VALÈNCIA. El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) busca director artístico. Meses después de la sonada dimisión de Nuria Enguita, la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura, liderada por Vicente Barrera (Vox), ha puesto en marcha el proceso de selección del nuevo director, con la publicación de las bases este mismo lunes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). Son 20 días hábiles los que tienen los interesados para presentar sus solicitudes, tal y como se especifica en unas bases que se presentan con notables diferencias con respecto a las diseñadas para el anterior proceso de selección, que se llevó a cabo en 2020. Un jurado sin presencia internacional, la ausencia de referencias a la subsede del Parc Central o la demanda de proyecto que “evite el sectarismo” son algunas de las claves para entender el proceso de selección de una de las principales instituciones artísticas de la Comunitat Valenciana.
De entre ellas, una de las más destacadas es la composición del jurado, que mantiene casi idéntica su estructura, aunque con una gran diferencia por lo que respecta al perfil de sus miembros, pues si en la convocatoria de 2020 tuvieron un gran peso nombres de la escena internacional como Iwona Blazwick, directora de la Whitechapel Gallery de Londres; Vicent Todolí, director del Pirelli HangarBicocca de Milán; Bernard Blistène, director del Centro Pompidou de París, o Manuel Borja-Villel, entonces director del Reina Sofía, en esta ocasión se apuesta por unos perfiles de ámbito más local.
Así pues, el jurado está compuesto por dos miembros de la administración pública, dos representantes de la sociedad civil y tres personas expertas, una menos que en la anterior convocatoria. Este último apartado está compuesto por Rosa Castells, responsable del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante; Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes de València, y Guillermo Solana, director del Thyssen de Madrid. Por lo que respecta a los representantes de la sociedad civil se ha elegido a Salomé Cuesta, Vicerrectora de Arte, Ciencia Tecnología y Sociedad de la Universidad Politécnica de Valencia, y Ester Alba, Vicerrectora de Cultura y Deporte de la Universitat de València. Como curiosidad, aunque la composición es mayoritariamente femenina, se elimina de las bases la obligatoriedad de “respetar la paridad”.
En este sentido, es imposible no tener en cuenta el marco en el que se está llevando a cabo esta transición, tras la dimisión de Enguita ante la falta de "apoyo" de la Generalitat, tal y como expresó ella misma en un comunicado, por las críticas y posterior remisión a Fiscalía sobre su proceso de selección, que en apenas unas semanas fue archivada. El conflicto provocó numerosas críticas dirigidas al gobierno autonómico, tanto por parte de la oposición como de los sectores profesionales. Entre ellas, la de la Asociación Directoras y Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE), que exigió en un comunicado una “disculpa pública” por parte de la Generalitat a la exdirectora y al jurado que la eligió, un telón de fondo imposible de obviar en este proceso.
Un proyecto sin “sectarismo”
Si bien se mantiene la retribución, entre convocatorias cambian algunas cuestiones, como la duración del contrato. Si bien se dice que el proyecto que deben presentar los candidatos se debe referir a un periodo de cinco años, las bases no marcan -como sí se hacía en 2020- la duración del contrato, entonces de cinco años con posibilidad de renovación por el mismo periodo. Entre los requisitos señalados, se exige acreditar al menos tres años de experiencia en niveles directivos o de responsabilidad en ámbitos relacionados con el arte moderno y contemporáneo en el sector público o privado y, en relación al proyecto que deben presentar los candidatos, llama la atención que se especifique que se debe prestar atención al IVAM como un espacio de vanguardia y creatividad artística y “evitando el sectarismo”, una palabra que es habitual en los discursos del conseller Vicente Barrera y, en general, de la escena política, pero no tanto en unas bases para elegir director de un museo como el IVAM.
El proceso de selección se dividirá en dos fases, por un lado la presentación de proyecto y por otro la entrevista. Así, la valoración de los méritos aportados y el proyecto presentado será de 60 puntos, requiriéndose de una puntuación mínima de 40 puntos para poder ser seleccionado para la fase de entrevista, cuya puntuación máxima será de 40 puntos.
Ni rastro de la subsede
Otra de las novedades que presenta las bases es la ausencia de un apartado sobre la nueva subsede del museo. Esta fue, precisamente, una de las cuestiones clave en el proceso de selección de Enguita. De esta forma, en su concurso se pedía a los aspirantes que diseñaran un proyecto para un “nuevo espacio” expositivo con un concepto “más próximo a un espacio del siglo XXI”, proyecto que después se desvelaría como la subsede ubicada en el Parc Central. El espacio fue cedido hace años por el Ayuntamiento de València a la Conselleria de Cultura para su adecuación y reconversión en subsede del IVAM, espacio para el que Enguita había diseñado una hoja de ruta cultural. Sin embargo, pese a que se había previsto una inauguración en 2023, el espacio sigue a la espera de que se licite el proyecto y posterior obra, una subsede sobre la que el actual gobierno no ha dado ninguna respuesta sobre su futuro. Por lo pronto, tampoco lo hará el nuevo director, pues desaparece por completo del plan a presentar.