VALÈNCIA. El Instituto Valenciano de Oncología (IVO) necesita espacio para ampliar sus instalaciones. El aumento de pacientes atendidos y la voluntad de contar con más quirófanos, entre otras cosas, ha empujado al centro oncológico a buscar suelo para la construcción de un nuevo edificio, para lo cual ya está en negociaciones con el Ayuntamiento de València en aras de conseguir la permuta de unos 1.400 metros cuadrados de suelo.
La Fundación IVO ha planteado la petición de suelo disponible al consistorio y las conversaciones se encuentran en una fase preliminar, según ha podido saber Valencia Plaza. Tras estudiar la solicitud, la idea con la que se trabaja es la de llevar a cabo la permuta de un suelo público cercano a la sede del IVO, sito en la calle Joaquín Ballester (detrás de Nuevo Centro), para la construcción de un nuevo edificio oncológico.
Concretamente, la mirada está puesta en el parque público denominado Profesor Antonio Llombart, en honor precisamente al fundador del Instituto, y que está situado justo al lado del edificio principal del IVO, al otro lado de la calle Beltrán Bágena. Con más de 11.000 metros cuadrados de jardín, la propuesta en estudio busca desgajar una parcela que supondría en torno al 10% del parque para la nueva edificación. Para ello, busca otro suelo en el mismo barrio para ubicar otro jardín que compense la pérdida de zona verde con la operación.
Por el momento, el Ayuntamiento, cuya concejalía de Urbanismo dirige Juan Giner, todavía no ha dado una respuesta, de manera que el proyecto de ampliación está a la espera de aclarar el posible acuerdo con la administración municipal. En ese sentido, se desconoce cómo sería el proyecto de las nuevas instalaciones, si bien es cierto que, a nivel urbanístico, el entorno se permite la construcción de planta baja y cuatro alturas, lo cual podría replicarse también para este nuevo edifico en aras de mantener la homogeneidad del sector.
La posibilidad de acometer la ampliación en un suelo lejano al actual edificio no está sobre la mesa. De hecho, según fuentes conocedoras de las conversaciones, la previsión es que el nuevo edificio pueda estar conectado por el subsuelo con la sede del IVO y el otro inmueble que el Instituto posee al lado del jardín, en la calle Gregorio Gea. Actualmente, estos dos edificios ya cuentan con conexión subterránea mediante el sótano primero.
Dirigida por Manuel Llombart, que fue conseller de Sanidad, el IVO es una fundación sin ánimo de lucro cuya principal actividad es la atención oncológica mediante la acción concertada por la Conselleria de Sanidad, en base a la cual atiende a miles de pacientes oncológicos cada año. En 2023, concretamente, prestó atención a cerca de 31.000 personas -un millar más que el año anterior-, de los cuales 7.211 fueron pacientes nuevos, y realizó casi 130.000 consultas externas -6.000 más que en 2022-, además de la actividad investigadora en su especialidad.
La ciudad de València vive en los últimos tiempos cierta eclosión de proyectos hospitalarios de iniciativa privada. Sin ir más lejos, el grupo sanitario Imed acaba de estrenar un nuevo hospital, el Imed Colón, en pleno centro de la ciudad, en la calle Isabel la Católica, con 12.000 metros cuadrados, 32 habitaciones y 44 consultas externas. Pero no es el único gran proyecto del sector en el Cap i Casal.
Hace menos de dos años, por ejemplo, el Ayuntamiento de València concedió los permisos para un nuevo hospital de Vithas en el barrio de Malilla, que prevé abrir en 2025 con 27.000 metros cuadrados de superficie, 89 camas, media docena de puestos UCI, una decena de quirófanos, 30 consultas externas y 10 boxes de urgencias. Cerca, junto a la salida de Ausiàs March hacia la pista de Silla, Quirónsalud construirá otro centro hospitalario a pocos metros de La Fe, con una superficie total de 20.184 metros cuadrados. Y Ascires, por su parte, tiene en construcción su hospital biomédico en la avenida Tres Cruces, con 30.000 metros cuadrados.