VALENCIA. El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) continúa rechazando de plano la ampliación de capital que se votará el próximo 16 de febrero en la junta general de accionistas del Elche CF. Tanto es así, que el organismo que dirige Manuel Illueca ha exigido mediante burofax a la Fundación Elche CF, que tiene el 54% de las acciones, que rechace la operación, ya que sus acciones están pignoradas en favor del IVF, a la que debe 14 millones de euros.
En el burofax el IVF advierte a los patronos que todos ellos, voten lo que voten en la reunión del Patronato, serán responsables solidarios de los perjuicios que puedan causar al organismo público si la Fundación da el visto bueno a la operación.
El consejo de administración del club aprobó en enero la propuesta de ampliación de capital de 1,36 millones de euros, a la que ya se oponía el IVF, pero los responsables del club expresaron su confianza en convencer a Illueca de la conveniencia de aprobar la operación. "Tenemos un compromiso con la gente que aportó dinero en su día", justificaron.
Los argumentos del IVF para no permitir la operación son muy claros: el Instituto tiene pignoradas unas acciones que suponen la mayoría del capital social y su intención es que la Fundación Elche CF venda esa participación para pagar, en la medida de lo posible, los 14 millones que debe al organismo dependiente de la Conselleria de Hacienda.
La ampliación de capital, a la que la Fundación no acudiría por falta de fondos, supondría diluir su participación y perder la mayoría en el capital del club -en concreto, quedaría en el 37%-, lo que haría aún más difícil vender ese paquete accionarial. Según el IVF, la prenda sobre las acciones de la Fundación obliga a esta a no aprobar ninguna operación que suponga reducir la participación accionarial.
El IVF avaló en su día a la Fundación Elche CF para que mediante un préstamo capitalizara el club, igual que hizo con el Valencia, el Hércules y el Levante. Al no poder atender la Fundación sus obligaciones con los bancos, estos ejecutaron los avales, primero el Sabadell -el préstamo era heredado de la CAM- por 9 millones y después Caixabank -heredado de Banco Valencia- por 5 millones.
Los avales tenían como garantía la mayoría accionarial del club ilicitano y este es el motivo por el que ahora están pignoradas las acciones. La intención del organismo que dirige Manuel Illueca es encontrar un comprador que se haga con la mayoría del club.