explicó que: “Tenían una trama hecha por Crespo para sacar dinero de los lodos. Lo supe meses antes de que saltara todo. Se repartían 180.000 euros mensuales. Esteban Cuesta es la marioneta que repartía el dinero”.

Con respecto a los más de dos millones de euros que sus empresas le facturaron a la depuradora de Pinedo, el informático dijo que “yo solo puedo acreditar las facturas que entregué por 235.000 euros, el resto sería dinero que se le entregaría a Esteban Cuesta. No es posible que se facturaran dos millones de euros en material informático. El 60 por ciento del dinero que se le facturaba a Emarsa se lo quedaba Esteban Cuesta, el resto era para pagar nóminas etc. Cuesta me decía cuánto dinero había que facturar y con qué conceptos, y es él quien me propone nada más llegar a la planta que haga facturas falsas. Pero no solo es culpa de Cuesta, estaba organizado por Crespo”. “Hay material que yo serví a la planta que luego no estaba allí. El gerente me pedía que cambiara los conceptos de las facturas por eso salía 500 teclados cuando había 10 personas” aseguró García.

Sebastián García fue lapidario con respecto a cómo Cuesta le habló al entrar a trabajar para la depuradora. Asegura que el exgerente le espetó que: “Paga si quieres trabajar en Emarsa, si no te vas a la calle. Tenía que darle a Cuesta 4.000 euros mensuales”. Y apostilló que: “se simulaban contratos. Se hicieron muchos contratos ficticios, la idea de firmar los contratos ficticios fue de Esteban Cuesta y yo lo que hacía era repartir el dinero, además les daba portátiles y televisiones a Cuesta y Arnal”.

Viajes a Rumanía

El imputado explicó como los famosos viajes a Rumanía tenían mucho más que ver con el placer de quienes los realizaban que con trabajos relacionados con la depuradora. En su caso viajó en tres ocasiones a este país de Europa del Este. “Los viajes eran para apoyo informático pero luego nada. El resto iban a hablar con alcaldes y luego nos íbamos a comer. Ellos no sé si hicieron algo, pero creo que no”. Explicó que él nunca hizo nada relacionado con el trabajo de informático por el que cobraba, cuando llegaba a Rumanía simplemente se quedaba en el hotel y se iba de comidas.

Pero no solo Rumanía salió a la palestra. Andorra, un conocido paraíso fiscal era otro de los lugares recurrentes al que viajaba Cuesta según la declaración del imputado. En referencia a esto explicó que: “sé que iba frecuentemente Cuesta a Andorra. Una vez al mes. Una vez al salir de una comida Cuesta tenía cajas con dinero en el maletero para Morenilla, Crespo y Bernácer y él mismo”.

Caso Emarsa

La pieza principal del caso Emarsa se investiga el saqueo de 24 millones de euros en la depuradora de Pinedo. El procedimiento saltó a la luz en 2010, cuando el PSPV denunció que Emarsa acumulaba un déficit de al menos 16 millones de euros, además de contratos no justificados por valor de unos 32 millones más. El proceso se dividió en 11 piezas, entre ellas la principal, con 25 acusados --más uno a título lucrativo--.

El juicio por esta pieza, la principal, se señaló inicialmente en noviembre de 2015, pero el tribunal decidió suspenderlo a la espera de que Moldavia extraditase al empresario y considerado presunto cabecilla de la trama, Jorge Ignacio Roca, condenado en ese país por otro procedimiento diferente. Roca fue detenido tres meses antes de que arrancara la vista.

Esta pieza regresó entonces al órgano instructor, el Juzgado número 15 de Valencia, que practicó nuevas diligencias relacionadas con Roca. Decidió procesarle y le atribuyó delitos de malversación de caudales públicos y falsedad documental.

Después de todo esto, la sala volvió a suspender el juicio después de que varios investigados renunciaran a sus defensas y, obviamente, varios letrados del turno de oficio se hicieran cargo de las defensas pero sin haber podido leerse el sumario, que supera los 200.000 folios.

Numerosos acusados

Entre los acusados en la causa principal figuran Enrique Crespo; el exgerente de la depuradora, Esteban Cuesta; José Juan Morenilla; Ignacio Bernácer; Enrique Arnal, ex director financiero de Emarsa; Adolfo Polo, jefe del área medioambiental; Sebastián García Martínez 'Chanín', exinformático de la entidad; Santos Peral, jefe de contabilidad y que tenía responsabilidad políticas en el PP de Valencia e Ignacio Martínez Maiques, jefe de compras e igualmente miembro del PP.

Junto a ellos figuran los empresarios José Luis y Enrique Sena y Vicente Ros Bartual, relacionados con Notec; María Paz García, hermana de 'Chanín'; la administradora del Grupo Mas, Eva Marsal Gil; Juan Manuel García, administrador de Arrima Centre d'Estudis; Juan Carlos Gimeno, que fue encargado de gestión ambiental de la planta y posteriormente administrador de Area Este y CRM Adecua y Vicente Tomás Benlloch, administrador de Viajes Benimàmet.

Otros acusados son Ana María Ríos Solaz, periodista contratada por Emarsa; Leonor Moreno, abogada de la entidad; Jorge Ignacio Roca Samper, abogado y primer teniente alcalde de Moncada; Rafael Quiles, asesor del grupo de empresas de 'Chanín'; Daniel Calzada, de la mercantil Llar Calzada, y a José Ramón Cuesta, hermano del exgerente.

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