VALÈNCIA. La Albufera es un entorno natural único situado a menos de 10 kilómetros de la tercera ciudad más grande de España. No solo es un lujo para el uso humano, sino que también cuenta con uno de los conjuntos de flora y fauna más valiosos del país. Por otro lado, l'Albufera se muere. Igual como el planeta Tierra se agota. La vida contemporánea, que tanto quiere cuidar "los paisajes" en realidad ha creado una inercia que acelera su destrucción. La emergencia climática ha ido escalando en los último años hasta convertirse en uno de los puntos claves del debate público y político de esta década. ¿Cómo salvar el mundo tal y como lo conocemos? Muchas veces, además, se le trata de dar respuesta sin renunciar un ápice a la rutina urbana.
En este contexto, el IVAM ha querido tomar parte como museo, precisamente expandiendo su radio de acción, física y artísticamente. Presentes densos es su propuesta: un grupo de trabajo formado por 25 personas que, a lo largo del curso, se zambullirá en buscar una respuesta, o al menos un aprendizaje que llame a la acción, sobre la situación de emergencia climática del parque de la Albufera. Se trata, de hecho, de una serie de talleres, excursiones, conferencias, que correrán a cargo de perfiles muy diferentes de personas (desde el activista ecologista de l'Albufera Víctor Navarro hasta antropólogas y performers, como Mafe Moscoso y María Jerez).
Este es el punto de partida, y el proyecto busca ser un punto de encuentro: "el programa busca ser integral y construir un marco de pensamiento desde muchos puntos de vista diferentes, pero también nos interesaba centrarlo para entender la complejidad de todos los intereses que están en conflicto, y l'Albufera podía representar esto", explica Julia Ramón, subdirectora de actividades del IVAM. "No buscamos iluminar ni que l'Albufera en sí nos ilumine: vamos a escuchar a los pescadores y los técnicos del parque y también a estudiosos teóricos. Lo que queremos en realidad es que este acercamiento nos de herramientas para poder pensar y entender la situación global de emergencia climática", añade Miguel Ángel Martínez, comisario y responsable del proyecto.
El ciclo, cuyo último día para solicitar participar acaba hoy mismo, explorará los puntos de vista de personas que, de maneras diferentes, están comprometidas con esta situación concreta. "Cada persona contará su testimonio o su saber y el trabajo del grupo será el de ir explorando los puntos de confluencia y de disonancia de cada una de estas perspectivas", comenta Martínez. No se trata, por tanto, de dar una respuesta ni de tratar la situación con condescencia, sino recoger información para tener las herramientas con las que gestionar personalmente la relación entre lo humano y lo no-humano en el mundo actual.
También se huye de intentar abordar este problema desde un atril, sino que el ciclo está pensado también para no separar el conocimiento de la acción y los propios afectos. Escuchar y aprender es importante, pero poner el cuerpo también es imprescindible y en todo momento el acercamiento buscará ser lo más respetuoso posible.
¿En qué concluirá el curso? El museo no espera de vuelta un objeto, una obra o una publicación. Se trata de una actividad que expanda la línea de acción del propio IVAM y el resultado será aquello en lo que el grupo de 25 personas decida acabar con la tutorización de Miguel Ángel Martínez. El perfil de las personas que se buscan para este proyecto quiere ser lo más homogéneo posible y no caer únicamente en personas relacionadas profesional y directamente con el mundo del arte. Sí se precisa de un compromiso: Presentes densos se alargará hasta junio con una cita quincenal que tendrá lugar a lo largo del sábado por la mañana.
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