VALÈNCIA. El Instituto valenciano de Finanzas (IVF) está preparando una propuesta de solución técnica para poder liberar a la Marina de València de la deuda de más de 450 millones de euros. Sería una fórmula para salir del paso, a la espera de que el Gobierno de España decida, si es que lo hace, condonar la deuda que el Consorcio Valencia 2007 tiene con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) por las instalaciones de la America's Cup.
Según ha podido saber Valencia Plaza, el IVF contempla una fórmula financiera que permitiría que la Marina de València redujera su morosidad. La propuesta que están ultimando el IVF y el Consorcio València 2007 consiste en reducir la deuda del organismo que gestiona la Marina de València hasta una cantidad asumible con un plan de pago a largo plazo ajustado a su plan de negocio. Hasta el momento tienen claro que, según el plan estratégico, es posible que en los 30 años de vigencia que le quedan al Consorcio éste pueda pagar con la explotación de las instalaciones poco más del 10% de la deuda total, lo que supondría la devolución de unos 50 millones de euros.
¿Y qué pasa con el resto? La reclamación tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento es que el Estado se haga cargo de esa parte de la financiación de infraestructura para la Copa América, "igual que financió los Juegos Olímpicos de Barcelona, la Expo de Sevilla y la de Zaragoza", según el discurso reiteradamente expresado por Joan Ribó y Vicent Soler.
Sin embargo, son conscientes de que la palabra "quita" está proscrita en el vocabulario del Ministerio de Hacienda, como se ha visto estos días a propósito de la deuda de las Comunidades Autónomas. Por ello, el IVF está diseñando otra propuesta que libere al Consorcio de esa pesada carga sin que el Estado haga una quita en el sentido estricto del término. Ni la entidad que dirige Manuel Illueca ni la que comanda Vicent Llorens han desvelado cuál será la fórmula que presentarán al tercer socio del Consorcio, el Estado.
Fuentes conocedoras del proceso aseguran que se trata de una fórmula que se suele utilizar mucho en el mundo empresarial, sobre todo en grandes corporaciones, aunque no especifican cómo se ejecutará. La clave es que el Consorcio deje de tener el lastre de la deuda que, por ejemplo, le impide acceder a programas europeos que encajen con las líneas del espacio y que les permitiría acceder a fondos para realizar más actuaciones.
La solución será presentada en la comisión de expertos técnicos, puesta en marcha el pasado año, compuesta por dos miembros de cada administración presente en el consejo rector del Consorcio- Ayuntamiento, Estado y Generalitat-. Este grupo se constituyó para aportar soluciones sobre la viabilidad del Consorcio y de cómo acabar con una deuda que el ente no puede asumir en su totalidad. Fue la única respuesta del Estado a la petición de una condonación de la deuda.
"Se trata de analizar con rigor y seriedad el presente y futuro en términos de viabilidad del Consorcio porque no queremos dejarlo en manos de políticos o de las instituciones, sino de técnicos que representen a cada una de las administraciones para saber el punto de partida y la hoja de ruta que tenemos que recorrer", aseguraba en aquel momento el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya. Será la comisión de expertos quien decida si debe ser trasladada al consejo rector.
Por lo pronto, el próximo consejo rector de la Marina de València se celebrará a principios de marzo. Así lo señalaban este jueves el alcalde del Ayuntamiento de València, Joan Ribó, y el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, tras una reunión en el consistorio. Tanto Soler como Ribó exigieron al Gobierno central que se implique más en el proyecto para poder agilizar la gestión.
El último contacto de las administraciones valencianas con el Estado fue el pasado 27 de junio, cuando se celebró un pleno al que acudió el secretario de Estado de Hacienda y en el que resolvieron los temas más urgentes para que el Consorcio pudiese continuar funcionando. Sin embargo, muchos puntos se quedaron en la mesa, como la creación del Museu de la Mar.
Soler insistía que se trata de un lugar "único en España y muy singular", en el que deben de quitar "toda la caspa judicial que ha ido acumulándose porque muchas de las potencialidades que tiene no se están cumpliendo". Y es que existen numerosos proyectos pendientes, desde el hotel a la reforma de la que fue base del Alinghi. "Se está intentando explicar al Gobierno que España no acaba en la M-50 y se tiene que implicar en los temas que están más allá de la Castellana", insistía el conseller.
Según Ribó, "la Marina está yendo bien. Este fue el primer año, dejando de lado la parte financiera, que ha tenido unos resultados positivos, pero hay muchas cosas que no pueden avanzar porque no hay un Consejo Rector que la dirija". Y es que el Consorcio Valencia 2007 cerró 2017 con ingresos de alrededor de seis millones de euros.